¿Y la descentralización, para cuándo?
Señor Director:
Ocho son las candidaturas a la presidencia, 619 páginas componen sus programas de gobierno y más de 232 mil palabras suman el total de sus propuestas. Sin embargo, sólo 238 palabras —equivalentes al 0,1%— aluden directamente a la descentralización de las regiones.
Candidatos y candidatas, la solución de los problemas que aquejan a nuestro país no puede descansar únicamente en promesas que buscan resolver —a veces de manera casi mágica— la inseguridad, la violencia o la migración irregular. Chile es mucho más que eso.
Quienes aspiran a llegar a La Moneda deben volver la mirada hacia las regiones y comprometerse con el genuino desarrollo de estas. Reconociendo sus desigualdades, pero también su potencial, y permitir que quienes habitan las 16 regiones puedan conducir el destino de sus territorios. Después de todo, es bien sabido que la grandes decisiones hasta el día de hoy han dependido desde Santiago.
Esto no es un llamado a dividir al país, sino a comprender que en la diversidad territorial se encuentra parte esencial de nuestra identidad y que las regiones tambien pueden proponer respuestas a las problemáticas que priorizan en la agenda nacional. Las construimos quienes habitamos el país más austral del mundo, desde Visviri en el norte hasta Puerto Toro en el sur.
En los próximos debates presidenciales, la descentralización deberá ocupar un lugar central para cualquiera de los aspirantes a Palacio, más allá de las sutiles referencias en sus programas. De lo contrario, seguirá siendo —como hasta ahora— un saludo a la bandera y, por extensión, una deuda que seguirá pendiente con las regiones.
Germán Campos-Herrera
Director Centro de Políticas Públicas Universidad Católica de Temuco