El economista y académico de la Universidad de Chile explicó cuáles serían sus tres caballos de batalla en la eventualidad de que la piscina socialista tenga agua para recibirlo como precandidato presidencial. En caso de no cuajar, dijo no tener problemas en seguir ejerciendo la academia. Se desmarcó del mote de tecnócrata y apuntó al mundo liberal que comprende hoy desde Evópoli hasta el Frente Amplio, para poder sostener los cambios que busca introducir con sus intenciones de postular a La Moneda. Landerretche defendió las credenciales democráticas del Partido Comunista y consideró que los conflictos por su defensa a regímenes internacionales de izquierda se deben a un problema generacional en el seno del propio comunismo. En relación a su propio partido, pidió retomar la amistad cívica del socialismo.