En la región peruana Madre de Dios se vive una «fiebre del oro» que ha hecho que miles de mineros busquen el metal en sus ríos y afluentes, y que en el proceso erosionen la selva y viertan al agua mercurio y cianuro, según registran fotografías aéreas, análisis de universidades, ONGs internacionales e instituciones peruanas.
El presidente de la región peruana de Madre de Dios, Luis Aguirre Pastor, advirtió de que hay más de 10.000 manifestantes dispuestos a seguir este jueves las protestas en las que ha habido tres personas fallecidas y 60 detenidas.
Pastor dijo al canal N que los mineros ilegales que se enfrentaron a la policía están volviendo a colocar piquetes en las carreteras y a reunirse en torno a una estación petrolera de la empresa estatal PetroPerú.
Los mineros ilegales protestan contra la inminente entrada en vigor de una ley que penaliza con cárcel sus actividades si no regularizan su situación —formalizarse, según la terminología de la ley—, lo que teóricamente implica control medioambiental y pago de impuestos.
El representante de la Defensoría en la región Madre de Dios, Guimo Loaiza, señaló que los mineros ilegales comenzaron sus acciones violentas hoy de madrugada, cuando intentaron sitiar el aeropuerto, tomar el mercado de la ciudad y bloquear las principales calles.
La dirección regional de Educación decidió suspender las clases en las escuelas, mientras que los comercios y oficinas permanecieron cerrados en Puerto Maldonado durante la jornada.
«Estamos teniendo el control de la ciudad y no vamos a permitir que eso se vaya a mayores», declaró el ministro del Interior, Daniel Lozada, quien aseguró que no se ha contemplado la posibilidad de declarar el estado de emergencia (excepción) en la región.
Horas después, sin embargo, el ministro confirmó la muerte de tres personas y que al menos 38 resultaron heridas.
El lunes pasado se frustró una reunión entre los mineros ilegales de Madre de Dios y una delegación del Gobierno por el desacuerdo sobre el número de participantes, aunque se planteó realizar un nuevo encuentro el próximo viernes.
«El motivo de estos actos violentos es que el lunes no se ha podido concretar la reunión porque los dirigentes de los mineros exigían el ingreso de más representantes, al no ser aceptado esto, ellos se retiraron y esta sería la causa principal», señaló el representante de la Defensoría del Pueblo.
En Madre de Dios se vive una «fiebre del oro» que ha hecho que miles de mineros busquen el metal en sus ríos y afluentes, y que en el proceso erosionen la selva y viertan al agua mercurio y cianuro, según registran fotografías aéreas, análisis de universidades, ONGs internacionales e instituciones peruanas.
Reportajes de investigación de medios peruanos denunciaron en los últimos meses la presencia de mujeres y niñas prostituidas en los campamentos mineros, construidos con decenas de carpas de lona en medio de la selva y donde no hay presencia de policías, médicos ni instituciones del Estado.
