La Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) reveló que no ha detectado filtraciones en el oleoducto ni en la Copec de la avenida Diego Portales, en Arica, que pudieran explicar la contaminación del agua que afectó al sector sur de la ciudad.
En un total misterio se ha transformado la contaminación con combustible de un pozo de agua de la empresa Aguas del Altiplano y que dejó a 18.700 hogares sin poder consumir el vital elemento durante tres semanas desde el 3 de octubre pasado.
Hasta hoy, ni la investigación penal de la Fiscalía Regional del Ministerio Público, ni la de tipo administrativa que lleva adelante la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), han podido identificar cuál es la fuente que originó que un sondaje que abastece a la sanitaria, se contaminara con hidrocarburos, al punto que tuvo que ser dado de baja de la red de abastecimiento que dispone la empresa para producir agua potable.
Aquí Arica realizó una consulta clave a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), entidad requerida en ambas investigaciones, debido a su rol fiscalizador sobre plantas de distribución o almacenamiento de carburantes.
Según confirmó, la entidad puso atención en tres puntos cercanos al pozo llamado «Rodoviario», porque está próximo a los terminales de buses nacional e internacional. En las cercanías identificó como focos de atención: una estación de combustibles Copec, un tramo del oleoducto Sica-Sica que transporta combustibles que importa Bolivia y las dos estaciones rodoviarias.
¿Qué dijo la SEC? El organismo señaló que “las pruebas de hermeticidad y presiones que se han realizado a la fecha no permiten evidenciar que exista alguna filtración de hidrocarburos en las instalaciones de combustibles líquidos fiscalizadas”.
¿Cómo lo acreditó? El organismo confirmó que realizó tres inspecciones a la estación COPEC, situada detrás del sondaje contaminado, y le solicitó efectuar ensayos de hermeticidad en los tanques y líneas de dicha estación de servicio y remitir los resultados.
También requirió, a la empresa boliviana Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), dos pruebas de presión del oleoducto Sica Sica, el cual pasa por la avenida Diego Portales, que está próxima al pozo contaminado. Una de ellas fue en presencia de la PDI. Además, le pidió información relacionada con eventuales problemas de integridad del oleoducto y sus correspondientes Planes de Acción frente a roturas o fugas de combustibles, así como el envío de información histórica entre otros, a registros de mantenciones periódicas, pruebas hidrostáticas y registros de corrosión.
Y, por último, visitó los dos terminales rodoviarios próximos al pozo, donde pese al alto tráfico de buses nacionales e internacionales, no encontró irregularidades en el manejo de hidrocarburos, teniendo a la vista que las máquinas se estacionan cerca del sondaje.
El misterio de la contaminación del pozo, que producía nueve litros por segundo para el sistema sanitario, aún no se aclara, así como tampoco se sabe cómo la sanitaria suplirá esa cantidad de agua para evitar que haya restricciones durante la época de mayor demanda del vital elemento.
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