Del abigeato al plato: cuando falta bienestar, sobra el riesgo
Señor Director:
En los últimos días hemos visto imágenes preocupantes: personas cazando palomas en plena vía pública en Santiago, e incluso rumores de que su carne estaría llegando a restaurantes. A ello se suma el abigeato, que cada septiembre vuelve a encender las alarmas sobre el sacrificio y consumo informal de animales.
Estos episodios no son anécdotas pintorescas, sino una advertencia. Cuando los alimentos llegan por vías no reguladas, no existe certeza sobre la inocuidad ni sobre el bienestar de los animales involucrados. En otras palabras, no sabemos qué comemos ni cómo fue producido.
En plena campaña presidencial, bien valdría que alguno de los candidatos incluyera en sus propuestas el fortalecimiento de las instituciones que regulan los alimentos, aumentando su capacidad fiscalizadora y técnica. Se trata de proteger la salud pública, pero también de asegurar que el trato hacia los animales cumpla con estándares de bienestar reconocidos internacionalmente.
Porque detrás de cada plato servido debería existir algo más que sabor: la tranquilidad de que la cadena productiva respeta la seguridad de las personas y la dignidad de los animales.
Roberto Becerra O.
CEO Welfcert
Fundador de Asociación Chilena de Bienestar Animal