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Los 13 tips de Carabineros para el autocuidado

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Por: Claudio Masson Bussetti


Señor director: 

Los 13 tips de Carabineros para evitar robos, portonazos y encerronas dicen más de lo que aparentan. No es que sean malos consejos: muchos son sensatos. El problema es que, al transformarse en “manual oficial”, confirman algo grave: la inseguridad ya desbordó a las instituciones.

En términos simbólicos, el mensaje es muy duro: la carga de la seguridad se traslada al ciudadano, que debe aprender a moverse con paranoia y tácticas de escape, mientras el Estado parece retirarse de su función básica de protegerlo. El subtexto es claro: cada quien que se las arregle como pueda.

A esto se suma la prensa digital, que multiplica titulares como “pandilleros que asaltan en scooter” en barrios y comercios acomodados de Santiago. La combinación de consejos policiales y crónicas mediáticas construye la página de terror diaria, donde la ciudad se convierte en un campo de guerrillas al anochecer.

Las consecuencias son evidentes. Credibilidad exterior: un país cuyos policías recomiendan no ir a gasolineras de noche proyecta ingobernabilidad. Turismo: ¿qué visitante quiere recorrer un lugar donde se aconseja evitar las calles y no detenerse ante choques? Sanidad mental: vivir en alerta constante erosiona la confianza social y nos encierra en un estado de sitio emocional.

Así, normalizamos un futuro terrible: ciudadanos armándose de miedo y desconfianza, pagando guardias privados para poder salir a cenar, mientras la ciudad de noche se convierte en un territorio prohibido, como una Cenicienta que pierde su encanto al sonar las doce.

Atentamente,
Claudio Masson Bussetti
Biólogo

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