La preocupación de algunos expertos es por el hecho que la nave dejará durante varias horas de recibir energía solar. Otros dijeron que el aparato tiene la capacidad de usar energía de reserva para garantizar su funcionamiento.
Los responsables del programa espacial chino admitieron que el satélite «Chang E I», primero del país asiático que orbita alrededor de la Luna, podría tener problemas de alimentación energética debido a dos eclipses lunares en 2008, informó este jueves la prensa estatal.
Los eclipses, uno el 21 de febrero y otro en agosto, dejarán a la sonda china sin energía solar durante unas cinco horas y media, por lo que los responsables del programa están investigando cómo solucionar el problema que podría derivarse de estos fenómenos, señaló el jefe de diseño del «Chang E I», Ye Peijian.
Ye señaló que la temperatura en el satélite descenderá a 130 grados bajo cero, y que los eclipses «serán un verdadero desafío para el funcionamiento de varias piezas del equipamiento».
Otro diseñador del satélite, Rao Wei, llamó a la tranquilidad señalando que la sonda ha sido probada para hacer frente a este descenso de energía, y está dotada de baterías que servirán de alimentación energética en caso necesario.
Además, durante los eclipses algunos equipos de la nave serán detenidos para ahorrar energía.
Los eclipses lunares se producen cuando Luna, Tierra y Sol se alinean, con nuestro planeta en el centro, impidiendo que los rayos del astro rey lleguen al satélite lunar.
El «Chang E I» fue lanzado el 24 de octubre desde la base espacial de Xichang (suroeste de China), entró en órbita lunar el 5 de noviembre, y sus primeras fotos de la Luna fueron hechas públicas el pasado 26 de noviembre por el primer ministro chino, Wen Jiabao.
Bautizado como una diosa china que según la leyenda viajó a la Luna, el aparato examinará el suelo lunar y elaborará un mapa tridimensional del suelo selenita.
Antes de continuar sus misiones lunares, con su segundo envío de sondas lunares en 2012, China lanzará en octubre de 2008 su tercera nave tripulada, la «Shenzhou VII».
EFE