Jorge Abbott frente a lo aprobado por la Comisión de Sistemas de Justicia de la Convención Constitucional, señaló que «en el debate constituyente reciente ha habido iniciativas que, respetuosamente, no compartimos».
Durante este martes el fiscal nacional, Jorge Abbott, realizó su última cuenta pública como jefe del funcionamiento del Ministerio Público.
En la explanada del edificio de la Fiscalía Nacional y luego de que la Comisión de Sistemas de Justicia de la Convención Constitucional aprobara la propuesta que que repone la figura del fiscal nacional, pero con atribuciones limitadas.
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A esto se suma una segunda propuesta que busca que un Consejo Superior controle la gestión del Ministerio Público, el que contará con siete miembros y de carácter paritario. Siendo tres elegidos por sus pares, otros tres por «por el Congreso plurinacional a partir de ternas elaboradas por el Consejo de Alta Dirección Pública» y uno que será un funcionario elegido por votación.
Frente a este escenario, Abbot señaló que «en el debate constituyente reciente ha habido iniciativas que, respetuosamente, no compartimos».
«Salvaguardar el principio de objetividad nos parece igualmente relevante, pues no pueden sino ser los fiscales quienes tengan la potestad de resolver cuándo es pertinente seguir o abandonar las investigaciones a la luz de hechos objetivos y de lo que la evidencia muestre en cada caso particular. En estas decisiones no pueden operar presiones externas ni argumentos que no sean estrictamente aquellos apegados al derecho apegados a la Constitución y a la ley», continúo en su discurso el tercer fiscal nacional.
La persona que encabeza el Ministerio Público desde 2015 recalcó en que «sabemos que el proceso aún está en marcha y que falta para arribar a un acuerdo que sirva a los chilenos y chilenas que día a día requieren respuestas claras y contundentes de parte de la institución que está designada por la Constitución para representarles en la defensa de sus derechos cuando un delito les ha afectado».
«La institucionalidad que sea aprobada para el Ministerio Público en el proceso constituyente no puede responder a criterios ideológicos circunstanciales o criterios de ninguna naturaleza que no sean aquellos que provengan de las más absoluta objetividad e imparcialidad», puntualizó.
«El establecimiento de contrapesos o equilibrios en las estructuras de poder, es por cierto una materia que, por cierto, debe ser parte de la discusión democrática y, en consecuencia, de interés del constituyente. Sin embargo, para contar con un ente persecutor, primordial en el sistema de justicia penal y que actúe con facultades ejecutivas, es necesario que la autoridad y el liderazgo institucional no se diluyan», agregó.
Para Abbott, lo más importante es que se avance en mejorar los estándares de transparencia.