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¿Quiénes son los villanos? Opinión

¿Quiénes son los villanos?


A unos días de haber visto la película “Joker”, tuve bastantes pensamientos, sentimientos encontrados y cuestionamientos de distinto tipo. Luego de haber visto la mencionada película, me topé con una crítica de un medio de prensa, que se titulaba “Un joker para millennials”. Parte de esta crítica apuntaba a que el protagonista era un retrato del estereotipo de dicho grupo generacional, cuyas principales características –en palabras del autor de la crítica– son: la baja tolerancia a la frustración, los problemas de autoestima, ser infelices, ser “emo”, etc. Cabe destacar que esta caricaturización del autor de dicha crítica, llega en un panorama donde la salud mental es un tema bastante delicado.
Por otro lado, pude ver críticas que hacían referencia a la violencia presente en el film, argumentando que existían constantes escenas de violencia innecesaria y cruda. Esto gatilló que distintas personas, grupos e incluso instituciones en su mayoría de sectores más conservadores de la sociedad, cuestionaran y se alzaran ante lo que en el film se refleja. Bajo estas dos ideas, surge mi intención de interpelar no solo a quienes emitieron dichas críticas, surgiendo las siguientes reflexiones:
En primer lugar, las críticas que apuntan al perfil del protagonista Arthur Fleck –quien por cierto padece de un trastorno mental–, tildándolo como violento y/o un reflejo de los millennials, surgen en un contexto en el que particularmente la salud mental es un tema delicado y del cual debemos preocuparnos, tildar a una generación de “emos, infelices, etc.” es básicamente a lo que apunta el film, a esta sociedad sin capacidad de asombro e indolente frente a lo que sucede en su entorno. El protagonista de la película es un retrato de la exclusión, de la falta de oportunidades, de la frivolidad, de la falta de empatía, de la violencia social en distintas dimensiones, rasgos imperantes hasta nuestros días –porque cabe destacar que la historia del film, se sitúa unas cuantas décadas en el pasado–. Entonces, no tenemos a un “Joker” para millennials, tenemos un “Joker” que a través de Arthur Fleck, muestra lo más crudo de nosotros como sociedad y las posibles consecuencias que trae nuestro actuar.
En segundo lugar, aquellas visiones surgidas a raíz de la violencia presente en el film, me atrevería a decir que vienen de aquellos sectores más conservadores y eventualmente privilegiados de la sociedad. El problema de la película no es la violencia, el problema de la película es que a esos sectores se les está mostrando lo que se han negado y aun se niegan a ver. Así funciona el mundo, así es la realidad –en ningún caso estoy justificando la violencia–, existen personas que son testigos de esa realidad día tras día, existen otras que protagonizan esa realidad inmersa en un contexto de violencia, entonces ¿cuál es el problema de mostrar lo cruda que es la vida a través de un film? Así está el mundo que nos rodea e incluso peor. Acaso censurando la violencia explicitada en una película, ¿se acabará la violencia en la vida real? Lo dudo.
Finalmente, sería interesante plantear una reflexión personal que apunta a la trama de la película, a su protagonista y a nosotros/as. El film, se desarrolla en un escenario en el que existe una lucha entre pobres y ricos. Bajo esta lógica, habitualmente –en las películas y en la realidad–, se suele posicionar al “rico” como héroe, puesto que sus personalidades altruistas de ayudar a los más desvalidos de la sociedad, inspira a muchos a realizar acciones de caridad y protección. En este sentido, “Joker” rompe con ese paradigma, puesto que me podría aventurar a decir que por primera vez, se está empatizando con el “villano”, lo pongo entre comillas puesto a que es una cuestión de perspectiva. Este hecho deja entrever que existe un miedo de aquellos sectores privilegiados, miedo que radica en el que se está empatizando con quien para ellos es el villano, miedo a que en ese escenario no son ellos quienes administran la violencia, miedo a sus formas de violencia “legítima” se están viendo cuestionadas. Entonces, abro la interrogante sobre qué tan válidas son las críticas mencionadas que surgieron hacia la película cuyo protagonista es la consecuencia de la indolencia, el menoscabo, la violencia, el cerrar los ojos y fingir que aquellos más vulnerados socialmente no existen. Para finalizar, ¿Quiénes son los malos y quiénes son los villanos?

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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