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El futuro esplendor de Chile está en juego Opinión Archivo

El futuro esplendor de Chile está en juego

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Carolina Vega Thollander
Por : Carolina Vega Thollander Profesora de Historia y Geografía de la UMCE.
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Todo mi respeto a los profesores que en estos días reciben el pago de la primera cuota de su deuda histórica. Ha sido una batalla de 40 años que comienza a terminar y que viene a reconocer y valorar el trabajo de quienes jugamos un papel fundamental en la formación de las futuras generaciones.


Las noticias acerca de la violencia escolar ya son parte del acontecer nacional. La Superintendencia de Educación recientemente ha señalado que las denuncias por este motivo han ido en aumento en nuestro país. Las cifras parecen no estar relacionadas con los gobiernos de turno. Los conflictos no solo atañen a los y las estudiantes, sino también al mundo adulto de las comunidades, es decir, trabajadores, padres, madres, apoderados y autoridades.

Las reacciones frente al asunto han sido variadas, los equipos directivos junto a los docentes y asistentes de la educación hemos desarrollado innumerables estrategias para prevenirla, desde la aplicación de la normativa hasta las múltiples actividades de formación humana que parecen pertinentes. Los resultados en su mayoría no llegan. Los directores y directoras hemos golpeado puertas expertas con la misión de defender el derecho de los y las estudiantes, y las propuestas con soluciones integrales al fenómeno no aparecen.

Aun así, los trabajadores y trabajadoras de la educación redoblamos esfuerzos, apostamos por intencionar los procesos pedagógicos como es nuestro deber, nos comprometemos, lidiamos con la frustración diaria, desarrollamos vínculos, generamos redes de apoyo, protegemos a los y las estudiantes, resguardamos sus derechos, y, con todo, lamentablemente no logramos evitar que la violencia suceda, somos parte de Chile.

En consecuencia, lograr ambientes seguros, amables y respetuosos, especialmente en las escuelas y liceos públicos, es un cometido de alta complejidad que debemos asumir como sociedad de manera transversal, olvidando las batallas políticas o particularismos. Es tiempo para que, junto a las autoridades de todas las áreas, trabajemos en unidad con el objetivo de una educación de calidad y sin discriminaciones en la que se pueda enseñar y aprender sin ningún temor.

El futuro esplendor de Chile se juega en el presente. Los profesores necesitamos ambientes de aprendizaje saludables para hacer nuestra labor, merecemos ser tratados con dignidad, respeto y sin sesgos, solo así podremos seguir impulsando procesos de aprendizaje mutuo, en el que se promueva el pensamiento crítico, creativo y empático de los niños, niñas y jóvenes. Los directores necesitamos más colaboración, más apoyo y más respaldo en la tarea de proteger y garantizar los derechos de todos y todas.

Dicen que la justicia tarda, pero llega, todo mi respeto a los profesores que en estos días reciben el pago de la primera cuota de su deuda histórica. Ha sido una batalla de 40 años que comienza a terminar y que viene a reconocer y valorar el trabajo de quienes jugamos un papel fundamental en la formación de las futuras generaciones.

Y como somos persistentes y tenemos convicciones, seguiremos laborando para brindar a nuestros estudiantes una escuela y un liceo donde su educación y bienestar sean el propósito diario. Con motivo del reciente Día del Profesor, un feliz día a los profesores de Chile y feliz día a los asistentes de la educación de Chile, especialmente y con cariño a quienes laboran en el querido Instituto Nacional.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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