Los tres miembros del Ejército de Bolivia fueron detenidos el viernes de la semana pasada en el sector de Colchane, en la región de Tarapacá, portando un fusil de asalto Fal, de 7,62 milímetros. Según el gobierno de La Paz, se encontraban en un operativo contra el narcotráfico, contexto en el cual habrían hecho uso del armamento.
El cónsul boliviano en Chile, Ramiro de la Fuente, manifestó este viernes la «molestia» del gobierno de su país con el Ejecutivo chileno por la detención de tres soldados que hace una semana entraron armados en el norte, e insistió en que estaban realizando una misión para capturar a contrabandistas.
«Expresamos nuestra molestia de que el Gobierno de Chile no haya comprendido los alcances de esta misión y los haya remitido como delincuentes a la cárcel», dijo De la Fuente en una rueda de prensa.
Los tres miembros del Ejército de Bolivia fueron detenidos el viernes de la semana pasada en el sector de Colchane, en la región de Tarapacá, portando un fusil de asalto Fal, de 7,62 milímetros.
El diplomático boliviano sostuvo que los soldados estaban realizando una misión que se enmarca en el Plan Cerrojo, con el que se pretender perseguir a contrabandistas que operan cerca de la frontera entre ambos países.
De la Fuente reconoció que los militares dispararon el fusil que llevaban, aunque subrayó que lo hicieron «simplemente para alertar a los contrabandistas».
También relativizó el hecho que los soldados ingresaran a territorio chileno porque, según dijo, en esa zona es difícil delimitar la línea fronteriza.
«Los soldados pasaron la frontera y exactamente son alrededor de 600 metros nada más, pero es muy difícil delimitar en ese sector la línea de frontera», sostuvo.
«No existe una línea claramente definida, entonces ustedes se darán cuenta que en un lugar tan despejado, sobrepasar dos kilómetros (…) es totalmente insignificante», agregó el cónsul boliviano.
Los tres soldados bolivianos están recluidos en una cárcel en Alto Hospicio, a 1.800 kilómetros al norte de Santiago, mientras se realizan las investigaciones, que podrían extenderse unos quince días.
El presidente boliviano, Evo Morales, también ha defendido en los últimos días que los militares eran parte de una patrulla que realizaba un operativo contra contrabandistas de vehículos indocumentados.
