
¿Es un futuro o son varios los futuros posibles?
En suma, tener una reflexión de este tema parece relevante, ya que la libertad que tenemos de construir nuestro futuro (y no otro) es cierta y permanente.
Es interesante reflexionar sobre el concepto de un futuro o varios los futuros posibles, en particular al desarrollar planes para un proyecto de vida personal, familiar o comunitario. Por supuesto que hay que tener una noción de lo pequeña y finitud de nuestra existencia, ya que estamos sujetos a situaciones naturales que escapan a la posibilidad de que las podamos manejar. Y estas situaciones pueden modificar de manera significativa el futuro.
Considerando lo anterior, es importante valorar el trabajo, dedicación y esfuerzo que se debe emplear para que el futuro que se anhela se pueda hacer realidad. En este sentido, el trabajo, la persistencia, la voluntad y el esfuerzo permitirán la construcción del propio futuro, acorde a las expectativas y anhelos planteados. Y es así que en estas líneas se postula que no hay solo un futuro predeterminado, sino varias alternativas que dependerán por una parte de la voluntad de cada uno y también del trabajo en comunidad para poder modificarlo y moldearlo acorde a nuestras metas y planes de vida.
En el mundo académico, desde hace tiempo las universidades lo han entendido de esta manera. Hay interesantes centros e institutos con líneas de investigación aplicada en temas de futuro para incorporar los avances de las ciencias, artes y humanidades. Este es un trabajo esencialmente interdisciplinario, que sorprende por el nuevo conocimiento e innovación que se encuentra en los límites y bordes de cada una de las disciplinas.
Esto ayuda de manera significativa a evaluar los diferentes escenarios y a plantear medidas y resguardos del ámbito de la ética, y en especial, de las repercusiones y efectos de estas propuestas de futuro. Ejemplos de esto son los avances en la inteligencia artificial (IA), el rol de las artes y humanidades, los desafíos de la ética, la inclusión y valoración de la diversidad en la sociedad, entre otros importantes temas de presente y futuro.
En este contexto, es importante valorar que no estamos solos, que nuestro trabajo y aporte lo realizamos en comunidad, con apoyo de la familia, amigos y compañeros de ruta en lo laboral. Esto es relevante de considerar, para apreciarlo y también para agradecer el apoyo de tantas personas que nos acompañan a diario. Hay que reconocer que no es una característica nacional agradecer ni reconocer, más bien está la tendencia a pensar que lo realizado ha sido solo gracias a nuestro esfuerzo y capacidades, restándole valor a las personas e instituciones que nos han acompañado en la travesía.
Sin duda sería importante modificar esta realidad. Esto tiene impacto y repercusiones a la hora de apoyar a instituciones y potenciar su desarrollo para que puedan servir de mejor manera al país y la sociedad.
En la mirada que tengamos del futuro, es evidente que la fe y el sentido de la espiritualidad y trascendencia de cada persona va a tener un impacto decisivo, ya que la confianza de una vida luego de la muerte modifica de manera crucial todo nuestro enfoque de la mirada a futuro. La esperanza de una nueva vida modifica nuestro presente y nuestra mirada de lo que se avecina a futuro.
Es aquí también donde el legado y formación que les dejamos a los hijos adquiere un valor especial y trascendente. Es en las nuevas generaciones que heredan nuestra diaria tarea y dedicación, que nos vemos proyectados como parte activa e integral de la vida en común y de la sociedad a la que pertenecemos y la que nos sucederá en el tiempo.
Estos conceptos nos acercan más a la vida en comunidad, a la solidaridad, al sentido de equipo y de tarea en común. Nos llevan a concluir en la importancia que tienen las relaciones personales generosas, con sentido de equipo y bien común. Nos ayudan también a valorar de manera especial a quienes trabajan de manera comunitaria por un futuro mejor.
En suma, tener una reflexión de este tema parece relevante, ya que la libertad que tenemos de construir nuestro futuro (y no otro) es cierta y permanente. Podemos asumir riesgos, con nuestros talentos, características y potencialidades. Tenemos también nuestros defectos y limitaciones que podemos superar para ponerlo al servicio de un proyecto de largo plazo. Es decir, podemos modificar el curso de nuestro destino y construir así el futuro que buscamos.
La posibilidad de cambiar el curso de nuestra vida es cierta, ese trabajo debe comenzar hoy, no lo posterguemos para mañana. Está en nuestras manos construir el futuro que queramos tener dentro de los variados futuros que se pueden presentar. Es una gran oportunidad poder construirlo y poder desarrollar, así, nuestros sueños y proyectos.
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