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In memoriam Andrés Sanfuentes Vergara (1939-2025) Opinión

In memoriam Andrés Sanfuentes Vergara (1939-2025)

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Ernesto Barros G
Por : Ernesto Barros G Abogado. Twitter: e_barrosg Instagram: e_barrosg
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Cada rol y cualidad de Andrés Sanfuentes habilitaría una columna en sí misma, pero solo destacaremos una de sus obras más perdurables y queridas por él: su decenio como presidente del Banco del Estado de Chile (1990-2000).


Ha partido Andrés Sanfuentes Vergara, un hombre que dejó huella profunda y perdurable en la economía, la academia y en el servicio público de Chile y los chilenos. 

Economista, profesor universitario, católico e ignaciano, militante DC, escritor, polemista y columnista, ejecutivo y director de empresas y fundaciones, marido, padre, abuelo y bisabuelo, amigo y mentor de muchos. En todo quehacer brilló con el fulgor de la maestría que ejerció con sabiduría y sencillez.

De inteligencia aguda y creativa, amplia cultura y humanidad compasiva y divertida, tuvo la especial virtud de sintetizar el conocimiento teórico amplio con la vocación académica y práctica docente. Explicaba con paciencia cosas complejas. Él sintetizaba con excelencia la capacidad estratégica con el liderazgo directivo y ejecutivo. Hacía que las cosas ocurrieran y solamente con un cuaderno y lápiz con los que tomaba nota de todo, lo verificaba. Un talento riguroso y creativo apasionado por el servicio.

Cada rol y cualidad de Andrés Sanfuentes habilitarían una columna en sí misma, pero solo destacaremos una de sus obras más perdurables y queridas por él: su decenio como presidente del Banco del Estado de Chile (1990-2000).

Asumió el inmenso desafío de dirigir una institución centenaria que estaba burocratizada, colapsada y abandonada por su propietario, el fisco. Realizó un certero diagnóstico y un plan de estabilización y modernización que compartió con directivos, trabajadores y autoridades y de inmediato dirigió su ejecución con constancia y dedicación, tan propias de él. Instaló la idea de que un Banco del Estado puede y debe ser rentable y eficiente y, a la vez, cumplir un rol social y cultural permanente en la sociedad. 

Las obras y resultados 35 años después hablan por sí mismos; rentabilidad creciente, red de sucursales amplia en todo el territorio nacional, inversión en tecnología, profesionalización de la gestión, liderazgo indiscutido en cuentas de ahorro y cuentas vista y, desde el año 2000 Cuenta Rut: amplia bancarización y acceso a crédito y servicios de sectores populares. La lista es extensa y habla de la excelencia del trabajo de un servidor público de excepción.

Un par de ejemplos permiten dar cuenta de esa trasformación. Personalmente el presidente Sanfuentes se preocupó de abrir sucursales en sectores populares. Así, ya a principios de los años 90, la comuna de La Pintana tuvo una sucursal del Banco del Estado de la misma calidad de las otras sucursales de Santiago (el segundo banco en abrir en esa comuna lo hizo recién en 2025). Bancarizar fue ciudadanizar y dignificar. Donde no se podía abrir, se despachaba un Bechmóvil (camión tecnologizado y en red satelital) con todos los servicios básicos.

Junto con eso dio inicio a una basta acción en patrimonio y cultura; creo y fundó el Museo del Ahorro, poniendo en valor la memoria y tradición centenaria de las Cajas de Ahorros; junto con la Biblioteca Nacional desarrolló el proyecto editorial Geografía Poética de Chile, proyecto de investigación poética regional que publicó 10  volúmenes; dispuso la compra de parte de la obra original de Gabriela Mistral, Pablo Neruda y del manuscrito original del poema Altazor del poeta Vicente Huidobro y bajo su presidencia se realizó la edición facsimilar de este manuscrito.

También bajo su presidencia se realizaron compras de relevantes cuadros, entre ellos el Espejo de Cronos de Roberto Matta y que hoy en comodato se exhibe en la Presidencia de la República. Todo lo anterior, para que estas obras de valor patrimonial quedasen a resguardo de la institución y disfrute de la ciudadanía. 

Andrés Sanfuentes Vergara se ha ido, sin embargo, su legado perdura y continuará dando frutos en la gran familia que formó junto a Irene, en cada sucursal del BancoEstado que hoy, a lo largo del país, continúa sirviendo a las familias chilenas, en cada estudiante y profesional que formó, en los libros y columnas que escribió, y en la memoria de quienes tuvimos el honor de conocerlo en su espíritu y acción de servicio a Chile y los chilenos.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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