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Bloomberg destaca el cinismo, confusión y apatía en elecciones del próximo domingo Agencia estadounidense critica «escándalos» previos a municipales

Bloomberg destaca el cinismo, confusión y apatía en elecciones del próximo domingo

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«Nuevas regulaciones han limitado la propaganda política en las calles y casi medio millón de votantes quedaron registrados con domicilios erróneos, lo que obligó a la renuncia de la ministra de Justicia Javiera Blanco el miércoles. El resultado: cinismo, confusión y apatía», publicó.


La compañía estadounidense que ofrece software financiero, de datos y noticias, se refirió a los hechos que han ocurrido en Chile previo a las elecciones municipales del domingo. Luego del error en el padrón electoral que modificó los domicilios de sufragio de más de 400 mil personas, Bloomberg publicó que «casi todos los partidos políticos vieron manchada su reputación por escándalos de financiamiento, en tanto los políticos enfrentan dificultades para responder a tres años del crecimiento más lento desde la década de 1980. Al mismo tiempo, nuevas regulaciones han limitado la propaganda política en las calles y casi medio millón de votantes quedaron registrados con domicilios erróneos, lo que obligó a la renuncia de la ministra de Justicia Javiera Blanco el miércoles. El resultado: cinismo, confusión y apatía».

Además, el sitio web anticipó que «el estado de la política chilena quedará determinado el domingo no por cuál sea la coalición más votada por la gente en las elecciones municipales, sino por cuántas personas se tomen la molestia de ir a votar».

«No voy a votar porque se equivocaron y estoy registrado en otra ciudad, pero no iba a votar de todos modos porque no me gusta ninguno de los candidatos, todos los políticos son malos y no se puede creer en ninguno”, dijo Raúl Navarro, un taxista de 52 años de Santiago, según publicó la agencia.

Asimismo Bloomberg aseguró que la «disconformidad con los políticos se evidencia en un momento de crecientes demandas sociales. Cientos de miles de personas tomaron las calles en agosto para pedir mejores pensiones, pocos años después de protestas similares de los estudiantes que reclamaban educación gratuita para todos –una política que se está implementando solo gradualmente–. Los votantes siguen interesados en los cambios, pero no les importan los partidos que definieron la política chilena desde el retorno de la democracia hace 26 años».

«Solía votar por el Partido Demócrata Cristiano, pero ya no lo hago”, dijo Ricardo Valdivia, que a los 66 años todavía tiene que trabajar para completar su magra pensión, según publicó la agencia.

«Los candidatos han preferido no identificarse con sus partidos políticos para no verse perjudicados por la baja popularidad y la poca legitimidad de estos», dijo Robert Funk, analista político de la Universidad de Chile. «Todo el mundo –los votantes, los medios, los políticos– está contribuyendo para socavar la legitimidad de los partidos políticos y esto daña la calidad de nuestra democracia», agregó.

Bloomberg argumentó que «los escándalos de financiamiento, en los cuales empresarios destacados supuestamente financiaron a los partidos políticos a través de facturas falsas por trabajos que nunca fueron realizados, llevaron al Gobierno a tratar de sanear la política. Una ley aprobada el año pasado reforzó la reglamentación sobre financiamiento, aseguró una mayor transparencia de las finanzas de los políticos y frenó la propaganda política. En muchos barrios de Santiago, las calles están desprovistas de carteles electorales, ya que la nueva reglamentación prohíbe a los candidatos pegar su foto en cualquier pared disponible o colgarla de los cables de la electricidad».

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