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Pancho Vidal y la historia como farsa Opinión

Pancho Vidal y la historia como farsa

Cristián Zuñiga
Por : Cristián Zuñiga Profesor de Estado
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Es cosa de ver los acontecimientos de los últimos 4 años, donde una revuelta social liderada por barras bravas pretendió ser la apertura de las grandes alamedas de Allende.


No cabe duda que para la actual generación de políticos que ejercen el poder, tanto en las izquierdas , como en las derechas, aquella máxima de Karl Marx “ la historia se repite dos veces : la primera como una tragedia y la segunda como una farsa”, de las frases más famosas,  más repetidas, aunque con las lógicas variantes que aportan a la hora de citar el tiempo (o el desconocimiento o el esnobismo), de seguro no provoca conmoción, culpa, vergüenza o lo que es peor, puede que ni siquiera les haga mucho sentido. 

Viene bien recordar que Marx escribe esta frase en respuesta al filósofo Georg Hegel, quien dijo que los grandes hechos y personajes históricos aparecen dos veces, que la historia tiende a repetirse. Y es lógico, si al final del día los seres humanos tenemos no pocas características en común que se mantienen más allá del paso del tiempo, más allá de las geografías. Lo que cambia es la interpretación que se les da a esos eventos y a esos personajes en un determinado momento: una tragedia o una farsa. 

 Con esta frase es que el autor alemán buscaba explicar que los personajes y hechos que se vuelven a repetir en la historia, se aparecen en una versión zombi y no necesariamente con esa aura original que tanto idealizan las utopías de turno ( recordemos que esta famosa frase aparece en un libro donde Marx da cuenta de cómo las consignas utópicas y la ingenuidad política de la Revolución Francesa chocó de lleno con la realidad y terminó abriendo paso al régimen de Napoleón). He aquí una de las lecciones más importantes que, desde el siglo XIX, el más importante teórico de las izquierdas dejó como advertencia para las futuras generaciones de políticos.    

Sin embargo, en nuestro tiempo, donde los políticos con suerte leen las portadas de los diarios y los académicos escriben pensando en la publicación indexada que les abrirá la puerta a otro año sabático de beca, las advertencias y diagnósticos de los principales pensadores de la modernidad, pasan a constituirse en frases para amenizar los asados entre amigos o para acompañar el diseño de memes que circulan , vía Whatsapp , como una especie de terapia grupal entre quienes ya no tienen tiempo para profundizar en lecturas de más de 140 caracteres. Por lo mismo, es que a los políticos del presente, la historia se les repite como un monstruo desfigurado, o dicho de otro modo: la historia ya no se les repite como tragedia, sino que como un frívolo meme.

Es cosa de ver los acontecimientos de los últimos 4 años, donde una revuelta social liderada por barras bravas pretendió ser la apertura de las grandes alamedas de Allende. También podríamos mencionar los fallidos intentos constitucionales: primero las izquierdas creyeron estar en una asamblea constituyente bolivariana , y luego las derechas se sintieron sentadas en las faldas de Diego Portales redactando una Carta Magna más conservadora que la vigente. 

Capítulo aparte es lo que ocurre con el Presidente Boric, que aun reconociéndose como ferviente lector, pareciera no llegar todavía a ese entendimiento de la historia y sus acontecimientos que otorga el diálogo con los autores del pasado. Al parecer, el Presidente sigue esperando, con los lentes de Allende puestos, que la historia se repita tal cual lo imaginó desde su acomodada niñez en familia de izquierda : en blanco y negro, con el pueblo marchando con coligues en la mano , al son del “ pueblo unido” y acompañando en caravana a un mandatario que por fin llegaría para aplicar el socialismo real en Chile. 

Sin embargo, la historia se repitió en colores para dejar, a este gobierno, inicialmente tan lleno de utopías, mendigando selfies a Ricardo Lagos, nombrando de embajadores a Viera Gallo y Gazmuri, y recurriendo a Francisco “pancho” Vidal, un hombre que figuraba en los cuarteles de invierno de la ex Concertación, como presidente del directorio de TVN. Lo más triste de esta repetición, es que en HD, se puede apreciar el tamaño de las arrugas y el detalle de las pelusas en las calvas de los que regresan, vestidos de tragedia y farsa,  para abrazarse junto a los jóvenes (y resignados) rostros de quienes (por no entender lo que Marx les advertía) esperaban algo distinto.   

 

    

 

 

 

            

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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