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La meritocracia de San Damián: los parientes de Piñera que se instalan en La Moneda Hasta el momento son cuatro los miembros del clan Chadwick que han entrado al Gobierno

La meritocracia de San Damián: los parientes de Piñera que se instalan en La Moneda

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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El más conocido e influyente es su primo Andrés Chadwick en el Ministerio del Interior, que tendrá en el Ejecutivo a dos de sus hijos, a su nuera y a su histórico socio, el abogado Luis Hermosilla. En la administración anterior del actual Mandatario, ocuparon puestos la hija de este y su sobrina, hija de Herman Chadwick.


Lleno de ideas para renovar la política desde su nuevo rol como senador por La Araucanía, Felipe Kast anunció un proyecto de ley por televisión, en el contexto de la transmisión del cambio de mando: «Hay una ley que queremos enviar y probablemente sea una de las primeras señales, donde se prohíban los familiares de los parlamentarios y de los ministros en cargos públicos designados a dedo”, anunció Kast.

Pero rápidamente la periodista Constanza Santa María le recordó que en La Moneda hay familiares de Piñera designados sin concursos ni sorteos.

El más visible e influyente es Andrés Chadwick Piñera, quien ya fue vocero en el Gobierno anterior del actual Jefe de Estado, y ocupó asimismo, en dicha administración, el cargo de ministro del Interior, que ha vuelto a ejercer ahora. El Presidente, quien aparecía en la vereda opuesta a su primo, cuando Chadwick era partidario acérrimo de Pinochet, se acercó a través de él a la UDI, mientras se fraguaba la primera campaña que lo llevó a La Moneda. Luego, su habilidad política y redes transversales lo convirtieron en el brazo derecho del Mandatario.

Uno de sus  hijos, Andrés Chadwick Costa, de 33 años, trabajó fuerte durante la última campaña de Piñera. Fue el creativo detrás de la estrella tricolor que acompañó a los carteles de la contienda electoral y del eslogan de los “tiempos mejores” que, a favor o en contra, se convirtió en una marca. Chadwick hijo y su agencia Tregua ganaron notoriedad cuando crearon la campaña de precandidato para Andrés Allamand en 2013, protagonizada por una rana, Darwin.

Luego de su exitosa colaboración en la campaña pasada, se quedó en el equipo de producción del cambio de mando, puesto por el cual recibió, desde el 23 de enero hasta el 11 de marzo, un sueldo bruto de $3.333.333. Ahora, al igual que su padre, seguirá en La Moneda, en su caso como jefe de Programación en Palacio, un puesto que en el Gobierno anterior ocupó su prima, María Irene Chadwick Larraín, hija de su tío Herman Chadwick Piñera.

Muy cerca de Chadwick Costa estará su esposa, Josefa Solar Larraín, periodista de la Universidad Diego Portales, que fundó la agencia Solar & Nielsen y trabajó durante la campaña en la generación de contenidos digitales y el manejo de redes sociales, la misma función que realizará en la actual administración de Gobierno.

Del Senda a Medio Ambiente

Un rol algo más político tendrá Camila Chadwick Costa, hija también de Andrés Chadwick y María Victoria Costa. Periodista de profesión, será jefa de gabinete de Marcela Cubillos, ministra del Medio Ambiente y esposa del senador Andrés Allamand, con quien, mientras este fue ministro de Defensa, Camila trabajó.

Luego, Camila Chadwick se quedó en el Gobierno de Bachelet como encargada nacional de comunicaciones del Senda, la agencia gubernamental antidrogas. Su tía María Teresa Chadwick, militante PS, fue directora de ese organismo durante los gobiernos de la Concertación, cuando se llamaba Conace.

Este cruce funciona como una postal de la familia Chadwick, un clan que suma más de 50 personas repartidas en los dos grandes bloques políticos.

En particular, los Chadwick Piñera son hijos del matrimonio entre Herman Chadwick Valdés y Paulette Piñera Carvallo, tía del actual Presidente de la República. Herman Chadwick Valdés amasó un importante patrimonio como Conservador de Bienes Raíces de Santiago desde 1977 a 2000. De esta manera, adquirió en 1953, cuando era notario, un predio de dos hectáreas en el sector de San Damián en Las Condes, convertido en la parcela donde se reúnen todos para fiestas y celebraciones y que, a pesar de estar enclavada en uno de los barrios más caros de Chile, en un momento –antes de su regularización– pagaba contribuciones como las de un predio agrícola cercanas a los $32 mil cada tres meses, gracias a la Ley 17.335. El avalúo comercial del enclave supera los 4 millones de dólares.

El abogado y ex socio

Aunque trabajaron juntos durante la exitosa campaña para la alcaldía de Santiago de Felipe Alessandri, Chadwick y su prima María Irene no se van a encontrar en La Moneda, ella seguirá en su agencia Vía Central, que fundó con su experiencia en el anterior Gobierno de su tío, junto a la ex jefa de prensa histórica de Piñera, Carla Munizaga, quien hasta ahora no está considerada en la actual administración.

Quien tampoco está considerado y probablemente estará lo más lejos posible del Gobierno es Herman Chadwick Larraín, hijo de Herman Chadwick Piñera, que está a punto de recibir una sentencia en un juicio abreviado por su actuación como síndico de quiebras en la liquidación de los bienes de la familia Wiesner, que dio origen al caso Caval. Chadwick podría quedar suspendido como síndico por ocho años. Su perfil, al límite de la ley haciendo negocios, genera anticuerpos en La Moneda.

No hay un impedimento legal para que el Presidente pueda contratar familiares en estos puestos. Tampoco amigos o ex socios, como sucede con el abogado Luis Hermosilla, que tomó el control de los casos relacionados con atentados en La Araucanía, donde Interior es querellante. Chadwick y Hermosilla fueron durante años socios en el mismo estudio de abogados.

El otro emprendimiento de Andrés Chadwick con Hermosilla fue junto a Pablo Longueira. Juntos formaron la consultora LCH&H, con la finalidad de entregar asesorías a empresas y organizaciones civiles. Su objetivo: que los proyectos sean bien recibidos por las comunidades, en el marco de «un país que vive hoy un momento de gran trascendencia en las decisiones políticas que se están afrontando».

Sin embargo, el negocio no prosperó como esperaban, de modo que les costó cerrar acuerdos. Por esta razón, los socios decidieron acercarse a Enrique Correa, el dueño de Imaginacción. Hasta ahí todo parecía ir bien encaminado. Incluso, ambas partes firmaron un acuerdo de entendimiento para atender clientes en conjunto. Pero el negocio prendió las alarmas del mundo político y disolvieron la sociedad antes de que comenzara a funcionar.

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