
¿Está Chile retrocediendo en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible?: desglose del informe de SDSN
Es posible observar que ha habido mayores retrocesos y estancamientos que avances respecto a los ODS en Chile.
Gracias al recién publicado Informe de Desarrollo Sostenible (2024) de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sustentable (SDSN, por sus siglas en inglés), que combina datos de organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil y centros de investigación a través de un Índice de 125 indicadores, es posible hacer una evaluación anual del progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de los 193 países miembros de Naciones Unidas. Chile en comparación con su desempeño en el informe del año anterior, cuenta con una disminución de 0,4 puntos –de 78,2 a 77,8–, pasando del lugar 30 al 32 del ranking mundial. Si bien a nivel estadístico pareciera ser una disminución menor, es bueno adentrarnos en el desglose de los datos para ver las áreas críticas que podrían significar mayores avances o retrocesos de Chile para el futuro.
Los cuadros de mando del Índice ODS ofrecen una representación visual del rendimiento de los países en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. El esquema de colores de “semáforo” (verde, amarillo, naranja y rojo) ilustra lo lejos que está un país de alcanzar un objetivo concreto. Las tendencias de los indicadores, representadas en flechas, se agregan a nivel de objetivo para dar una indicación de cómo progresa el país hacia ese ODS. Chile se sitúa con retrocesos, debido a algunos indicadores que disminuyeron su puntuación e hicieron que la tendencia bajara y/o disminuyera su color en el semáforo.
Algunos ODS han empeorado su progreso. El ODS 4 de Educación de Calidad, la tendencia de “mejora moderada” (⬈) pasó a “estancarse” (⮕), debido a la disminución en dos indicadores: participación en el aprendizaje preescolar (4-6 años) y en el rendimiento PISA (Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes de la OCDE), que mide la capacidad de jóvenes de 15 años de utilizar sus conocimientos y habilidades en lectura, matemáticas y ciencias para afrontar desafíos de la vida real. En la misma tendencia de disminución siguen el ODS 5 de Equidad de Género y el ODS 6 de Agua y Saneamiento, que pasaron de una tendencia “en camino al logro” (⬆) a la de “mejora moderada” (⬈), principalmente por el aumento casi al doble de la brecha salarial de género y por el aumento de la escasez de agua, respectivamente.
El color del ODS 11 de Ciudades pasó de naranjo a rojo en el semáforo, es decir, de “desafíos significativos” a “desafíos mayores” por el aumento la contaminación atmosférica –su indicador más bajo–, reflejado en la concentración anual de material particulado 2,5. Sumado al mantenimiento de la población con sobrecarga en el arriendo, es decir, con el costo de la vivienda sobre el 40% de la renta disponible, y a pesar de los buenos indicadores en transporte público urbano y de proporción de población con acceso a servicios como hospitales, escuelas y supermercados a menos de 15 minutos a pie, el ODS 17 de Alianzas empeoró su cuadro de “desafíos pendientes” a “desafíos significativos” (de amarillo a naranjo), por una disminución del Gasto Público en Sanidad y Educación (% del PIB) y pese a la buena inserción de Chile (10 a nivel mundial) en un nuevo Índice de Apoyo de los Países al Multilateralismo de la ONU.
Algunos ODS como el de Salud y Bienestar (3), Energía (7) e Industria (9) mantuvieron las mismas tendencias de “mejora moderada” en comparación con el año pasado, al igual que el ODS de Trabajo (8), Industria e Innovación (9), Producción y Consumo (12), Acción Climática (13), Vida Submarina (14) y Vida Terrestre (15), que mantuvieron su tendencia al “estancamiento” (⮕), lo que evidencia que en el promedio de indicadores no hubo grandes modificaciones entre lo realizado en 2023 y 2024, a pesar de algunos indicadores con mejoras (emisiones de CO2, incorporada a la exportación de combustibles fósiles) y otros con declives (emisiones de GEI, asociado a importaciones), por lo que se mantienen los desafíos y retos significativos en tales ODS.
Ciertas mejoras surgen en el ODS 16 de Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, que obtuvo una mejoría de “decreciente” (⬇) a “estancado” (⮕), debido a un avance en el Índice de Libertad de Prensa, en contraposición a la tendencia mundial como una de las cinco metas con mayor retroceso desde 2015, y en el respeto estatal a los derechos de propiedad. Esto, a pesar de un incremento en el indicador de homicidios por 100.000 habitantes.
Es posible observar que ha habido mayores retrocesos y estancamientos que avances respecto a los ODS en Chile. Temas críticos en el país como la protección de áreas de importancia ecológica frente a las actividades extractivas, mejor distribución de la renta para reducir desigualdades o el gasto público en salud, educación, investigación y desarrollo, son desafíos pendientes de mejora.
Al mismo tiempo, se han visto incrementados problemas graves para el país, como la escasez hídrica, la inequidad de género reflejada en la brecha salarial, bajos rendimientos educacionales y altos niveles de obesidad. Otros temas de importancia sobre cambio climático, como los riesgos socionaturales –incendios e inundaciones–, no han sido abordados por este Informe, aunque golpean fuertemente las oportunidades de desarrollo sustentable a nivel local.
A nivel mundial, solo el 16% de las metas de los ODS está en vías de cumplirse para 2030, y el 84% restante muestra un progreso limitado o un retroceso. Chile mantiene una buena posición respecto a otros países de América Latina, debido a ciertos estándares de salud, ingresos, saneamiento y justicia cubiertos. Las pequeñas mejoras entre 2023 y 2024 evidenciadas se deben a Índices como el de Libertad de Prensa, donde Chile tuvo un avance significativo de 31 puestos en la Clasificación Mundial realizada por Reporteros Sin Fronteras (RSF), que en parte se debe a los esfuerzos del actual Gobierno en esta materia.
No obstante, temas críticos e indicadores de largo plazo deben ser mayormente considerados en la política pública para romper las tendencias negativas a nivel global y atender al desafío del desarrollo sustentable, a medio camino de las metas de la Agenda 2030.
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