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En la antesala de la acusación constitucional en su contra, Piñera insiste en la tecla del enemigo: denuncia que enfrentó una “organización militar” y con “tecnología de punta” PAÍS

En la antesala de la acusación constitucional en su contra, Piñera insiste en la tecla del enemigo: denuncia que enfrentó una “organización militar” y con “tecnología de punta”

La votación del libelo acusatorio en la Cámara de Diputados se da en un momento extremadamente complicado para Piñera, luego que la Sala del Senado aprobara -por 23 votos a favor y 18 en contra- la acusación constitucional en contra del exministro del Interior y primo del Presidente, Andrés Chadwick, uno de sus hombres de confianza, lo que lo inhabilita para ejercer cargos públicos por los próximos 5 años. En la previa de la votación, el Presidente concedió una entrevista a la cadena española SER, en donde volvió a defender su gestión en materia de DD.HH., una performance que está en la mira de varios organismos internacionales, incluso la ONU. Con todo, en La Moneda creen que la acusación en contra del Jefe de Estado no va a prosperar, y apuestan a que se rechace en la cuestión previa.


A partir de las 10:00 horas de este jueves, el piñerismo volverá a estar en el banquillo de los acusados. Esta vez, será el propio Presidente Sebastián Piñera quien deberá enfrentar en la Cámara de Diputados una acusación constitucional, impulsada por parlamentarios de oposición, y que apuntaría a la eventual responsabilidad que tuvo el jefe de Estado en «las graves y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos cometidas por agentes del Estado en el último mes», en el marco del estallido social que inició el 18 de octubre pasado.

La votación se da en un momento complicado para Piñera, luego que la noche del miércoles, la Sala del Senado aprobara -por 23 votos a favor y 18 en contra- los dos capítulos de la acusación constitucional en contra del ex ministro del Interior y primo del Presidente, Andrés Chadwick, que lo inhabilita para ejercer cargos públicos por los próximos 5 años.

La acusación contra uno de los hombres de confianza de Piñera también apunta a sus responsabilidades en materia de derechos humanos, un tema que preocupa sobremanera a La Moneda. De ahí que el Presidente decidiera conceder una entrevista a la cadena española SER, en donde volvió a defender su gestión en materia de DD.HH. una performance que está en la mira de varios organismos internacionales, incluso la ONU.

En la entrevista, Piñera dijo que le resultó «extraordinariamente difícil y doloroso» decretar el estado de emergencia. “A ningún Presidente le gusta tener que recurrir a estados de emergencia, aunque están en la Constitución, pero yo pensé cuál era mi deber como Presidente. Esto no es una dictadura, es un Gobierno democrático que recurrió a instrumentos democráticos para enfrentar una violencia brutal», dijo.

Sin embargo, insistió en su tesis del enemigo. «También ha habido mucha información de países amigos que indican que aquí hubo algo no fue casual y que fue deliberado. Definitivamente aquí vimos algo que nunca habíamos visto (..) aquí vimos algo que nunca habíamos visto. Una tecnología, una organización militar, una precisión, una voluntad de no respetar a nada y a nadie «, señaló.

A renglón seguido, el Mandatario detalló sus gestiones para hacer respetar los derechos humanos, adoptando de este modo resguardos ante la evaluación de hoy en la Cámara de Diputados. “Tomé precauciones. Llamé al Instituto Nacional de Derechos Humanos y a la Defensoría de la Niñez para advertirles de que tenían todo el apoyo del Gobierno para velar por el fiel cumplimiento del respeto a los derechos humanos. Llamé a Michelle Bachelet, la alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, y al responsable de Human Rights Watch para pedirles que enviaran misiones de observación a Chile. Le pedí a la Defensoría Pública que se personase para proteger los derechos de los detenidos, y revisamos los protocolos del uso de la fuerza con los responsables de aplicar el estado de emergencia”.

El cronograma de la jornada

Ayer, en paralelo a la discusión en la Sala de la Cámara Alta por la acusación contra Chadwick, la comisión revisora del recurso jurídico en contra del Presidente Piñera recomendó su aprobación con 3 votos a favor y 2 en contra.

Este jueves, el libelo acusatorio vivirá una verdadera  prueba de fuego en la Sala de la Cámara. En la sesión, la defensa planteará la denominada «cuestión previa», es decir, los argumentos por los que consideran que la acusación no cumple con los requisitos señalados en la Constitución Política. La votación requiere de un quórum de mayoría simple. De rechazarse, se discutirá el fondo de la acusación.

La apuesta de La Moneda es clara. Anoche, en la vocería en el Congreso tras el adverso resultado para Chadwick, la ministra vocera se refirió a la votación de hoy, señalando expresamente que Cámara de Diputados rechace la cuestión previa “respetando a la mayoría que eligió al Presidente”.

En la discusión del fondo intervendrá la parte acusadora más representantes de las diferentes bancadas. Su aprobación requiere de la aprobación de la mayoría de los diputados en ejercicio, vale decir, 78 votos.

Los ojos estarán puestos en el comportamiento de las bancadas DC y del PR, donde podrían salir los 6 votos necesarios que el oficialismo necesita para hacer fracasar la acusación.

La acusación constitucional en contra del Presidente Sebastián Piñera será presentada por el diputado Daniel Verdessi (DC), quien ayer adelantó que su misión será “establecer la responsabilidad política del Presidente de la República”, porque «un gobierno que se pone a una dura prueba, como fue la situación de llamar a un estado de emergencia, no es un obstáculo para que se respeten los derechos humanos en Chile”.

En La Moneda, creen que la acusación en contra del jefe de Estado no va a prosperar, pues consideran que este recurso jurídico cuenta con argumentos muy débiles, carece de fundamentos de peso para sustentarse, así como de hechos verificables. Si se aprueba el libelo, el Presidente deberá dejar de ejercer sus funciones hasta que se pronuncie el Senado, que actuará como juez y que votará para decidir la destitución o no del mandatario, pero esta vez con un quórum mayor, de 2/3.

La acusación consta de dos capítulos: por un lado, los diputados acusadores imputan al Presidente de la República “infringir abiertamente la Constitución y las leyes al consentir en que las Fuerzas Armadas y de Orden cometieran graves violaciones a los derechos humanos de manera sistemática y generalizada”. Luego, un segundo capítulo apunta a que “el Presidente comprometió gravemente el honor de la Nación, toda vez que las violaciones a los derechos humanos han motivado preocupación internacional, ubicando a Chile como un país donde el pueblo es castigado violentamente por ejercer su derecho a protestar”.

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