Publicidad
Los desafíos para la estabilidad macroeconómica de Chile Opinión

Los desafíos para la estabilidad macroeconómica de Chile

Víctor Salas Opazo
Por : Víctor Salas Opazo Observatorio de Políticas Pública en ES Universidad de Santiago de Chile
Ver Más


Chile está aún viviendo dos importantes desequilibrios macroeconómicos: una alta inflación de precios (IPC de 11,9% a febrero 2023, anualizado) y un lento crecimiento del PIB (IMACEC de 0,4% en enero 2023, anualizado). Señales recientes son puntos de pequeños cambios, que dan esperanzas, pero en ningún caso aseguran un cambio de tendencia como para que el Producto comience a crecer este año y que la inflación llegue a niveles cercanos al 4% en diciembre, anualizada.

Uno quisiera que todo sea siempre positivo, pero los pronósticos más optimistas, del Ministerio de Hacienda, indican que el PIB igual caerá en 2023 (-0,4%), las otras estimaciones fluctúan entre -1,0 y -0,7%. También quisiera que los nuevos datos fueran permanentes, pero esto, como el valor positivo del IMACEC en enero 2023 está más asociado con la producción minera (+2,9%, interanual), en que el aumento del precio del cobre fue relevante, pero bien sabemos que se ha reducido recientemente. Los datos reales son reacios a recuperarse, el índice de producción industrial manufacturera de enero 2023 cayó (-1,6%, interanual), el comercio también (-7,1%) y la construcción también (Superficie autorizada de permisos de edificación, -35,5%). Son tendencias que no se recuperan fácilmente, las que seguramente seguirán su comportamiento de caída, en el mejor de los casos, más lenta. Lo mismo pasa con la caída de la inflación en febrero ppdo. El buen dato de febrero 2023 (-0,1%) está asociado principalmente con la baja en el precio de “servicios de transporte aéreo (-27,9%), con una incidencia de -0,338pp, seguido de gasolina (-3,1%), con – 0,106pp y carnes (-1,3%) que aportó -0,071pp, seguida de frutas (-5,7%), con -0,070pp”. Entonces, tengamos precaución, pues la tendencia en la caída de los precios en los meses recientes va solo de 12,8% anualizado, en diciembre 2022, a 11,9% en febrero 2023. Habrá dificultades en reducir la inflación y en recuperar la economía.

Gráfico. IMACEC, IPC General y Desocupación anual en Chile, en porcentaje (%).

Fuente: Elaboración propia con datos del Banco Central de Chile

 

Los esfuerzos por controlar la inflación llevaron al Banco Central de Chile a subir la Tasa de Política Monetaria (TPM) hasta 11,25% en octubre de 2022 y se ha mantenido de ahí a la fecha. Existe la expectativa de que permanezca en ese nivel al menos hasta mayo o junio de este año y comience a ajustarse después, siempre que se observe convergencia en la evolución de los precios a las metas del Central. Sabemos que, simultáneamente, la política fiscal se ajustó fuertemente para controlar la inflación existente, lo que se hizo por decisión del Gobierno anterior y el Parlamento al acordar, en 2021, el presupuesto fiscal de 2022 con una reducción del orden del 22% respecto de 2021. El actual Gobierno manejó este presupuesto sin aumentarlo significativamente y con ello colabora en la contención de la inflación. Aun así, solo tenemos las recientes pequeñas señales de avances, que no entregan seguridades de conseguir estabilizar nuestra economía.

La situación internacional también altera nuestra economía y USA, la Zona Euro y otros países están viviendo una alta inflación que no logran controlar y sus bancos centrales han seguido subiendo la tasa de referencia para hacerlo, lo que conduce a un estancamiento económico de esos países, recesión internacional que afectará a nuestra economía. Recientemente, se ha agregado un tercer problema: las quiebras bancarias que están en proceso y pueden ser peligrosas por la incertidumbre que generan, aunque las medidas monetarias y fiscales tomadas han generado respuestas positivas.

En Chile, tenemos además una situación política que permanentemente está impulsando incertidumbre en la sociedad y la economía. Se está en un segundo proceso constitucional, con votaciones en mayo y diciembre de este año. El nuevo Gobierno tiene un programa que significa avanzar en reformas que provean los adecuados derechos sociales a la población (en salud, en educación, vivienda, en previsión, en inclusión y otras), para lo cual se requiere una reforma tributaria que redistribuya, sin embargo, los avances en los acuerdos políticos para las reformas son bajísimos y, en el país, se agregan fuertes urgencias sociales, especialmente en seguridad ciudadana, que urge priorizar y sobre las cuales recién se avanza en acuerdos. Situación que afecta los resultados económicos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias