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Movimiento estudiantil de Venezuela pide ayuda a Lagos para eventuales asilos políticos en Chile

Carlos Paparoni, uno de los líderes de la oposición universitaria contra Hugo Chávez, mantuvo contactos con Clarisa Hardy, miembro de la Fundación Dialoga, ONG creada por Bachelet. También lo hizo con el presidente del Senado, Jorge Pizarro y el ex ministro Sergio Bitar. Todos escucharon sus planteamientos y le habrían manifestado su apoyo. El principal articulador de los encuentros fue Aniceto Rodríguez, hijo del ex embajador de Chile en Caracas del mismo nombre. Las reuniones se producen en momentos que un grupo de parlamentarios busca viajar en calidad de misión observadora, pese a las amenazas del régimen chavista de impedirles el ingreso.


Las elecciones del próximo 26 de septiembre en Venezuela están en la mira de toda la comunidad internacional. Las milicias republicanas y campesinas  que en los últimos meses conformó el actual presidente Hugo Chávez para defender la “revolución”, generan preocupación, ya que existe la posibilidad de un  estallido armado si es que el Mandatario pierde los comicios o se desate una fuerte persecución política contra sus detractores si es que vence.

Esa preocupación fue la que escuchó el ex Presidente Ricardo Lagos en la oficina de su fundación Democracia y Desarrollo, el miércoles de la semana pasada de boca de Carlos Paparoni, un dirigente del movimiento estudiantil venezolano que ha mantenido una férrea y permanente oposición contra el ex miltar.

Uno de los puntos de la conversación con Lagos, confirmó Paparoni a El Mostrador, fue el apoyo para conseguir asilo político de dirigentes estudiantiles después de los comicios, si la situación lo ameritara.

Paparoni explicó que si bien Lagos no ocupa la Primera Magistratura, “para nosotros son importantes sus consejos, recomendaciones y apoyos, aunque sea el Presidente Piñera quien debiera tomar cualquier decisión oficial”.

“En Venezuela las situaciones de asilo que afectan al movimiento estudiantil son claras. Hay casos como el de Manuel Rosales y Nixon Moreno quienes están asilados en Perú, ya que en Venezuela se les acusa de delitos comunes en vez de delitos políticos”.

El dirigente indicó que junto a los posibles asilos, también se conversó con Lagos respecto a la existencia de observadores internacionales para las elecciones, ya que la sombra de un fraude siempre está presente.

Según Paparoni y otras fuentes que conocieron del encuentro, Lagos manifestó su apoyo y escuchó atentamente los planteamientos.

Fundaciones afines

Paparoni no sólo se reunió con Lagos. También lo hizo con el presidente del Senado, Jorge Pizarro, con la diputada María Antonieta Saa del PPD y  realizó una visita a la sede del PS, donde expusieron sobre la realidad de Venezuela.

[cita]El dirigente indicó que junto a los posibles asilos, también se conversó con Lagos respecto a la existencia de observadores internacionales para las elecciones, ya que la sombra de un fraude siempre está presente.[/cita]

El principal articulador de los encuentros fue Aniceto Rodríguez, hijo del histórico dirigente socialista del mismo nombre, quien fue embajador en Caracas.

Por esta razón también se reunieron con Claudio Herrera, ex embajador de la administración Bachelet en Venezuela y con la Fundación Felipe Herrera -ex dirigente PS y primer presidente del BID– y con la ex ministra de Planificación Clarisa Hardy, en la Fundación Dialoga, ONG que creó Michelle Bachelet una vez que dejó La Moneda.

Otro de los dirigentes con quien mantuvo contacto fue con el ex ministro y presidente del PPD Sergio Bitar, “un hombre de amplia trayectoria y transparencia moral”, dijo Paparoni.

“Hay vínculos históricos entre Chile y Venezuela. Durante el régimen de Pinochet fueron acogidos muchos chilenos, lo que demuestra la existencia de estas relaciones”, señaló el dirigente estudiantil.

Durante las reuniones también estuvo presente Yelenia González, consejera de la Universidad Central de Caracas.

La amenaza

La visita que realizó Paparoni a Chile -y que se extendió por siete días- es coincidente con el acuerdo del Senado para enviar una misión de observadores para supervigilar el proceso eleccionario, hecho que desató la ira de Chávez, calificándolos de “ridículos”, toda vez que -arengó- no les permitirá el ingreso a su país.

De hecho, luego de varios meses de deliberación –según publicó El Mercurio-   un grupo de parlamentarios chilenos ya estaría listo para viajar a Venezuela. Si bien es cierto la lista no está completada, los nombres que circulan son los de Fulvio Rossi (PS), Patricio Walker (DC) y Andrés Allamand (RN), además del diputado Gabriel Silber (DC).

Desde que Chávez llegó al poder las relaciones entre Chile y Venezuela no han sido fáciles. En 2007 el fallecido embajador DC Claudio Huepe debió renunciar a su cargo, luego que revelara al canal estatal Telesur, que el gobierno de Bachelet se abstuvo de otorgar su apoyo a Chávez en el Consejo de Seguridad de la ONU.

También está el caso del embajador Luis Palma Castillo, quien fuera nombrado por Bachelet para asumir la agregaduría de Venezuela, pese a sus vínculos con la desaparecida CNI, obligando a la Cancillería a retirar su beneplácito en 2009.

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