Enfrentados a un escenario donde las acusaciones contra el edil pueden contaminar toda la campaña municipal del partido, la directiva reculó de su decisión inicial de confirmarlo como candidato a la reelección. Al pasarlo a la instancia disciplinaria se abre a la posibilidad de suspenderle la militancia, congelar su candidatura hasta que haya un fallo judicial que lo absuelva o incluso expulsarlo. De este modo primó la tesis del sector que respalda a José Antonio Kast en la interna gremialista q
El informe en que la Contraloría ratifica la existencia de irregularidades en la Municipalidad de Recoleta terminó por encender las alarmas al interior de la UDI. Y en la decisión de pasar los antecedentes de Gonzalo Cornejo al Tribunal Supremo, para que sea esta instancia la que decida su suerte, primaron dos aspectos fundamentales que dejaron conformes a unos y otros: que funcionen las instituciones partidarias y que el edil cuestionado tenga la posibilidad de defensa.
Llegar al acuerdo de dejar la decisión de si corresponde sancionar o no a Cornejo en manos del TS, no fue tarea fácil. Menos, en medio del tremendo despliegue comunicacional con el que el edil enfrentó el esperado informe. Pero después de dos largas reuniones en el comité gremialista, en el piso ocho del Congreso, la suerte de carismático alcalde estaba echada: la directiva optó por dejarlo caer.
La instancia disciplinaria tiene plenas facultades para sancionar. Lo que significa que Cornejo enfrenta desde la posibilidad de salir respaldado por el TS, tras presentar allí sus descargos, hasta la tan temida expulsión, con todas las gradualidades intermedias, como que se le impida repostular a cargos de elección popular hasta que un dictamen judicial confirme su inocencia.
De este modo, el gremialismo trata de contrarrestar las consecuencias políticas que implica el apoyo inicial que la mesa dio al alcalde, lo que significa una nueva voltereta del timonel del partido, Hernán Larraín.
En las reuniones, de las que finalmente emanó la declaración pública, que leyó a la prensa el presidente de la UDI, participaron además los senadores Evelyn Matthei, Jovino Novoa y Víctor Pérez y los diputados José Antonio Kast, Rodrigo Álvarez, Claudio Alvarado y Carlos Recondo. Varios asistentes a la cita aseguran que la medida se tomó "casi" por unanimidad. Quien estuvo en la postura de seguir respaldando férreamente al edil habría sido la senadora Metthei. La vicepresidenta gremialista, aseguran fuentes de la tienda, había quedado "muy bien impresionada" con el sistema geo referencial implementado por Cornejo en su municipio.
Tras visitar Recoleta, comisionada por la directiva, "se convenció que el sistema era bueno y que funcionaba" -dice otro participante en las reuniones de la mesa- y que dado ese escenario se desvirtuaban algunos de los aspectos cuestionados por la Contraloría. Claramente, su entusiasmo no del todo compartido, o bien el temor a los efectos políticos que ya ha significado para la UDI el apoyo al edil, fueron más fuertes a la hora de decidir.
Así, quienes en su momento -hace poco más de un mes- se la jugaron por la ratificación de Cornejo como candidato a la reelección, esta vez actuaron con mayor cautela frente a las presiones de los que como el candidato a la presidencia del partido, José Antonio Kast, insistían en la necesidad de reevaluar la permanencia de Cornejo en la plantilla municipal o en aplicarle incluso algún tipo de sanción. La idea era terminar con la andanada de críticas que han llovido sobre el gremialismo y las fuertes acusaciones de doble estándar.
Incluso para salvar, si es que fuera posible, algo del capital político con el que la UDI ha crecido electoralmente hasta transformarse en el partido más grande del país.
Puntos en conflicto
Durante las horas que la directiva tardó en llegar a un acuerdo consensuado, el debate estaba centrado en dos preocupaciones. Por una parte, tener la certeza de que el famoso sistema geo referencial existe y funciona, que "no es trucho". Y la exigencia de que fuera un organismo colegiado del partido el que tomara la decisión acerca del futuro del edil de Recoleta. Todo, teniendo a mano los antecedentes de la Contraloría.
Las posibilidades eran el Comité Electoral, que por cierto aún no decide si se le pondrá o no competidor a la alcaldesa de Huechuraba, Carolina Plaza, y el Tribunal Supremo, sobre el que finalmente recayó la responsabilidad de "juzgar" a Cornejo.
Si bien tras la visita de Matthei a Recoleta quedó claro que el sistema geo referencial está implementado, la duda pasó a ser no si el sistema sirve o no, sino cómo se contrató el mismo. Fuentes del partido aseguran que para Kast, por ejemplo, la forma como se hizo "no era la adecuada" y, en consecuencia, era uno de los "elementos éticos" que deberá resolver el tribunal.
Tras conocer la decisión de la directiva, una fuente de la comisión política sostiene que pasar los antecedentes de Cornejo al TS, "por lo menos es una señal de que este tipo de cosas no van a pasar más desapercibidas en la UDI", porque en la lógica inicial de apoyar al edil, antes de que saliera el informe, "primó la postura de que no podemos tocar a los gallos que son electoralmente potentes". La misma fuente estima que la resolución de la directiva representa más la posición de Kast que la del candidato favorito a ganar las internas, el senador Juan Antonio Coloma.
El parlamentario ha señalado que frente a los casos de irregularidades hay que actuar con "prudencia" y que todos tienen derecho a la presunción de inocencia. Aunque tras conocer la decisión de la mesa Coloma se mostró satisfecho con esta definición. Postura que difiere de su retador, Kast, quien aún antes de la decisión de la mesa de remitir los antecedentes al TS, hablaba de reevaluar la ratificación de la candidatura de Cornejo.
El tribunal ante el cual Cornejo deberá presentar sus descargos está presidido por el economista de la Universidad Católica Ernesto Illanes; el abogado José Miguel Olivares en la secretaría; Juan Eduardo Ibáñez, amigo de Jaime Guzmán; Andrés Serrano, cercano al senador Pablo Longueira; e, Ignacio Astete, uno de los 40 miembros fundadores del partido y organizador, junto a Guzmán y Luis Cordero, del evento en "Chacarillas" durante el régimen militar.
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Lea el informe de la Contraloría
