El sacerdote católico jesuita dijo que «denigra a la sociedad» hacer que las personas mueran en la cárcel.
El sacerdote católico jesuita Fernando Montes volvió a sacar la voz en favor de los presos de Punta Peuco, condenados por violaciones a los derechos humanos y crimenes de lesa humanidad durante la dictadura de Augusto Pinochet.
«No estoy hablando de indultos, sino que estoy pidiendo que haya condiciones dignas para morir y para cuidar a las personas en estado terminal», dijo Montes en El Mercurio, quien además advirtió que «no hacer eso denigra a una sociedad». Desde que inició el presente año, tres internos con enfermedades terminales han fallecido al interior del penal.
Además Montes indicó que «el castigo (debe) permitir la reinserción; porque si no, huele a venganza. Y eso vale para todos los presos».
«El juez Baltazar Garzón dice que a él le parece que nadie debería morir en la cárcel. Eso quiere decir que en cierta manera, cuando (la persona) ya está moribunda, se pierde la finalidad del castigo», concluyó Montes.