
Talcahuano y Ruta Interportuaria: la hora de las decisiones
Llegó la hora de empujar juntos este proyecto, de dejar atrás la inercia y asumir con decisión el desafío de transformar a Talcahuano y al Biobío en un verdadero polo logístico-portuario del sur de Chile.
El cierre de la siderúrgica Huachipato no solo marcó el fin de un ciclo industrial emblemático para Talcahuano y la Región del Biobío, también nos enfrenta al imperativo de reimaginar el desarrollo productivo de nuestro territorio. Por ello, hoy más que nunca, la actividad logístico-portuaria aparece como una oportunidad concreta para impulsar esa transformación, generando empleo, inversión y futuro.
En ese contexto, la concreción de la conexión vial entre el Enlace Colón y el Puerto de San Vicente, como parte de la anhelada extensión de la Ruta Interportuaria, representa mucho más que una obra de infraestructura: es una señal de voluntad política, de planificación territorial y de visión compartida.
Esta ruta fue pensada hace más de tres décadas con un objetivo claro: conectar los principales puertos de la región afectando lo menos posible zonas residenciales. No obstante, a pesar del paso del tiempo, aún no contamos con una vía expedita hacia uno de nuestros activos estratégicos: el Puerto de San Vicente. Mientras otros rubros avanzan lentamente, este sector clave sigue esperando definiciones concretas. Y con ello, también espera la ciudadanía, que convive a diario con camiones en sus barrios; y espera la industria, que necesita eficiencia y competitividad para proyectarse al futuro.
El Ministerio de Obras Públicas ha planteado una solución en dos etapas, pero sin plazos definidos para la ejecución del segundo tramo, a cargo de Vialidad. Esta indefinición resulta especialmente preocupante si consideramos que el Puerto de San Vicente deberá ser relicitado entre 2028 y 2029, y que su valorización depende en gran parte de la existencia de una conectividad moderna, segregada y eficiente. El año 2025 será clave para tomar decisiones que garanticen que esa licitación ocurra en condiciones favorables para Talcahuano y para la Región.
En el caso de la primera etapa, que corresponde a la construcción de un paso elevado que conecte la actual Ruta con la rotonda Cementos Bío Bío, pasando por sobre avenida Colón, la línea férrea y llegando a la calle Echeverría en la Población Gaete, existe el temor de que nuevamente quede postergada y se privilegie, mediante mecanismo de concesiones, otras obras.
Avanzar en esta obra no solo responde a una necesidad técnica o territorial, sino también a una hoja de ruta compartida. Así lo reconoce el Plan Más Movilidad presentado por el Gobierno Regional y el Ministerio de Transportes, donde se identifican más de 25 proyectos estratégicos para el Biobío, entre ellos, la conexión interportuaria como uno de los ejes claves para articular los sistemas logísticos y mitigar externalidades urbanas.
Hoy, gran parte de estos proyectos ya cuenta con financiamiento, y eso demuestra que no faltan diagnósticos ni voluntades, sino decisión para priorizar lo que es urgente.
A ello se suma el Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío, donde se reconoce la necesidad de robustecer la infraestructura logística como base para diversificar la economía regional. No obstante, en la reciente Cuenta Pública presidencial se echó de menos una mención decidida a este tipo de inversiones estructurales. ¿De qué sirve hablar de industria sin caminos para sostenerla?
Talcahuano no busca privilegios, pero sí coherencia. No pedimos más de lo que corresponde, pero sí lo que se ha prometido, porque sabemos que sin conectividad adecuada no hay desarrollo inclusivo posible.
Este llamado no es una crítica, sino una invitación, a las autoridades del Gobierno Central, al mundo empresarial, a los trabajadores y a la ciudadanía: llegó la hora de empujar juntos este proyecto, de dejar atrás la inercia y asumir con decisión el desafío de transformar a Talcahuano y al Biobío en un verdadero polo logístico-portuario del sur de Chile.
Esta no es solo una obra para Talcahuano. Es una inversión para el país. Tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien, con planificación, diálogo y compromiso. No la dejemos pasar. Talcahuano está listo para avanzar.
- El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Inscríbete en nuestro Newsletter El Mostrador Opinión, No te pierdas las columnas de opinión más destacadas de la semana en tu correo. Todos los domingos a las 10am.