
Más reinserción, más seguridad: un desafío país
Gendarmería de Chile atiende a más de 150 mil personas, de las cuales más de 64 mil están privadas de libertad. De estas, 30 mil egresarán durante el próximo periodo legislativo, ¿qué estamos haciendo para que no vuelvan a delinquir?
Al hablar de seguridad, solemos mirar el delito que ya ocurrió. Es comprensible: duele, indigna, afecta la calidad de vida y exige respuestas urgentes. Sin embargo, si queremos resultados duraderos que mejoren la seguridad pública, tenemos que hacernos cargo de prevenir que sucedan nuevos delitos. De esto se trata la Bancada por la Reinserción Social que se lanzó ayer. Un grupo transversal de diputados y diputadas, que suma voluntades para que la reinserción social sea un eslabón fuerte en el abordaje del delito, convirtiéndose en una política sostenida, prioritaria y con resultados concretos.
El hito de lanzamiento de esta bancada instala una idea simple, pero prioritaria: más reinserción es más seguridad y, para lograrlo, necesitamos miradas diversas, que desarrollen políticas para disminuir la reincidencia y proteger a las comunidades.
La evidencia nos dice que esto es posible y las cifras nos muestran que es urgente. Gendarmería de Chile atiende a más de 150 mil personas, de las cuales más de 64 mil están privadas de libertad. De estas, 30 mil egresarán durante el próximo periodo legislativo, ¿qué estamos haciendo para que no vuelvan a delinquir? Hoy las tasas de reincidencia son cercanas al 47%. Cada oportunidad de estudio, trabajo, tratamiento o apoyo familiar que se entregue antes y después del egreso es una oportunidad concreta para evitar nuevos delitos.
A esto se suma una crisis penitenciaria que no podemos ignorar: una cifra histórica de cantidad de personas privadas de libertad, en un sistema con capacidad para 42 mil personas. Es decir, un 145% de uso de capacidad. Estos niveles de sobrepoblación y hacinamiento ponen en riesgo la seguridad de internos y gendarmes, aumentan el contagio criminógeno y disminuyen las capacidades de intervención.
La reinserción social no es un acto de buena voluntad: es una estrategia basada en evidencia. Está demostrado que la cárcel por sí sola no disminuye la reincidencia, mientras que programas de reinserción bien diseñados y ejecutados sí lo hacen, en especial cuando son multifactoriales e individualizados, considerando educación, empleo, salud mental y adicciones, fortalecimiento de vínculos y redes de apoyo.
Esa es la propuesta de esta bancada: fomentar la intervención donde está el riesgo, y acompañar a quienes cumplen su condena, para que puedan reconstruir su proyecto de vida sin volver a delinquir.
Este hito es también una forma de hacer política. La bancada se propone construir acuerdos amplios, porque la seguridad del país no cabe en una vereda política. Diputadas y diputados de diversos partidos han decidido articularse para impulsar una agenda de reinserción que ponga metas, herramientas y recursos sobre la mesa. Medidas con resultados, cuyo impacto beneficie la seguridad de chilenos y chilenas.
Para que esto sea posible, este camino no lo puede recorrer el Estado en solitario. La red Juntos por la Reinserción reúne a más de 40 organizaciones de la sociedad civil que trabajan la temática y que, junto a empresas, municipios, academia y servicios públicos, cumplen un rol clave para este fin. Con la articulación se abren posibilidades de empleo, formación, apoyo y acompañamiento, construyendo seguridad a través de oportunidades concretas para las personas en sus barrios y comunas.
En este contexto, nuestro primer paso legislativo es la presentación del Proyecto de Resolución que solicita al Presidente declarar el 18 de julio como “Día Nacional de la Reinserción Social”. ¿Por qué importa un “día”? Porque permite fijar un horizonte institucional, visibilizar buenas prácticas, medir avances y convocar a la sociedad en su conjunto en torno a esta labor, instalando una fecha país que nos recuerde que la reinserción social es seguridad pública.
La fecha ya es conmemorada por Gendarmería de Chile y las organizaciones de la sociedad civil y coincide con el Día Internacional de Nelson Mandela, que nos recuerda la importancia del trato digno y las segundas oportunidades.
¿Qué esperamos lograr como bancada? Priorizar iniciativas legislativas que fortalezcan la reinserción, visibilizar la evidencia sobre reinserción para integrarla en el debate de seguridad y velar por que las iniciativas de políticas públicas consideren este componente. Además, la invitación está abierta para que más parlamentarios y sectores se puedan sumar, ya que la seguridad mejora cuando colaboramos, haciendo que lo que funciona llegue a quienes más lo necesitan.
El foco en los jóvenes es prioritario. Más de 9 mil jóvenes son atendidos por el Servicio de Reinserción Social Juvenil y Sename, y un 27% cumple sanciones privativas de libertad. Con intervenciones de calidad podemos interrumpir de forma temprana trayectorias delictivas. Es la inversión más costo-efectiva: menos víctimas, menos gasto futuro y más oportunidades.
Sabemos que algunos temen que hablar de reinserción sea ser blandos. No lo es. Trabajar en esto de manera eficaz es prevención del delito. Es tomarnos en serio la seguridad pública, y hacernos cargo de quiénes y cómo van a volver a nuestras comunidades. Aumentar las probabilidades de que quienes egresan encuentren un camino legal y estable, reduciendo las probabilidades de que vuelvan a delinquir. Con esto, ganamos todos: menos delitos, mejor convivencia, más personas trabajando y estudiando para aportar al país.
Este lanzamiento es un punto de partida. La bancada nace para trabajar de la mano con servicios públicos, sociedad civil, empresas y municipios, identificando brechas para impulsar soluciones realistas. Mejorar las condiciones y programas al interior de recintos penitenciarios, y garantizar la continuidad pospenitenciaria con oportunidades de empleo, educación, salud y redes.
En tiempos electorales el país necesita propuestas serias, realistas y basadas en evidencia. Hablar de seguridad hoy tiene que incluir hablar sobre reinserción. Porque funciona y responde a la necesidad de dar mayor tranquilidad y seguridad. Por eso, invitamos a todos y todas –candidatos, autoridades, sectores productivos, municipios, universidades– a sumarse a este esfuerzo. Si ponemos la evidencia por delante, con resultados concretos y cooperación, Chile puede reducir la reincidencia y construir seguridad.
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