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La Iglesia espera que el propio Luis Eugenio Silva aclare rumores sobre supuestos abusos

El presbítero se mantiene bajo «contacto restringido para facilitar su recuperación de la depresión que lo afecta» por indicaciones de su psiquistra tratante, de acuerdo al único parte médico emitido esta mañana. Esta tarde, además, se conoció que atentó contra su vida infiriéndose cortes con un cuchillo cartonero, ingiriendo una sobredosis de medicamentos y dejando abiertas las llaves de gas de una cocina.


El sacerdote Luis Eugenio Silva se está recuperando «satisfactoriamente» en la Clínica UC San Carlos de Apoquindo, tras el intento de suicidio que protagonizó el pasado miércoles. Sin embargo, continuará bajo «contacto restringido para facilitar su recuperación de la depresión que lo afecta».

Así lo informó este viernes dicho centro asistencial a través de un comunicado, el que señala que lo anterior es por «indicaciones de su psiquiatra tratante».

El parte médico añade que la familia del sacerdote «ha solicitado privacidad y la Clínica sólo informará si existe un cambio significativo».

El obispo auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Contreras, informó el jueves último  que Luis Eugenio Silva intentó atentar contra su vida, afirmando que vive una «angustiosa situación personal», aquejado de un profundo cuadro depresivo provocado por un cáncer que lo afecta desde hace algún tiempo.

Pero ¿cómo intentó suicidarse? Según publica este viernes La Segunda, el religioso intentó asfixiarse con gas, intoxicarse con una sobredosis de fármacos y se hizo varios cortes, supuestamente con un cuchillo cartonero. Fueron estas lesiones en las muñecas y en el cuello las que pusieron en mayor riesgo su vida, principalmente por la pérdida de sangre, ya que se estima que se las ocasionó al menos una hora antes de llegar a un servicio de urgencia.

La versión del vespertino señala que fueron los funcionarios de la casa parroquial quienes se percataron del hecho tras sentir un fuerte olor a gas, luego que Silva dejara abiertos los quemadores de una cocina. Y en cuanto a los medicamentos, se indicó que corresponden a los fármacos que consume habitualmente para controlar la hipertensión arterial que padece, los que pese a haber vomitado, igualmente le causaron una descompensación.

Luego de encontrarlo tendido en el piso, lo llevaron primero hasta la Clínica Alemana de La Dehesa, y posteriormente hasta la sede del mismo centro privado de salud  en Vitacura, donde entró a pabellón y le fueron suturadas las heridas. Posteriormente fue trasladado a la Clínica UC San Carlos de Apoquindo.

“Me fui a negro”

Quienes han podido conversar brevemente con el religioso, aseguran que éste no tiene conciencia de su intento de suicidio. De hecho, ni siquiera se acordaría de los hechos, como lo relató el vicario general de la pastoral el arzobispado de Santiago, Cristián Precht.

“Él no está consciente de lo que hizo. No sé qué me pasó, no sé en qué estuve, de repente se me vino todo a negro”, le dijo.

Cartas de despedida

Tres cartas, supuestamente de despedida y para explicar su situación escribió Luis Eugenio Silva a cercanos y familiares y que ahora están en poder del Arzobispado de Santiago.

En ellas, quedaría de manifiesto el profundo estado depresivo por el que atravesaba y que justificaba el “proceso de acompañamiento” del cual dio cuenta el jueves el obispo auxiliar y vicario general de Santiago, Cristián Contreras.

No hay denuncias

Contreras insistió hoy en que el Arzobispado de Santiago no ha recibido denuncias de supuestos abusos sexuales cometidos por Luis Eugenio Silva, rumores que habrían gatillado su decisión de atentar contra su vida.

“Desde diversos medios de comunicación se ha asegurado que no existiría ningún programa que pudiera poner en suspenso su honra personal. Pero estamos en una situación kafkiana”, dijo a La Segunda.

Y también puso en tela de juicio las denuncias que se realizan a través de las redes sociales, donde han surgido distintas especulaciones respecto a la situación del religoso.

“Las redes sociales que muchos utilizan para hacer la vida más digna y esperanzadora, lamentablemente, para algunos irresponsables que se esconden en el anonimato estas redes son una plataforma para afirmaciones y juicios contra personas e instituciones, sin ningún filtro, sin ningún derecho a réplica. En Chile, hoy, es gratuito e impune adjudicar que tal persona es homosexual, pederasta, mujeriego, corrupto, inmoral”, dijo.

No obstante, Contreras dijo que será el propio Silva el encargado de desvirtuar esas versiones, “Quien deberá hacerlo, una vez que se recupere integralmente, es el mismo padre Luis Eugenio, desde su profundo dolor”, expresó.

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