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Trabajo y talento migrante: una mirada desde la perspectiva laboral Opinión

Trabajo y talento migrante: una mirada desde la perspectiva laboral

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Francisca Lobos y Juan Pablo Ramaciotti
Por : Francisca Lobos y Juan Pablo Ramaciotti Fundación Carlos Vial Espantoso y Centro Políticas Migratorias, respectivamente.
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Los trabajadores migrantes que han tenido acceso equitativo al trabajo y a oportunidades de capacitación y promoción, están enormemente agradecidos con sus empleadores y tratan de retribuir la confianza depositada con compromiso y un buen desempeño.


Hace pocas semanas se dio a conocer la última estimación sobre población migrante residente en Chile, que alcanza los 1.6 millones de personas extranjeras. El aumento de la inmigración hacia el país ha sido abordado desde el debate público, generalmente, con foco en el control migratorio y los potenciales impactos de los migrantes en materia de seguridad, empleo o carga a las instituciones públicas.

Sin embargo, y pese a que se suele invisibilizar, la inmigración ha revitalizado la fuerza laboral disponible en el país, generando un impacto positivo en el desarrollo económico y aportando mayores niveles de educación, nuevos talentos y diversidad cultural al mundo del trabajo.

Los trabajadores extranjeros superan el millón de individuos. Cada una de estas personas se vio impulsada (o forzada) a migrar en busca de mejores perspectivas para ellos y sus familias, por lo que su integración efectiva en el mercado laboral resulta fundamental para sustentarse en el país y al mismo tiempo aportar con su trabajo al desarrollo de Chile.

Los resultados de una investigación realizada por la Fundación Carlos Vial Espantoso y el Centro de Políticas Migratorias -cuyo propósito era identificar prácticas y políticas exitosas de inclusión de personas migrantes en grandes empresas en Chile-, dan cuenta que la mayoría de las empresas estudiadas no desarrollan prácticas inclusivas dirigidas exclusivamente a sus trabajadores migrantes, sino que estas se enmarcan en el contexto de otras políticas de inclusión de carácter general que fomentan y resguardan la diversidad a través de capacitaciones, canales de denuncia, protocolos, entre otras iniciativas. Por otra parte, los trabajadores migrantes, en general prefieren no ser objeto de medidas de discriminación positiva, pues desean un trato igualitario y quieren evitar que se generen sentimientos negativos hacia ellos. Sin embargo, valoran enormemente que exista flexibilidad y acompañamiento por parte de las empresas para atender asuntos familiares y trámites administrativos asociados a su situación migratoria.

Está claro que apostar por estrategias inclusivas beneficia a las empresas, mejorando la percepción de los equipos sobre el entorno de trabajo y fortaleciendo la cohesión interna y la identificación con los valores corporativos. Los trabajadores migrantes que han tenido acceso equitativo al trabajo y a oportunidades de capacitación y promoción, están enormemente agradecidos con sus empleadores y tratan de retribuir la confianza depositada con compromiso y un buen desempeño.

Pero no basta con replicar estas buenas prácticas en el conjunto de empresas. Hay desafíos pendientes que no pueden ser abordados de forma aislada por los empleadores para una integración laboral exitosa de las personas migrantes. Según cifras de la última Casen, la tasa de subempleo por calificación en migrantes es del 51%, lo que quiere decir que la mitad de las personas migrantes ocupadas cuenta con un nivel de calificación más alto que el requerido en su trabajo actual. Y es que las personas migrantes cuentan con niveles de educación más altos que la población chilena. Ese talento migrante que podría contribuir a reactivar nuestra economía, hoy se está desaprovechando. Para revertirlo, se requiere entonces la colaboración de instituciones públicas, especialmente en la facilitación de los aspectos administrativos que supone el proceso migratorio y en la revalidación de títulos y/o certificación de competencias laborales.

Si bien queda camino por recorrer, el trabajo de las empresas que han tomado conciencia y acciones frente a este desafío nos debiera iluminar respecto a la inclusión de un enfoque intercultural en el lugar de trabajo, no solo por una exigencia ética y de pleno respeto a los derechos humanos

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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