La representante edilicia por Ñuñoa Danae Mlynarz manifestó que no es posible que la explosión inmobiliaria termine por destruir sitios de relevancia histórica y solicitó a la alcaldía la adquisición de la propiedad.
La concejala de Ñuñoa Danae Mlynarz expresó este sábado su preocupación ante la eventual demolición de la vivienda que habitó el ex presidente de la República, Gabriel González Videla que de concretarse – aseguró- «sería una nueva depredación del patrimonio histórico y cultural de la comuna».
La residencia, ubicada en el número 250 de la avenida Pedro Torres, responde a arquitectura residencial testimonial de la vida que otrora tuviera la comuna, tanto así que su valor patrimonial fue, en su momento, reconocido por el Consejo de Monumentos Nacionales dentro de un estudio realizado en Ñuñoa, quedando así en condiciones de ser postulada como Monumento Histórico. Además cuenta con una extensa área verde.
La concejala Mlynarz, explicó que la propiedad pasó de manos de Rosa Markmar, viuda del ex mandatario, a manos de una sociedad y su inminente demolición resulta inexplicable considerando que no existe, ante el Departamento de Obras Municipales, proyecto alguno para levantar en dicha propiedad que requiera de la destrucción del inmueble.
«Vecinos del sector que dan valor al patrimonio de los barrios de Ñuñoa me han expresado su preocupación por el tema y por lo mismo he solicitado al alcalde -Pedro- Sabat y al pleno del Concejo Municipal que se realicen todas las gestiones necesarias para que el municipio adquiera la propiedad, de manera que sea destinada al uso de la comunidad ñuñoína, se establezca un parque abierto al público y al mismo tiempo, se proteja el valor patrimonial de la vivienda que podría acceder a la condición de Monumento Histórico», señaló.
Agregó que no es posible que la explosión inmobiliaria termine por destruir sitios de relevancia histórica planteó que el inmueble podría destinarse para la instalación de un servicio de asesoría jurídica y atención a víctimas de la delincuencia y al mismo tiempo implementar un Plan de Educación Patrimonial que se traduzca en un Circuito Histórico de Ñuñoa, del que la citada propiedad sea parte.
