Señor Director:
Quisiera referirme a su artículo del 14 de julio en el que se acusa a Ignacio Briones de “llenar el ministerio de Hacienda de funcionarios de Horizontal” Mi nombre aparece allí, subentendiéndose que yo sería una de las “operadoras” levantadas de dicho centro de estudios. La acusación al candidato es completamente falsa en su formulación general, pero en esta carta quiero referirme a mi caso particular, ya que considero que la caricatura que se hace de mí es profundamente injusta. En el artículo solo se me denomina como “la ingeniera” y luego se menciona el sueldo asociado a mi cargo.
Efectivamente, soy ingeniera civil de industrias de la Universidad Católica, con mención en ingeniería química, egresando el año 2000 como la mejor alumna del departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos. Luego decidí dar un giro profesional y, gracias a la beca Fullbright/Fundación Andes partí a los Estados Unidos a estudiar un máster en educación. Desde esos tiempos ya me interesaban las políticas públicas y visualizaba una carrera en la que pudiera aportar para construir un Chile mejor. Luego, mientras trabajaba como investigadora en el Centro de Estudios Públicos, realicé un doctorado en economía.
Mi aporte a las políticas públicas chilenas es relativamente numeroso, aunque uno siempre quisiera que fuera mayor. He publicado más de 35 artículos académicos, participé de la mesa de mujer, trabajo y maternidad, desde la cual surgió el nuevo permiso parental (a veces llamado posnatal extendido) y fui seis años consejera del Consejo Nacional de Educación. Mi trayectoria laboral incluye, además de lo ya mencionado, el área de pobreza y desigualdad del PNUD, la dirección del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo y diversas asesorías.
Fue por esa trayectoria, quizá, que el ministro Felipe Larraín -sin vínculos con Evopoli ni Horizontal- me pidió, al comenzar su período en marzo de 2018, unirme a su equipo como Coordinadora de Política Social, con un sueldo que es el estándar para todas las coordinaciones de la subsecretaría de Hacienda. Ignacio Briones, por su parte, no hizo más que pedirme que tomara una coordinación “hermana” a la coordinación social, que yo había dejado hace algunos meses por razones personales. La coordinación laboral quedaba sin cabeza en la mitad de la crisis sanitaria, y lo natural era buscar a una profesional que pudiera tomar el ritmo del ministerio con rapidez.
Que yo haya sido investigadora asociada de Horizontal en el periodo en el que mis otras actividades laborales me lo permitían, en el contexto que le describo, es lo de menos. El cargo de investigador asociado no es un cargo “funcionario” de Horizontal, puesto que es ad honorem. Yo lo acepté porque siento una profunda vocación de servicio, y me interesa mucho aportar para la construcción de un Chile mejor. Mi aporte, que no es político sino metodológico, junto al de otros investigadores asociados, ha permitido a Horizontal entregar propuestas de política sensatas y viables desde el punto de vista técnico, cosa que uno espera de una institución que está ligada tan íntimamente a la vida política de este país.
Su artículo, señor director, me produce una profunda molestia. No merezco estos ataques tendenciosos y gratuitos, ni los merece Horizontal ni menos Ignacio Briones. Creo profundamente en la libertad de expresión, y entiendo que, como consecuencia de lo anterior, cosas como ésta pueden suceder. Sin embargo, no me lo esperaba de un medio como el suyo que, aun cuando tiene un domicilio político conocido, yo entendía buscaba la objetividad.
Francisca Dussaillant