Educación pública bajo ataque
Señor director:
La educación pública de Providencia enfrenta hoy un ataque político basado en la desinformación y la censura. Discursos negacionistas, amplificados en redes sociales, buscan intimidar al profesorado y restringir la enseñanza de contenidos esenciales para la formación ciudadana. El 2 de septiembre, la concejala Solange Wolleter Dávila (Partido Republicano) afirmó en sesión del Concejo Municipal que en el Liceo 7 de Providencia Luisa Saavedra se realiza adoctrinamiento de ultraizquierda y que la directora habría sido amenazada por docentes. Estas acusaciones, originadas en una actividad de memoria optativa —bordado de prendas con nombres de Detenidos Desaparecidos—, aprobada por la Unidad Técnico-Pedagógica, derivaron en un sumario administrativo contra la jefa del Departamento de Historia.
La actividad mencionada se ajusta plenamente al currículo nacional, que exige abordar la dictadura y las violaciones a los Derechos Humanos (OA16, Programa de Historia 2° Medio, entre varios otros). Calificarla de adoctrinamiento constituye un acto negacionista y persecutorio hacia la docencia. Pese a que la investigación sumaria descartó tales acusaciones, la concejala difundió en redes sociales un reel con su intervención ante el Concejo, transformando sus dichos en contenido viral descontextualizado y acusatorio. Posteriormente, publicó un segundo video reafirmando sus acusaciones, en abierta contradicción con la evidencia levantada y con la información oficial del sumario, que exculpó a la docente, reproduciendo un patrón de desinformación que erosiona la democracia y daña la confianza pública.
Este año, el Centro de Estudiantes del Liceo 7 reafirmó el compromiso de la comunidad con la pedagogía de la memoria, inaugurando una placa conmemorativa con los nombres de Lumi Videla, exprofesora ejecutada por la dictadura, y de las exestudiantes Bárbara Uribe Tamblay, Marcela Sepúlveda Troncoso y María Cristina López Stewart, detenidas desaparecidas, junto con los versos del Cuaderno Azul: “Tú, los demás y yo debemos fabricar el destino de la historia.” Este gesto simbólico y educativo encarna el compromiso del liceo con la verdad histórica, la democracia y los Derechos Humanos.
Hoy nuestra comunidad se encuentra quebrada, en toma indefinida desde el 27 de octubre y sin clases regulares desde el 9, producto tanto de las declaraciones irresponsables de la concejala como de la negligencia de un equipo directivo que no ha sabido resguardar a su comunidad y ha sostenido una gestión autoritaria y distante de sus necesidades reales.
Este tipo de ataques no solo dañan a una comunidad educativa, sino que profundizan la crisis de las pedagogías que atraviesa el país. Cuando se hostiga y criminaliza el trabajo docente, no solo se daña la salud de los docentes en ejercicio, además se envía un mensaje desalentador a las y los jóvenes que consideran ingresar a la profesión, reforzando la idea de que enseñar es una tarea expuesta, precarizada y sin respaldo institucional. En un contexto en que las carreras de pedagogía enfrentan una disminución sostenida de matrículas, este clima de persecución y desconfianza pone en riesgo el relevo generacional del profesorado y la continuidad misma del proyecto educativo público.
Más que nunca, es urgente detener este ataque político contra la educación pública, rechazar el negacionismo y centrar el debate en lo que realmente importa: la calidad educativa, una gestión transparente, el bienestar de las y los docentes, y el resguardo de la democracia como base de la formación ciudadana y del respeto a la verdad histórica.
Firmantes:
Yorka Alarcón, Guillermo Canto, Carolina Chacón, Michelle Henríquez, María Isabel Mori, Ignacio Morales, María José Pino, Erin Roa, Josefa Soza, Isabel Villarroel. Docentes del Liceo 7 de Providencia Luisa Saavedra.