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Fiscal del caso Hans Pozo evalúa enviar muestras de sangre al FBI

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Perseguidor Pablo Sabaj recibió la semana pasada un peritaje a unas manchas de sangre encontradas en un limpapiés, que darían pistas sobre quiénes podrían haber colaborado en el descuartizamiento. Sin embargo, las conclusiones de ADN no permitieron cruzar la información con los sospechosos que constan en la investigación.


El fiscal Pablo Sabaj evalúa enviar al FBI de Estados Unidos muestras de sangre que entregarían la pista sobre los posibles cómplices -hasta ahora no identificados- en la investigación por el descuartizamiento de Hans Pozo.



El único autor material conocido del fallecimiento del joven es el microempresario heladero Jorge Martínez Arévalo, quien al ser descubierto por Carabineros el año pasado se suicidó con un tiro en la cabeza, llevándose cualquier secreto que guardara a la tumba.



La decisión del perseguidor penal se enmarca dentro de los últimos peritajes que recibió la semana pasada que determinaron, en primer lugar, que la muestra de sangre hallada en un limpiapiés, en una de las casas allanadas durante la investigación, es humana. La identidad del dueño de esta residencia este medio se la reserva para el éxito de la diligencia.



Las conclusiones de este análisis, sin embargo, no permitieron hacer un cruce con los sospechosos que constan en la carpeta de investigación, debido a que no fue posible ampliar el rango de los «marcadores» del ADN, aspecto clave en estas materias.



Por esta razón es que Sabaj enviará primero los antecedentes al Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), entidad que recibió recientemente nueva tecnología para realizar estos análisis.



De no prosperar esta fórmula, el fiscal enviará los datos a Estados Unidos. Para ello, ya tomó contacto con la embajada norteamericana en Chile, cuestión que permitiría acelerar la diligencia.



La investigación, que tiene más de un año de duración, no ha entregado hasta ahora a terceras personas que hayan participado en calidad de co-autores, cómplices o encubridores del crimen, por lo que esta última pesquisa determinará si la indagatoria tendrá como único responsable a Martínez Arévalo.



Historia por partes



El caso de Hans Pozo se inició el lunes 27 de marzo de 2006, cuando fue hallado un pie en las cercanías de la población Marta Brunet en la comuna de Puente Alto.



El resto del cuerpo del joven fue apareciendo poco a poco, hasta que el 3 de abril de ese año se halló el torso y las manos, lo que permitió su identificación, ya que se contó con las huellas dactilares.



Se descubrió que el cadáver presentaba disparos como si se tratara de un crimen por encargo o venganza. Así, luego de varias diligencias, se dio con el paradero de Martínez Arévalo, comerciante y funcionario municipal de La Pintana, quien aparentemente llevaba una doble vida homosexual, cuestión que determinó el móvil del crimen, pues Pozo lo habría chantajeado.



Paralelamente a la investigación que sustancia Sabaj, la fiscalía militar indaga otra arista del caso. Se trata de cómo Carabineros actuó al momento de la muerte de Martínez Arévalo. Y esto porque la familia del occiso ha sostenido que no se trató de un suicidio, sino de un homicidio. En todo caso, todos los peritajes apuntan a la primera hipótesis.

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