
Presupuesto de la Defensa Nacional
La guerra moderna está yendo en dirección a la IA, drones, UAVs, robots y toda suerte de ingenios modernos. Debemos estar atentos a no quedar fuera del juego y a estar haciendo las inversiones incorrectas.
Estamos muy cerca de la presentación por parte de Hacienda del proyecto de ley de presupuesto 2026, en donde la Dirección de presupuestos (Dipres), después de revisarlo con el Ministerio de Defensa, le propondrá al Congreso Nacional los presupuestos anuales, corriente de operaciones e inversiones, para el año que viene, en materia de Defensa.
Las inversiones están reguladas por la ley de financiamiento de capacidades estratégicas N°21.174, ley que no ha sido cumplida en forma religiosa por el actual gobierno, actitud que genera desconfianza e inquietud en el ámbito de la Defensa, ya que las Fuerzas Armadas necesitan empezar a invertir ahora para renovar -en plazos no muy largos- las capacidades estratégicas actuales o equivalentes que se adquirieron bajo los gobiernos de Frei y Lagos y que, por haber cumplido 25 años o más de uso, de no recibir pronto los financiamientos correspondientes o la seguridad de tenerlos, se verán degradadas en forma significativa. Las preocupaciones se tornan más serias al ver recomendaciones de expertos financieros que sugieren modificar o eliminar los aportes basales que la ley establece.
Tampoco ayuda el que, a esta fecha, aún no se haya presentado la Política de Defensa del actual gobierno, estando vigente para todos los fines la de fines del 2020, que fue confeccionada por la segunda administración del Presidente Piñera. En ausencia de esta fundamental orientación de conducción política de la Defensa y producto del tiempo transcurrido, se vuelve más importante aún la revisión que hagan diputados y senadores, las explicaciones que soliciten y las respuestas que reciban de parte de la ministra, subsecretarios, comandantes en jefe y del jefe del estado mayor conjunto.
En los últimos cinco años muchas cosas cambiaron en Chile y el mundo y, por ende, podría haber nuevas necesidades que atender, capacidades que desarrollar y también está en proceso el análisis de las lecciones aprendidas de toda la experiencia que sale de los conflictos del Medio Oriente y de Rusia contra Ucrania. La guerra moderna está yendo en dirección a la IA, drones, UAVs, robots y toda suerte de ingenios modernos. Debemos estar atentos a no quedar fuera del juego y a estar haciendo las inversiones incorrectas.
El propósito de esta columna es proponerles a los diputados y senadores el comodín del público o del contribuyente pagador de impuestos, con algunas sugerencias para cuando revisen los presupuestos de las instituciones de la defensa, el EMCO, la DGAC y la DGTM. Creo que es importante saber qué preguntas realizar con el propósito de saber qué estamos recibiendo a cambio de los recursos asignados y, muy importante también, determinar las brechas de aquello que estaba planificado y aprobado pero que se está dejando de hacer, producto de las restricciones presupuestarias impuestas por el gobierno. Las preguntas que recomiendo realizar son:
Presupuesto de inversiones:
1) ¿Cuál es el monto de los saldos de caja y compromisos financieros proyectados al cierre del 2025 de las cuentas correspondientes al Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa y al Fondo de Contingencia Estratégico?
2) ¿Cuál es el programa de renovación de capacidades estratégicas del Ejército, de la Armada y de la FACH? Es importante entender qué se tiene en mente para renovar las capacidades blindadas del Ejército, de la Fuerza de Submarinos, la Escuadra y de la Infantería de Marina y, muy importante, la mantención y potenciamiento de las capacidades aéreas y aeroespaciales de la FACH, en particular la disuasión irremplazable que provee la superioridad aérea de la que hemos gozado en las últimas dos décadas, y que está en riesgo producto de las compras que están realizando Argentina y el Perú.
3) Proyectos que robustezcan los sistemas de mando y control que dan interconectividad al EMCO con las Fuerzas Armadas, siendo también importante entender qué se está haciendo en términos de ciberseguridad, y capacidades satelitales nacionales, colocando un énfasis en entender cómo van a interoperar las FFAA con la nueva institucionalidad que se ha creado en el marco de las nuevas leyes de ciberseguridad, y como se van a integrar las nuevas capacidades que proveerá el nuevo Sistema Nacional Satelital que estará administrado por la FACH.
4) Proyectos que busquen potenciar la capacidad de la Defensa Nacional de operar en forma conjunta.
5) Proyectos de inversión, de cualquier ministerio, que se estén realizando o quieran realizar para un buen manejo de las fronteras del norte y noreste y como se coordinan con el desarrollo de capacidades de la defensa.
6) Inversiones realizadas el 2025 y las que se financian para realizar en el 2026 en la Antártica, así como el plan de inversiones a lo menos a 5 años plazo en infraestructura y capacidades antárticas.
Presupuesto de operación:
1) Lo primero es cuantificar qué se dejó de hacer en cada una de las instituciones en el 2025, producto de los ajustes que se realizaron al presupuesto en enero de este año, y que afectó, particularmente, a los subtítulos 21 y 22. ¿Cómo se van a cubrir las brechas de lo planificado, pero no ejecutado el 2025, con el presupuesto 2026?
2) ¿Qué dotaciones, niveles de entrenamiento (horas de vuelo, de navegación, horas de campaña y entrenamiento) están consideradas en el nuevo presupuesto, y cómo se comparan estas con los mínimos operacionales necesarios para entrenar y operar con seguridad y asegurar el manejo de los riesgos operacionales?
3) Dotaciones de soldados de tropa profesional y conscriptos, las brechas de déficit de personal y los eventuales planes de aumentar la demanda de personal para el control de fronteras terrestres, aéreas y marítimas.
4) Saber cuánto se está gastando en la Macrozona Sur y en las fronteras del norte y noreste, y si esos gastos son reembolsados a las instituciones. Especialmente, si se están pagando los viáticos y asignaciones completas que corresponden al personal que se despliega lejos de sus guarniciones de origen.
5) ¿Cómo ha afectado a las capacidades operacionales de las instituciones los despliegues excepcionales a la Macrozona Sur, y las fronteras del norte y noreste?
6) ¿Cuál es la magnitud y tendencia de los retiros voluntarios de personal de planta y su vinculación con los estados de excepción constitucional, que ahora son de carácter permanente?
7) ¿Qué acciones de apoyos de vida, de salud y de bienestar social para retención del talento y personal valioso se requiere financiar para el 2026?
8) ¿Cómo han evolucionado los niveles de capacitación y las horas de educación por persona, buscando entender si la inversión que estamos haciendo en el capital humano para retención del talento valioso es la adecuada?
9) ¿Están cubiertas en el presupuesto 2026 las necesidades mínimas de seguridad del material y del personal que los comandantes en jefe y el JEMCO determinaron para sus instituciones y comandos conjuntos para instruir, entrenar y operar en forma segura y correcta?
- El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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