«Me pareció increíble que, cuando fue electa esta directiva y la prensa saca currículos de tres o cuatro integrantes de ella que no daban el ancho, los cambiaran dudosamente. Aún estando dentro del reglamento, fue una elección gangsteril, como lo dije en su minuto», apunta el timonel de O’Higgins de Rancagua.
El dueño de O’Higgins de Rancagua, Ricardo Abuhomor, critica duramente la conducción que ha tenido el fútbol profesional en el último tiempo, apuntando sus dardos a la directiva que encabezó Sergio Jadue y a la forma en cómo llegó a la ANFP que fue «una elección gangsteril».
En entrevista con La Tercera, Abumohor sostiene que «me pareció increíble que, cuando fue electa esta directiva y la prensa saca currículos de tres o cuatro integrantes de ella que no daban el ancho, los cambiaran dudosamente. Aún estando dentro del reglamento, fue una elección gangsteril, como lo dije en su minuto».
Explica que desde un comienzo fueron opositores a la gestión de Jadue, porque no les gustó la forma en cómo llegó a la presidencia de la ANFP.
«Teníamos una directiva exitosa, con virtudes y defectos y cosas para corregir, sin lugar a dudas (se refiere a Harold Mayne-Nicholls). Pero no supimos mantener lo positivo y corregir lo negativo. La forma fue mal parida. Mandamos una carta a los clubes antes de la reelección de Jadue, que, si la hubieran leído, a lo mejor Sergio no estaría pasando por lo que está pasando. Hubiese tenido cuatro años exitosos, hubiera estado económicamente tranquilo. Dan una pena atroz este tipo de decepciones. Con todos los elementos que están saliendo a la luz, y que estamos recién empezando a ver, hay que tener fuerza y valentía para reconocer los errores que cometimos. Y me incluyo», mencionó.
Y agrega que «pasarle la ANFP a Jadue fue entregar una pistola a un niño», precisando que pudo haberse asesorado bien y una fiscalización adecuada, apuntando también a parte de la prensa que «no profundizó, y al Consejo de Presidentes, que nunca analizó nada. Escuché una declaración de un presidente que decía que “teníamos temor”. Eso ya me transtorna y me vuelve loco. Me siento culpable por no haberme involucrado».
En cuanto a la forma que la dirigencia pueda recobrar la confianza, Abumohor señala que eso se logra con actos de reconocimiento, de verdad y de perdón y «no estar hablando de candidatos que se presentan por aspiraciones. Hay algunos que me han llamado por teléfono para ver si les damos el apoyo. No estamos entendiendo nada. Hoy, lo que corresponde, es juntarlos a todos y que hablemos con las dos manos de frente, con respeto. Pero no digamos que fuimos sorprendidos, que nos engañaron, como he escuchado en personas inteligentes, a las cuales puedo llegar a tenerles mucho respeto».
Sus dardos también apuntan a Jaime Estévez, ya que «decir “nos engañaron” es colocarse el escudo de pelotudos en la camiseta. Está bien que cometamos errores, pero somos personas inteligentes. Quisiera aportar a convocar, decir ‘dejémonos de huevadas’, reconozcamos en lo que nos equivocamos, pidámonos perdón. Los invito a una noche de reflexión en el Monasterio Celeste para que nos digamos las cosas».
El timonel de O’Higgins explicó que es necesario reformular los estatutos que rigen la ANFP, puesto que se requiere de nuevas regulaciones porque «no podemos ser los dirigentes deportivos los que no avancemos. Jadue salió porque había cuestionamientos por distintas cosas. El líder era Segovia, que todavía maneja a Unión Española desde afuera. Entonces, vamos a colocar a los mejores, vamos a reformar los estatutos, a poner exigencia y a dar transparencia. La gente no tiene por qué creer. Hay que darle pruebas de suficiencia».
En ese sentido, señaló que el fútbol chileno tiene que modernizarse y profesionalizarse, añadiendo que «la fuerza la va a tener el Consejo. Por supuesto que no la va tener si actuamos como en los últimos cuatro años, donde todos nos entregamos sin analizar. No hubo fiscalización . Si personas a las que se les encargó una investigación dicen “no me entregaron los suficientes documentos”… Pero qué vergüenza, por favor. Si no te entregaron los documentos que requerías, denúncialos. No me vengan con que no sabían, que yo creía, que nos engañaron. Aquí no hay niños de pecho».
