Humberto Toro, gobernador de la provincia de Arauco, ubicada en la región del Biobío, atribuyó el atentado a delincuentes ligados al robo de madera y no a los mapuches, que desde hace años reclaman la propiedad de tierras que consideran ancestrales, y dijo a los periodistas que con estos ataques buscan «desestabilizar» esa zona.
Carabineros reforzó este lunes la vigilancia en los alrededores del fundo San Guillermo, en la región sureña del Biobío, tras el ataque incendiario que unos 30 encapuchados perpetraron el domingo y cuyos daños fueron evaluados en unos 500 millones de pesos (unos 793.000 dólares).
Según el parte de Carabineros, los sujetos amenazaron con armas de fuego a los trabajadores del predio, situado a unos cinco kilómetros de la localidad de Cañete, y procedieron a incendiar tres galpones, maquinaria agrícola y las cámaras de seguridad, entre otros.
Durante el atentado, los encapuchados dieron un plazo de 48 horas a los dueños del terreno para dejar el lugar.
Humberto Toro, gobernador de la provincia de Arauco, ubicada en la región del Biobío, atribuyó el atentado a delincuentes ligados al robo de madera y no a los mapuches, que desde hace años reclaman la propiedad de tierras que consideran ancestrales, y dijo a los periodistas que con estos ataques buscan «desestabilizar» esa zona.
Desde los años noventa estas áreas se han convertido en escenario de violentos enfrentamientos, que han significado la muerte de varios comuneros, policías y agricultores, además del enjuiciamiento y condena de varias decenas de mapuches acusados de asaltos e incendios de propiedades agrícolas, bosques, vehículos y maquinaria.
