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Vivir en Chile: mejor en Vitacura que en otras 60 comunas juntas PAÍS Foto: Archivo/AgenciaUNO

Vivir en Chile: mejor en Vitacura que en otras 60 comunas juntas

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La comuna del sector oriente figura entre las con mejor calidad de vida urbana en todas las dimensiones del ICVU 2024, mientras que más del 60% de las 99 comunas analizadas —incluidas muchas de alta población— presentan niveles medio bajos o bajos en áreas como salud, vivienda, empleo y movilidad. 


El Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2024, elaborado por el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica y la Cámara Chilena de la Construcción, arroja resultados que reafirman una dolorosa realidad: la desigualdad territorial.

Con una nueva generación de variables, el estudio midió y comparó a 99 comunas del país —aquellas con más de 50 mil habitantes— en seis dimensiones claves que influyen directamente en el bienestar de sus residentes: condiciones laborales, ambiente de negocios, salud y medioambiente, condiciones socioculturales, vivienda y entorno, y conectividad y movilidad.

Los resultados son categóricos: más del 60% de las comunas evaluadas se encuentran en los niveles medio bajo o bajo en la mayoría de las dimensiones, evidenciando brechas estructurales que desafían a las políticas públicas y al modelo de desarrollo urbano chileno.

No obstante, mientras algunas comunas muestran avances destacados en calidad de vida urbana, otras siguen arrastrando déficits estructurales que afectan gravemente el día a día de sus habitantes.

Comunas mejor evaluadas: la élite urbana

En lo alto del ranking destacan comunas que han mantenido un estándar de vida urbano por encima del promedio nacional. Las siguientes son algunas de las más destacadas:

  • Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea, Providencia y Ñuñoa (todas en la Región Metropolitana) lideran de forma transversal en casi todas las dimensiones, sobresaliendo especialmente en condiciones laborales, ambiente de negocios, salud y seguridad urbana.
  • La Reina también destaca en dimensiones como salud y medioambiente, además de vivienda y entorno, siendo reconocida por su alta cobertura de salud y abundantes áreas verdes mantenidas.
  • Fuera de la Región Metropolitana, se suman comunas como Puerto Varas, Punta Arenas, Valdivia y Machalí, que sobresalen particularmente en ambiente de negocios, vivienda, y salud.

Estas comunas combinan buenos sueldos, baja informalidad laboral, acceso a servicios de salud, conectividad eficiente y bajo nivel de delitos, consolidándose como territorios de alta calidad de vida.

Comunas con calidad de vida en nivel bajo

En la otra cara de la moneda, el ICVU 2024 revela una preocupante lista de comunas con serios déficits en múltiples áreas:

  • Lo Espejo, La Pintana, Pedro Aguirre Cerda, San Ramón, Cerro Navia, Renca, La Granja, El Bosque y Lo Prado —todas en Santiago— figuran entre las peores evaluadas de forma recurrente en varias dimensiones clave: conectividad, seguridad, empleo, medioambiente y vivienda.
  • En regiones, Alto Hospicio, Lota, Coronel, Tomé y Arica muestran también indicadores deficitarios, especialmente en ambiente de negocios, salud pública y condiciones socioculturales.

Estas comunas sufren altos niveles de desempleo e informalidad, baja presencia de infraestructura pública, transporte deficiente, altos índices de delitos y escasa inversión privada. El resultado es una calidad de vida urbana muy por debajo del promedio nacional.

El gerente de Estudios y Políticas Públicas de la CChC, Nicolás León, afirma que “es importante que estos datos no tengan una lectura negativa, si no que, todo lo contrario, deben permitirnos visualizar oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población que vive en estas comunas, siendo fundamental entender que ante estos problemas no se puede esperar que solo los municipios se hagan cargo, requiriendo de acciones municipales, pero también de otros actores regionales y sectoriales del país”.

El dato duro: más de la mitad de las comunas están bajo el promedio

El ICVU 2024 expone que 62 de las 99 comunas evaluadas —un 62,6%— presentan un nivel de calidad de vida medio bajo o bajo. Las ciudades intermedias y las áreas metropolitanas concentran los mayores rezagos, aunque la Región Metropolitana no queda exenta: más del 50% de sus comunas están también bajo ese umbral.

