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Gobierno se juega el todo por el todo: Identidad de género fue aprobada en la Cámara de Diputados PAÍS

Gobierno se juega el todo por el todo: Identidad de género fue aprobada en la Cámara de Diputados

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El Ejecutivo activó un fuerte despliegue en el Congreso para conseguir los votos oficialistas díscolos y asegurar la aprobación del emblemático proyecto de ley que se tramita hace más de 5 años. Pese al lobby evangélico que se hizo sentir en el Legislativo, la iniciativa fue aprobada por 95 votos a favor y 46 en contra la iniciativa. Diputados oficialistas que rechazaron la ley ahora amenazan con reserva de constitucionalidad [ACTUALIZADA]


Luego de más de 5 años de discusión, la Cámara de Diputados despachó esta jornada el proyecto de ley de Identidad de Género, en una histórica votación con 95 a favor y 46 en contra para la iniciativa que permite el cambio de sexo registral para los adultos y los adolescentes entre 14 y 18 años.

En cambio, el punto que ya había sido rechazado en el trámite previo en el Senado, el procedimiento para los menores de 14 años, tampoco tuvo acogida en la Cámara de Diputados, y fue desestimado por 73 votos a favor y 66 en contra.

La votación superó largamente los pronósticos (tras el pareo de los diputados de la ex Nueva Mayoría, Loreto Carvajal y Raúl Leiva, el quorum bajó a 87 votos), pero en esta oportunidad lo que más llamó la atención fue cómo el Gobierno se jugó a fondo por la aprobación del proyecto, pese al rechazo que despertaba en el mismo seno del oficialismo. En contrapartida, otro hecho ineludible fue el fuerte despliegue del lobby evangélico, que recibió duras críticas por parte de parlamentarios de oposición en sus intervenciones.

Más allá de la presencia de los ministros Gonzalo Blumel (Segpres) y Hernán Larraín (Justicia), en la ofensiva del Gobierno fue clave la presencia de la ministra secretaria general de Gobierno, Cecilia Pérez, con el objetivo de ordenar las filas díscolas del oficialismo en la Cámara. Incluso algunos diputados revelaron que hasta el propio Presidente Sebastián Piñera habría hecho algunos llamados directos intercediendo por la aprobación. De hecho, al término de la votación el RN Diego Schalper, uno de los detractores del proyecto, acusó “presiones” de su Gobierno.

El tono del llamado gubernamental fue reforzado por el ministro de Justicia Hernán Larraín, quien en la última intervención antes de proceder a la votación señaló que el proyecto representa “el camino de lo justo”, y expresó que la iniciativa abre una “puerta importante para que personas que han estado siempre objeto de discriminación, repudio, rechazo o de cuestionamientos tienen el mismo derecho de ser reconocidas”.

Encendidos discursos

Con permanentes manifestaciones de uno y otro lado desde las tribunas, la hora de las intervenciones estuvo marcada por los discursos de diputados oficialistas que se jugaron a favor del proyecto. Luciano Cruz Coke (Evópoli) dijo que el texto es “responsable con la dignidad humana y una obligación moral con quienes viven en dolor”, mientras el presidente de la colectividad Francisco Undurraga rindió homenaje a los padres y madres de niños trans. Incluso, fue más allá, señalando que hubiera preferido que el proyecto incluyera también a los menores de 14 años.

En la UDI calaron hondo las palabras de Jaime Bellolio, una de las voces disidentes en el gremialismo que estuvo en mayoría en contra de la iniciativa. «Esto no se trata de tener o no fe. Se trata de ponernos en el lugar de aquellas personas que han sufrido en demasía, de personas mayores y menores de edad. Este no es un proyecto de ideología de género», dijo Bellolio, en otra muestra más de su distancia con el ADN gremialista, reflejado ayer también cuando interrumpió un discurso en la sala para dar un minuto de silencio para las víctimas del golpe de 1973.

El lobby evangélico también estuvo bajo fuego, y el independiente Esteban Velásquez apeló a su experiencia personal: «Trabajé por varios años en un colegio evangélico y en otro católico. Y aprendimos a respetarlos a todos. Estoy de acuerdo con este proyecto».

Más duro, el RD Pablo Vidal, hijo de pastores evangélicos, lamentó que “se use la fe evangélica para criticar este proyecto” y demandó que “no sigan utilizando la fe del pueblo evangélico con fines políticos”. Y el diputado liberal Vlado Mirosevic les avisó: “a los lobbistas religiosos les digo ‘no cuenten conmigo’”.

En la derecha que rechazó el proyecto rasgaron vestiduras. El UDI Iván Norambuena dijo que la identidad de género  “apunta a la destrucción de la familia”, mientras la diputada evangélica Francesca Muñoz (RN) aseguró en la sala que el 90% de las personas trans revierte su transexualidad.

El diputado Cristhian Moreira disparó contra su Gobierno y dijo que “no se puede ir contra la naturaleza humana”. “Mi propio Gobierno ha avalado este proyecto, contradiciendo sus compromisos de campaña, me niego a este capricho de algunos para satisfacer a una minoría”, sostuvo. En la misma línea, según Sergio Bobadilla, lo que se busca con esta ley “no es el bien de los menores sino el triunfo ideológico de la extrema izquierda”.

Pese al despacho del proyecto en el Congreso, la discusión está lejos de terminar porque la UDI a través del diputado Bobadilla y la RN Francesca Muñoz anunciaron que interpondrán una reserva de constitucionalidad.

Además, el tema llegará hasta instancias internacionales porque el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) recurrirá al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para reclamar por la exclusión de los menores de 14 años.

Así fue la votación en la Cámara:

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