Las esquirlas, según el director de Criteria, le causarían daño “por dos lados”, tanto por las críticas del oficialismo como por las del Partido Republicano, que buscaría distanciarse, complicando su situación electoral. Además, criticó la postura de Matthei y alertó sobre las defensas corporativas.
La reciente encuesta de Criteria reveló un notable incremento en la percepción de corrupción en Chile Vamos, con un aumento del 16% desde junio de 2023, alcanzando un 37%. Este cambio se ha visto directamente relacionado con el caso Hermosilla, que ha sacudido la derecha y a personeros del gobierno del expresidente Sebastián Piñera. Esto, podría traerle duras consecuencias a la coalición opositora, ante un inminente distanciamiento del Partido Republicano, de cara a las próximas elecciones.
En un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler, Cristián Valdivieso, analista político, psicólogo y director de Criteria, entregó un detallado análisis sobre cómo el caso Hermosilla ha impactado en la percepción pública de la derecha en Chile. Según Valdivieso, la correlación entre el escándalo y el aumento en la percepción de corrupción es evidente. Hermosilla, quien fue asesor directo de Andrés Chadwick y trabajó en el gobierno de Sebastián Piñera, ha estado vinculado estrechamente con el mundo de Chile Vamos. Este vínculo ha provocado una reacción negativa que se ha reflejado en el incremento de la percepción de corrupción en el sector.
“Por ahora, aparentemente, el caso Hermosilla y todo los que ha emanado, la radioactividad, ha impactado directamente en la derecha y en general todavía no ha pasado aparentemente al mundo del oficialismo”, señaló. Sin embargo, Valdivieso insistió en que estamos con un problema de percepción generalizada de corrupción del mundo político, algo —a su juicio—”dramático”. Y es que esta percepción negativa, que se traduce en un 88% de la ciudadanía que cree que el Congreso está involucrado en actos corruptos, plantea un desafío serio para la estabilidad y la confianza en la democracia chilena.
Pero el impacto no se limita solo a la percepción pública. Valdivieso advierte que este escándalo podría tener consecuencias electorales significativas para Chile Vamos y su relación con el Partido Republicano. “El oficialismo va a criticar a los candidatos de Chile Vamos por haber estado involucrados con Hermosilla. Pero, también, como la derecha va dividida en gobernadores y en varios municipios, el mundo republicano va a querer poner un parte de aguas, porque, si no, van a ser ellos salpicados por un problema que se atribuye o que ellos atribuyen al mundo de Hermosilla y de Chile Vamos”, explica.
En ese sentido, el director de Criteria plantea que “Chile Vamos podría ser afectado por dos lados. Por el oficialismo, evidentemente, porque le va a tirar el ‘fuego enemigo’, pero también por el lado republicano”. Por eso, reitera, “el impacto sobre Chile Vamos puede ser muy grande, pero falta bastante para la elección”.
De todas formas, Valdivieso precisa que “lo clásico que pasa en estas cosas es que se busca enlodar a toda la clase política, y probablemente van a aparecer audios que afectan a otros y finalmente, sumando y restando, lo que la gente va a terminar concluyendo es que esto es un abuso generalizado y queriendo votar por independientes y ahí entramos en el loop terrible de lo que significa eventualmente el populismo”.
La situación se complica aún más con los recientes comentarios de la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei (UDI), quien adoptó una postura de “caiga quien caiga” en relación con el caso Hermosilla. Valdivieso argumenta que, a pesar de las intenciones de mostrar una postura firme, la frase puede resultar “vacía” si no se acompaña de acciones concretas.
“La defensa corporativa puede estar muy bien en ciertos grupos pequeños (como la Iglesia Católica y los casos de abuso), pero en el mundo político que se deben a la ciudadanía, o las instituciones que se deben a la ciudadanía, no pueden haber defensas corporativas por defecto, porque eso finalmente termina llevando la bomba, cuando estalla, si es que estalla, dentro de la dentro de los mismos partidos”, alerta.
En su análisis, Valdivieso también recordó otras crisis políticas pasadas en la derecha, como el caso Penta. Según dijo, en estos casos, las defensas corporativas y la falta de una respuesta adecuada han contribuido a la erosión de la confianza pública y la pérdida de apoyo. La UDI, por ejemplo, ha experimentado una disminución en su fuerza y tracción debido a estos problemas recurrentes.
Valdivieso sugirió que la crisis del caso Hermosilla podría resultar en una fusión dentro de Chile Vamos, similar a lo que ocurrió con el Frente Amplio, tras el caso Democracia Viva que golpeó principalmente a Revolución Democrática. “El nivel de afectación que puede llegar a tener el caso Hermosilla puede ser tan grande que al final del día no puedan sostener tres partidos tan chiquititos y tengan que fusionarse en un solo partido que se llame Chile Vamos”.
El análisis se extiende al Partido Comunista, que también ha visto un incremento en la percepción de corrupción tras el caso del exalcalde Daniel Jadue. “El Partido Comunista también está pagando las consecuencias de lo que está pasando con Recoleta”. Eso sí, Valdivieso señala que la acumulación de casos y percepciones negativas contribuye a una visión generalizada de corrupción que afecta a todos los partidos, no solo a los vinculados directamente con los escándalos más recientes.
Finalmente, Valdivieso examinó la postura del Presidente Gabriel Boric frente a las “gestiones” de Luis Hermosilla. Según el analista, Boric ha utilizado el caso para resaltar las conexiones entre la élite política y económica, trayendo de vuelta la lógica que imperó en el estallido de octubre de 2019. “Lo que de alguna manera hace el Presidente es volver al clivaje del estallido social, donde la lógica era: los poderosos, la élite política, económica, etcétera, y la ciudadanía. Y vuelve a intentar ese clivaje”, sostiene.
En términos electorales, uno puede entenderlo, añade Valdivieso. Y, en términos de sostener su base de apoyo, también puede entenderlo. De hecho, resalta, “el Presidente Boric sube algunos puntitos con todo esto, porque se hace eco de una sensación de la ciudadanía que es muy fuerte, que hay gente todopoderosa que hace y deshace a vista y paciencia de ellos mismos y de nadie más”.
Sin embargo, según el director de Criteria, el Presidente Boric “actúa como jefe de campaña y no como Jefe de Estado”. Entonces, dice que la pregunta que uno se hace es: “¿cuál es el propósito o cuál debiera ser la responsabilidad principal del Jefe de Estado o del Presidente de la República? Y es ahí donde se produce la distinción. ¿Tiene que ser el jefe de campaña de su propia coalición o tiene inevitablemente que operar como jefe de estado? Y creo yo que en esta ocasión, el Presidente Boric jugado más como jefe de coalición”.
Con todo, la conclusión de Valdivieso es categórica: “En el corto plazo, algún rédito político van a sacar, pero al final del día creo yo que la responsabilidad de los grandes líderes que tenemos que recuperar en el país o que debiera tener el país, es de buscar cómo salir del empantanamiento en el que está el sistema político hoy día”.