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Darío Paya analiza el fenómeno Trump: “Se instaló en amplios sectores la convicción de que los partidos tradicionales no van a cambiar nada” Ex embajador en la OEA y cercano al Partido Republicano

Darío Paya analiza el fenómeno Trump: “Se instaló en amplios sectores la convicción de que los partidos tradicionales no van a cambiar nada”

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El ex diputado UDI, muy vinculado a la política norteamericana, reconoce que para los medios Trump ha resultado irresistible. Incluso los que lo detestan no pueden dejar de «consumir» Trump. No obstante, evalúa negativamente el fenómeno para el Partido Republicano y advierte que la próxima Convención de ese sector será clave para seguir respaldándolo o dejarlo caer, pero agrega que en cualquier escenario los costos serán altísimos.


Hace más de tres años –según explica– no concede una entrevista, a pesar de que muchos medios han insistido en pedírsela sobre distintos temas. De hecho, para esta misma conversación tuvo reparos en un principio pero, como la temática le apasiona, decidió romper “la virginidad”, como él mismo señala. ¿El desafío? Hablar del fenómeno que a nadie deja indiferente en la política mundial: Donald Trump.

El ex diputado UDI Darío Paya estuvo viviendo los cuatro años del Gobierno de Sebastián Piñera en Estados Unidos, como embajador de Chile ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y ahí generó lazos con representantes del Partido Republicano, los que se han afianzado desde que regresó al país en 2014 para presidir la Fundación Leadership Institute Chile.

Según cuenta el ex parlamentario, “tengo una relación permanente con ellos, voy varias veces al año a enseñar en seminarios de ellos en Estados Unidos y tengo un vínculo cotidiano con la política gringa”.

Como le pasa a la mayoría de las personas, no tiene un recuerdo exacto de cuándo comenzó a escuchar de Donald Trump o la primera vez que lo vio, pero desde décadas que lo asocia a las páginas sociales, la farándula y mucho más. “Su principal actividad siempre ha sido explotar la marca Trump, por lo tanto, no es raro que hayamos escuchado Trump toda la vida. Trump no es solo edificios, hoteles y casinos, hay cigarros Trump, hay perfumes Trump, hay corbatas Trump y todo lo que se te ocurra, es una marca omnipresente”, explica.

Paya recalca que Trump es un maestro en el arte de exagerar y recuerda cómo, por ejemplo, suele inflar el tamaño de su fortuna como una de sus tantas herramientas de autopromoción que, para muchos, ha sido una estrategia exitosa para convertirse en una opción real en pos de presidir la primera potencia mundial.

“Creo que Forbes el año pasado le tomó una radiografía, y mientras él decía, por ejemplo, que su patrimonio era de 8 millones de dólares, Forbes (experto en calcular fortunas) le dijo que no, que era de 3 millones. Pero él retruca y les dice que solo la marca Trump vale 5 millones de dólares… bueno, lo que queda claro es que su marca le sirve”, señala Paya.

Sin embargo, el ex embajador establece una distancia inmediata a la hora de ponerse en el escenario de que efectivamente Trump llegase a la Casa Blanca. Asegura que especulaciones de esa índole son del todo prematuras, no obstante, advierte que “los países son bastante a prueba de los muy malos presidentes. No sale gratis tener malos presidentes y de eso tenemos ejemplos por todos lados”, recalca.

Consultado respecto del contexto histórico-político que permite el surgimiento del fenómeno Trump, el ex embajador de la OEA plantea que son varias hebras distintas y que algunas deberían resultar conocidas para nosotros.

“En la raíz está la económica, el cansancio de un país frente al discurso socialdemócrata de que crecer al 2 y al 3% es algo con lo que ‘se deberían conformar’, cuando en esa realidad eso condena a una parte enorme de la población a crecer cero. Cuando se abandona la ética del crecimiento para acomodar a la clase política, te despiertas súbitamente con Trump y Bernie Sanders”, afirma.

