
Las críticas internas que cercan a Cristián Cox en la Facultad de Educación de la UC
Hasta el 8 de enero del próximo año, el decano de la Facultad de Educación de la Universidad Católica deberá llevar adelante su cargo. Sin embargo, puertas adentro llueven las quejas por su conducción, a la que tildan de autoritaria y alejada de la realidad que vive el país. Su vinculación al mundo político –fue cerebro del Mineduc en buena parte de los gobiernos de la Concertación– lo aleja del mundo académico y una encuesta sobre el clima laboral interno de la universidad dejó a su facultad en el lugar 17 de un total de 18.
El 1 de agosto pasado, una circular llegó a los correos de los académicos de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica. En él se detallaba que el doctorado en Educación quedaba sin acreditación. Una nota de El Mostrador ya había puesto en alerta a los académicos sobre la situación.
Según fuentes internas de la Universidad, los papeles llegaron tres días tarde a la sede de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y por eso el doctorado –uno de los más prestigiosos en su ámbito– tuvo que esperar una ventana nueva para reparar el error técnico; proceso que se abrió el 1 de este mes.
Pero el error técnico no solo se quedó en la anécdota. Al interior, hizo palpitar la molestia que existe hace meses con el decano de la Facultad de Educación de la PUC, Cristián Cox, que tuvo un papel importante en las políticas que los gobiernos de la Concertación implementaron en materia educacional, antes de la llegada de Piñera a La Moneda. Durante los 90 dirigió los programas MECE del Ministerio de Educación de Chile, y de 1998 a 2006 dirigió la Unidad de Currículum y Evaluación de ese Ministerio, a cargo del currículum, los textos y el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE).
FLANCO INTERNO
Pocos días después del error ante la CNA, otro mail firmado por Cox llegó hasta los correos de los funcionarios. En él Cox daba cuenta de un documento sobre el clima laboral interno de la universidad, donde en términos de comparación con el resto de las facultades, ordenadas de mejor a peor clima laboral, la suya ocupaba el lugar 17 entre 18.
[cita]Según cuenta un académico, “la notoria ausencia de esta facultad en el debate sobre educación, debate que el país viene realizando desde las movilizaciones estudiantiles del año 2011, se relaciona con el hecho de que Cristián Cox es un reconocido arquitecto del modelo educacional diseñado y administrado por la Concertación. “Abrir el debate sería como cuestionarse a sí mismo y a su propia criatura”, señalan. Y una académica suma una sentencia: “Su conducción ha sido descuidada. Se ha construido todo hacia adentro, encapsulado, sin ningún aporte a las políticas públicas”.[/cita]
Entre las características menos votadas por los trabajadores estaban la comunicación (52%) y la recompensa (47%).
“La situación del clima interno es responsabilidad de Cox y de su forma de ejercer su cargo. Es autoritario y además un tecnócrata. Más cercano a un político; y esta es la facultad de Educación más importante del país”, comenta un profesor, que también señala que uno de los resquemores con Cox es que no es un “académico de carrera y llegó a la Facultad de Educación de la PUC producto del desembarque que altos funcionarios del Ministerio de Educación tuvieron que realizar tras el triunfo de Sebastián Piñera”.
Después de conocida la encuesta sobre clima laboral, varias fuentes lo sindican a él como el responsable de dicho mal clima interno, por las divisiones que provoca su estilo de liderazgo “claramente no académico sino que más bien político-clientelista», señala un académico que suma argumentos: «Es un error gravísimo su incapacidad de liderar una facultad para los requerimientos de este tiempo, no dirige la facultad en torno a una idea país, sino que sólo se limita a administrar la ejecución de proyectos y a administrar sus máquinas de poder».
Al interior de la facultad, todos reconocen su red de influencia y vinculaciones con el poder, no solo por los cargos que ejerció en los gobiernos de la Concertación. Su hermano José Cox es uno de los empresarios del círculo cercano de Sebastián Piñera y a quien el mandatario escucha con atención en caso de tomar alguna decisión.
Ex asesores del Ministerio de Educación señalan que siempre fue reconocido por los ministros de la época, como Sergio Bitar y Mariana Aylwin, y sus opiniones fueron de peso en la línea que construyó la Concertación. También su esposa, Rosita Puga, fue jefa de la División General del Mineduc. “Hizo un buen trabajo técnico en la unidad de currículum, que era el cerebro del Ministerio en esos años. Fue el que logró poner la doctrina de que el eje estaba en los aprendizajes, pero, claro, también recibió críticas por ser muy técnico”, señala una fuente que conoció su trabajo en aquella secretaría de Estado.
EL PODER DE LA PUC
Hay quienes critican a Cox desde su llegada, ya que acompañó al antiguo decano, el físico Francisco Claro, en su repostulación al cargo, donde Cox sacó ventaja y se convirtió en el decano “prometiendo un nuevo enfoque que nunca se cumplió”, comenta un académico. Además, Cox llegó de la mano de Claro, por lo que muchos leyeron ese proceso eleccionario como una traición que dejó herida y fracturada a la facultad. Cox se convirtió en decano en enero de 2012.
La Facultad de Educación de la PUC es sin duda una de las más importantes escuelas de educación en el país. Con más de 70 años de historia, ha formado a más de 20 mil docentes y su programa de doctorado –hasta ahora el más prestigiado del país– ya suma el egreso de más de 90 doctores en ciencias de la educación. La Facultad cuenta con una infraestructura privilegiada y está vinculada a los poderosos centros de investigación y medición CEPPE y MIDE-UC, a la red de colegios particulares EDUCA-UC y a la agencia acreditadora Qualitas. Recibe en general a los estudiantes con mejores puntajes de ingreso a la universidad que quieren estudiar Pedagogía, lo que le asegura de entrada un buen rendimiento en la Prueba Inicia por su estrecho vínculo con la PSU. Se trata de una facultad que, a través de sus autoridades y muchos de sus académicos más renombrados, ha colaborado con el proceso de transformación que ha sufrido el modelo educacional chileno desde la década de los 70 hasta ahora.
De hecho, según cuenta un académico, “la notoria ausencia de esta facultad en el debate sobre educación, debate que el país viene realizando desde las movilizaciones estudiantiles del año 2011, se relaciona con el hecho de que Cristián Cox es un reconocido arquitecto del modelo educacional diseñado y administrado por la Concertación. “Abrir el debate sería como cuestionarse a sí mismo y a su propia criatura”, señalan. Y una académica suma una sentencia: “Su conducción ha sido descuidada. Se ha construido todo hacia adentro, encapsulado, sin ningún aporte a las políticas públicas”.
El Mostrador intentó comunicarse con Cristián Cox, pero no fue posible.