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Análisis de políticas públicas en la brecha de especialidades médicas Opinión

Análisis de políticas públicas en la brecha de especialidades médicas

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Gonzalo Grebe
Por : Gonzalo Grebe Profesor Titular. Exdecano Facultad de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile
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La brecha en especialidades médicas en Chile es el resultado de una interacción compleja entre políticas públicas, gestión institucional y dinámicas laborales.


El Ministerio de Salud ha implementado políticas de financiamiento de becas de formación para la formación de especialistas, cubriendo aproximadamente el 90% de las vacantes anuales en los programas universitarios de especialización. Sin embargo, la efectividad de esta política se ve limitada por la estructura contractual predominante en el sistema público, donde el 50 % de los especialistas trabajan jornadas parciales, lo que repercute negativamente en la eficiencia asistencial y en la capacidad docente.

La política implantada en el Ministerio de Salud de devolución de becas obliga a los especialistas a trabajar seis años en el sistema público tras finalizar su formación, busca fortalecer la dotación de especialistas en el sector estatal. No obstante, una vez cumplido este período, muchos optan por reducir su jornada o migrar al sector privado, atraídos por mejores condiciones de perfeccionamiento, laborales y de infraestructura. Esta migración contribuye a la persistencia y aumento de las listas de espera y la congestión en las consultas de especialistas en los pabellones y en los servicios de urgencia, evidenciando la necesidad de revisar los incentivos y mecanismos de retención en el sistema público.

Por otro lado, la distribución geográfica de los especialistas refleja una concentración en la región Metropolitana, mientras que regiones periféricas presentan una marcada escasez, a pesar de contar con Universidades con Facultades de Medicina. Esto sugiere que las políticas de asignación y distribución de recursos humanos en salud no han logrado equilibrar el acceso en todo el territorio nacional, lo que genera inequidades en la atención sanitaria.

El Sistema Nacional de Salud enfrenta además desafíos estructurales derivados de una gestión administrativa sujeta a cambios políticos frecuentes y de un endeudamiento crónico. Los presupuestos incrementados anualmente no han resueltos los problemas de fondo, como la acumulación de pacientes en listas de espera y la insuficiencia de infraestructura. La crisis financiera del sistema ISAPRE ha agravado la situación, afectando la capacidad de respuesta del sistema público y aumentando la presión sobre los recursos.

En este contexto resulta imprescindible que las políticas públicas en salud trasciendan las coyunturas políticas y se orienten de acuerdos nacionales que prioricen la evidencia científica, la investigación y la equidad social. La experiencia nacional e internacional, especialmente durante la pandemia del COVID-19, demuestra la importancia de integrar avances científicos y enfoques humanísticos en la organización y gestión sanitaria. Solo mediante una revisión crítica y planificación estratégica de las políticas públicas será posible reducir la brecha en especialidades médicas, como la calidad y la oportunidad en la atención en salud.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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