Respecto de las otras hebras, el ex parlamentario UDI apunta a “la de la incertidumbre por la pérdida de control fiscal –cuando tu déficit crece un billón de dólares al día y la ‘solución’ es endeudarte hasta la camisa con China, no es para estar tranquilo–. Y por la pérdida de control de tu frontera –cuando físicamente se ‘te cuela’ un millón de personas al año por la frontera sur–… Un gran humorista gringo lo resumió así: Trump es un síntoma lamentable de un problema que es muy real. Por eso las recetas a veces horribles –con tintes xenófobos– y a veces absurdas, que solo pueden empeorar el cuadro, como el ‘proteccionismo con gratuidad’ de Bernie Sanders o el ‘proteccionismo con muralla’ de Trump”.

No obstante, también Darío Paya apunta a una hebra estrictamente política: “Se instaló en amplios sectores la convicción de que los partidos tradicionales no van a cambiar nada. Ese cansancio tiene en jaque a los republicanos con parte de sus bases, que les dieron mayorías en ambas cámaras y no han visto ningún cambio. La cuenta no se la pasan a Obama. Para muchos republicanos, la opción por Trump equivale a ‘mostrarle el dedo del medio’ a su propio partido”.

Una estrategia simplista pero…

Más allá de los cuestionamientos a la figura de Trump, muchos analistas políticos han evaluado como exitosa las herramientas, a veces agresivas, que ha utilizado el empresario en su campaña. Para Darío Paya, “como ‘estrategia’ es básica y simplísima. Tomó las posiciones centrales de Ted Cruz, las planteó en versión extrema y le agregó sus infinitos puntos de rating. Para los medios Trump ha resultado irresistible. Incluso los que lo detestan no pueden dejar de «consumir» Trump. Tratando de aplicarle alguna categoría tradicional de análisis, supongo que hay que reconocerle una dosis de ‘disciplina comunicacional’, una mezcla no vista de incontinencia en lo que dice, pero sin salirse nunca de su tema”.

Darío Paya

Ex diputado UDI Darío Paya

No obstante, Paya advierte que Trump no tiene campaña en un sentido tradicional. “No tiene equipo de terreno. Sigue sin jefe de campaña. Suena absurdo, pero su campaña no tiene plata. La primaria casi se la ganan por secretaría, por no hacer la pega. Y en la convención le pueden armar un enredo”, advierte el gremialista.

El ex parlamentario UDI además revela un dato increíble, que grafica simultáneamente el caos y la potencia comunicacional de su campaña: “Trump domina la escena desde hace un año, pero su primer comercial pagado de TV fue recién en enero de este año, meses después que sus rivales. Y el tema del spot fue la ‘muralla’ de la que venía hablando desde 6 meses antes, pero que después de los atentados en París ‘mutó’ de una muralla puramente de proteccionismo económico, a una que también es de ‘seguridad nacional’”.

[cita tipo= «destaque»]Respecto de las otras hebras, el ex parlamentario UDI apunta a “la de la incertidumbre por la pérdida de control fiscal –cuando tu déficit crece un billón de dólares al día y la ‘solución’ es endeudarte hasta la camisa con China, no es para estar tranquilo–. Y por la pérdida de control de tu frontera –cuando físicamente se ‘te cuela’ un millón de personas al año por la frontera sur–… Un gran humorista gringo lo resumió así: Trump es un síntoma lamentable de un problema que es muy real.  Por eso las recetas a veces horribles –con tintes xenófobos– y a veces absurdas, que solo pueden empeorar el cuadro, como el ‘proteccionismo con gratuidad’ de Bernie Sanders o el ‘proteccionismo con muralla’ de Trump”.[/cita]

Un republicano problema

Según explica Paya, la ironía es que Trump se ha pasado su vida fundamentalmente votando y apoyando económicamente a candidatos demócratas, incluida la propia Hillary Clinton, “y ahora creo que el principal aliado de Trump, y lo que le puede evitar un resultado electoral épicamente humillante, es Hillary Clinton y su propia impopularidad. Ella es el segundo candidato peor evaluado en toda la historia de los EE.UU., después de Trump”, manifiesta.