Entre las dimensiones con mayores brechas destacan:

  • Conectividad y movilidad: esta dimensión mide cuán fácil y accesible es el desplazamiento diario en la ciudad. Aquí, el 63% de las comunas se ubican en niveles medio bajo o bajo. Las más afectadas son ciudades intermedias como Linares, Ovalle, Molina, San Carlos y San Javier.
  • Vivienda y entorno: evalúa las condiciones físicas y sociales del entorno donde viven las personas. En este caso, un 46% de las comunas está en niveles medio bajo o bajo. Algunas con mayores carencias son Estación Central, La Cisterna, San Miguel, Independencia y Quinta Normal, todas en la Región Metropolitana.
  • Condiciones laborales: esta dimensión considera la calidad y estabilidad del empleo. Un 53% de las comunas analizadas presentan niveles medio bajo o bajo. Entre las más afectadas están Cerro Navia, La Pintana, Lo Prado y La Granja en la Región Metropolitana, además de Tomé en la región del Biobío.
  • Ambiente de negocios: mide el dinamismo económico y las condiciones para emprender o hacer crecer un negocio. El 59% de las comunas están en niveles medio bajo o bajo. Presentan mayores desafíos comunas como San Ramón, Cerro Navia, El Bosque y Lo Espejo en la RM, y también Hualpén.
  • Salud y medioambiente: evalúa el acceso a servicios de salud y la calidad del entorno ambiental. El 64% de las comunas está en niveles medio bajo o bajo. Se ven especialmente afectadas Tomé, Chillán Viejo, Los Ángeles, San Carlos y Angol.
  • Condiciones socioculturales: mide el acceso a oportunidades, bienestar y cohesión social. En esta dimensión, el 63% de las comunas está también en niveles medio bajo o bajo. Se destacan con más dificultades ciudades intermedias como Molina, Curicó y San Fernando, Alto Hospicio, y La Pintana en la Región Metropolitana.

Arturo Orellana, Director del Instituto de Estudio Urbano de la PUC y del Proyecto ICVU, explica “ante esta nueva generación de variables se pudo visualizar que en 5 de las 6 dimensiones analizadas -a excepción de Vivienda y entorno-, más de la mitad de las comunas analizadas tienen media baja y baja calidad de vida, lo cual nos habla de que en la actualidad existen importantes requerimientos en la provisión de bienes y servicios públicos y privados que deben ser abordados por municipios y otros actores”.

También señala que los resultados obtenidos por dimensión “dan cuenta de dinámicas diferenciadas entre diferentes tipos de comunas, lo cual abiertamente es una invitación a los tomadores de decisión a analizar las brechas existentes y enfocar sus acciones tomando en consideración las particularidades que tiene una ciudad intermedia, una comuna como parte de un área metropolitana y la singularidad que ofrece la Región Metropolitana”.

¿Qué se puede hacer?

El estudio concluye con recomendaciones específicas tanto para gobiernos locales como para organismos estatales. Entre ellas:

  • Mejorar subsidios al transporte público en comunas vulnerables.
  • Fortalecer la seguridad pública con planes comunales integrales.
  • Incentivar la inversión en salud, educación y espacio público.
  • Promover la formalización laboral y el apoyo a microemprendimientos.

El Gerente de Estudios y Políticas de la CChC, Nicolás León, destaca acciones por parte de los municipios como son generar incentivos al uso compartido del transporte; implementar estrategias de salud comunitaria preventiva; impulsar programas de formación en liderazgo y gestión comunitaria; entre otras acciones.

Paralelo a esto, se destacan las posibles acciones de otros actores, como son promover tarifas diferenciadas por comuna o tramo socioeconómico por parte de Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones; financiar centros de especialidades y telemedicina por parte del Ministerio de Salud; apoyar proyectos de cohesión social y centros comunitarios por parte de los Gobiernos Regionales; además de otras acciones que involucran a actores como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la Subsecretaria de Prevención del Delito, Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, sector privado, y otros.

ICVU 2024 by Andrés Cárdenas

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