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Australia dejó sólo a EEUU en negativa a ratificar protocolo de Kioto

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Que el país oceánico haya rubricado el acuerdo hizo ganar al mundo un importante aliado, sobre todo porque ayuda a elevar la presión internacional que en esta materia existe sobre el país norteamericano, que argumenta razones de seguridad económica para no concurrir con su firma.


Con la incorporación de Australia al protocolo de Kioto, dispuesta el lunes último por el recién asumido primer ministro laborista Kevin Rudd, Estados Unidos, el país que más CO2 produce a nivel mundial, ocupa ahora una solitaria posición en contra de la obligatoriedad de poner límites a las emisiones contaminantes.



El tema mantiene ocupados por estos días a los representantes de naciones de todos los continentes reunidos en la Cumbre sobre Cambio Climático de Bali, que con esta nueva incorporación ven mayores posibilidades de ver reflejadas en resultados las medidas que se acuerden.



El encuentro que se celebra en esa isla de Indonesia, y que fue inaugurado el lunes último para culminar el próximo 14 de diciembre, deberá lograr un consenso que siente las bases y los límites de las negociaciones que se desarrollarán durante los próximos dos años, y que habrán de concentrarse en cuatro temas fundamentales: acordar fórmulas para mitigar el cambio climático, facilitar que los países se adapten a sus efectos, compartir las tecnologías para prevenirlo y establecer mecanismos de financiación para todo ello.



Analistas coinciden en que para alcanzar estos objetivos el hecho que Australia haya rubricado el protocolo de Kioto hizo ganar al mundo un importante aliado, sobre todo porque ayuda a elevar la presión internacional que en esta materia existe sobre el país norteamericano, que argumenta razones de seguridad económica para no concurrir con su firma.



La incorporación del país oceánico se produjo el lunes a primera hora, cuando Rudd, quien derrotó en las elecciones del 24 de noviembre al conservador John Howard, cumplió una de sus principales promesas electorales.



«Es el primer acto oficial del nuevo Gobierno australiano y demuestra el compromiso de mi Gobierno hacia la corrección del cambio climático», manifestó Rudd en esa oportunidad tras firmar el documento.



«La declaración oficial hecha hoy -lunes- por Australia sobre nuestro deseo de ser miembros del Protocolo de Kioto, es un paso significativo de nuestro país en los esfuerzos para la lucha contra el cambio climático, a nivel local y con la comunidad internacional», sostuvo.



También indicó que su Gobierno hará todo lo posible para que Australia cumpla con las obligaciones, incluso establecer el objetivo de reducir las emisiones en un 60 por ciento, antes de 2050, respecto de los niveles de 2000.



Asimismo, el nuevo Gobierno trabajará para que un 20 por ciento de la energía producida en Australia sean energías renovables antes de 2020, y establecerá un sistema de comercio de emisiones que empezará a funcionar en 2010, indicó Rudd.



Australia firmó el Protocolo de Kioto en diciembre de 1997, junto a otros 65 países, pero posteriormente, y pese a que recibió la ratificación de 175 naciones, el Gobierno de Howard se negó a ratificarlo.



La Administración de Howard alegó que la negativa de Estados Unidos a firmarlo significaba que el acuerdo no tendría nunca efectos reales, incluso si lo ratificaba un número suficiente de países.



Entre 1995 y 2005 Australia fue el país que emitió, por cápita, más gases nocivos para el medio ambiente en todo el mundo desarrollado, y es uno de los que sufrirá peores consecuencias de un calentamiento de la Tierra si no se frena el cambio climático, pues sus temperaturas se habrán incrementado en entre 4,0 y 5,0 grados a mediados del presente siglo.



EFE /El Mostrador

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