Paya recalca que aún así el movimiento «Cualquiera menos Trump» sigue metiendo ruido entre los republicanos y “sin lugar a dudas intentarán plantearle un desafío durante la Convención a finales de julio. Yo creo que no van a prosperar, pero hay una porción enorme del Partido Republicano que aceptaría ya un resultado con Hillary de Presidenta si se les permitiera mantener Senado y Cámara en manos Republicanas”.

En esa misma línea, el ex diputado advierte que para la próxima Convención republicana se puede dar un escenario difícil de predecir, pero además en cualquier dirección complejo. “Veo al partido entre dos opciones muy fregadas: por una parte con Trump de candidato, el riesgo de un resultado catastrófico al estilo del año 64 para los republicanos o el 72 para los demócratas, cuando no llegaron al 40%. Pero, por otro lado, la tentación de desbancarlo en la Convención les puede significar un desastre como el de 1912, cuando el bloqueo a Theodore Roosevelt hizo que este se fuera del partido, partiéndolo en dos”.

Paya reconoce que el Partido Republicano ya ha tenido que pagar un costo “enorme” por levantar el fenómeno Trump y que este solo beneficia a sus opositores.

“La verdad es que, si mirabas la foto del conjunto de candidatos republicanos en las primarias, veías un rango importante: un gobernador hijo de inmigrantes de India (Jindal), dos senadores hijos de inmigrantes latinos (Rubio y Cruz), una mujer cuyas credenciales se construyeron en Silicon Valley (Fiorina), un senador ‘libertarian’ muy sólido y popular (Rand) y varios gobernadores de Estados que acá llamaríamos ‘de clase media’ (Walker de Wisconsin, Christie de New Jersey y Kasich de Ohio). Todo eso se lo comió un personaje que calza perfecto con la caricatura que la izquierda lleva décadas construyendo de los republicanos”, señala.

Para el presidente de la Fundación Leadership Institute Chile, tanto la campaña de Trump como la de Clinton seguirán siendo agresivas. Según explica, eso es en parte consecuencia “de la lógica perversa del voto voluntario –en que basta con atacar al otro para disuadir a sus votantes de ir a votar–. Y, en parte, lo serán porque ambos candidatos tienen récords históricos de percepción negativa”.

Trump, el mundo y el resultado

La derecha está volviendo al poder en la región con los triunfos de, por ejemplo, Mauricio Macri en Argentina o Pedro Pablo Kuczynski en Perú e, incluso, en los últimos comicios en España el Partido Popular, de Mariano Rajoy, logró una importante victoria; sin embargo, para Darío Paya cualquier relación de estos hitos con la situación de Donald Trump sería “forzada”.

No obstante, donde sí reconoce una relación con el empresario norteamericano es con lo ocurrido con el triunfo del Brexit en Inglaterra. “Evidentemente Trump trata de aprovechar esta coyuntura. Claramente la ‘muralla’ de Trump tiene una inspiración que tiene ecos profundos en Europa. Pero creo que más puede haber influido la retórica de Trump en el resultado en Inglaterra que viceversa”, sostiene.

Con todo, según reconoce el propio Paya, “predecir cualquier cosa que involucre a Trump obliga a decir que, hasta acá, nada de lo que ha pasado con él era predecible. Dicho eso, lo lógico es esperar que pierda y por un margen considerable. Eso dicen las encuestas. Eso dicen también –y se equivocan mucho menos– las casas de apuestas. Hoy tienes que apostar más de 3 dólares por Hillary para ganar 1. En cambio, si apuestas 1 por Trump puedes ganar 3”.

Sin embargo, advierte que hay que tener mucho ojo con el «tercer candidato», del partido «libertarian».

“Gary Johnson fue un brillante gobernador republicano, reelecto cómodamente en Nuevo México, que lleva en dupla como vicepresidente a William Weld, también ex gobernador republicano reelecto con una votación récord nada menos que en Massachussets. No van a ganar, pero creo que, al final del día, al igual que Bill Clinton –que no habría sido electo sin las candidaturas «por fuera» de Ross Perot el 92 y el 96–, Hillary le va a ganar a Trump por menos votos de los que obtendrá esta dupla de republicanos que compiten por fuera”, sentencia.

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