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Chile y el Tratado de Alta Mar

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Por: Nicolás Ojeda


Señor director:

La reciente ratificación del Tratado de Alta Mar por parte de Marruecos es una noticia trascendental: se ha alcanzado el umbral necesario para su entrada en vigor de esa instancia en enero de 2026. Este acuerdo, que busca la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina más allá de las jurisdicciones nacionales, es un avance crucial para proteger nuestros océanos de amenazas como el cambio climático y la contaminación. 

La ambición de Chile de albergar la Secretaría del Tratado en Valparaíso no es solo un gesto, sino la consolidación de nuestro liderazgo histórico en el Derecho del Mar. 

Más allá del prestigio, tener la Secretaría supondría una inversión estratégica. Fomentaría la creación de capacidades profesionales, académicas y educativas a nivel nacional, convirtiendo a Chile en un hub de investigación y cooperación internacional en temas marinos. Esta es una oportunidad única que trasciende la política; requiere un esfuerzo diplomático coherente y el apoyo unificado de todos los estamentos del país, desde el gobierno hasta la sociedad civil y las universidades. Es hora de demostrar que Chile está a la altura de esta responsabilidad global.

Nicolás Ojeda

Académico Facultad de Derecho

Universidad Autónoma de Chile

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