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Infancia atrapada en la pobreza

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Por: Martha Yaneth Rodríguez


Señor Director:

En Chile, más de 800 mil niños, niñas y adolescentes viven en pobreza multidimensional. Un 31% sobrevive con menos de cinco mil pesos diarios, y más de 200 mil tienen menos de cinco años. No es solo falta de ingresos, es una realidad estructural que vulnera derechos esenciales como salud, educación y vivienda. Una niñez que crece sin oportunidades no solo empobrece su presente, sino el futuro del país.

En regiones como La Araucanía, Tarapacá, Arica y Parinacota o Ñuble, las condiciones de vulnerabilidad de la infancia superan el 40% en zonas rurales, alcanzando niveles comparables con los de países del África subsahariana. En Chile, el lugar donde un niño nace determina sus oportunidades, pues quien pertenece al 10% más pobre demoraría seis generaciones, es decir, 180 años en superar esta desigualdad.

La pobreza infantil no es una cifra más. Es una cadena que limita el acceso a jardines infantiles de calidad, a una alimentación adecuada, a atención en salud mental y a espacios seguros para jugar y aprender. Es la pobreza la que empuja a miles de adolescentes a abandonar la escuela o a ser captados por redes delictivas; es un ciclo que se hereda cuando no se rompen las barreras estructurales que lo sostienen.

Combatirla requiere más que asistencia, exige transformar sus causas, con mejores políticas públicas e inversión sostenida. En el Día de la Erradicación de la Pobreza, es necesario hacer un llamado urgente al Estado, al sector privado y a la sociedad civil a que prioricemos  la infancia, incorporando sus voces en las decisiones y garantizando condiciones dignas y equitativas para su desarrollo. La niñez no puede seguir siendo invisible en el presupuesto nacional ni un efecto secundario de la desigualdad.

La pobreza es una condición, construida socialmente; y si la creamos, también podemos erradicarla.

Martha Yaneth Rodríguez
Directora Ejecutiva de World Vision Chile

 

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