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Informe internacional recomienda que impuestos por emisión de gases de navieras se destinen a Chile Juego Limpio

Informe internacional recomienda que impuestos por emisión de gases de navieras se destinen a Chile

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Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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Chile tiene el potencial de liderar la producción de hidrógeno verde, pero enfrenta altos costos y lentitud en permisos. Un informe de Opportunity Green sugiere que el Fondo Cero Neto de la OMI podría financiar proyectos clave, siempre que no se prioricen recompensas al sector marítimo.


Que Chile tiene el potencial de convertirse en un líder mundial en la producción de hidrógeno limpio es una sentencia que, con mucho entusiasmo, viene reiterándose hace por lo menos un par de años, tanto en el país como en el extranjero. El optimismo, sin embargo, tiene sus límites, aludiendo algunos a los permisos sectoriales que retrasan los tiempos y otros al alto costo de inversión tecnológica.

Un informe internacional que llegó a manos de Juego Limpio la última semana ofrece una visión que podría dar una alternativa de solución a la segunda variable. La solución vendría por parte de la última negociación multilateral vinculante que aprobó la nueva tasa global sobre las emisiones del transporte marítimo internacional, un acuerdo que vio la luz en abril de este año por parte de la Organización Marítima Internacional (OMI).

  • Este acuerdo establece una medida global que impondrá una tasa sobre las emisiones del sector marítimo, con el objetivo de reducir los gases de efecto invernadero provenientes de este importante sector. Se prevé que esta tasa genere alrededor de US$ 10.000 millones anuales a partir de 2028.

El informe de la ONG Opportunity Green destaca cómo los ingresos generados por esta tasa, mediante el nuevo Net Zero Fund (Fondo Cero Neto) de la OMI, podrían proporcionar los recursos necesarios para financiar la transición energética ecológica en países en desarrollo como Chile. Este financiamiento podría acelerarse en condiciones que no incrementen la deuda pública del país, lo que es fundamental, dado el contexto económico actual.

Con un enfoque de «quien contamina, paga», la tasa global sobre las emisiones del transporte marítimo es vista como un logro histórico para reducir la huella de carbono de este sector. Sin embargo, el impacto real de esta tasa depende de cómo se distribuyan los fondos generados. Según el informe, gran parte de estos recursos deberán destinarse a proyectos que apoyen la transición hacia tecnologías de energía limpia, como el hidrógeno verde.

  • El hidrógeno limpio, generado a partir de fuentes renovables como las energías solar y eólica, se considera una de las principales alternativas para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como el transporte marítimo.

Chile, con uno de los mayores recursos solares y eólicos del mundo, está en una posición privilegiada para liderar la producción de hidrógeno verde. Sin embargo, para concretar este potencial, el país necesita una inversión considerable, que se estima como ocho veces superior a su capacidad actual de generación de energía solar y eólica.

El informe de Opportunity Green subraya que los fondos podrían servir como una fuente de financiación estable para reducir los riesgos de las inversiones en infraestructura de esta tecnología en Chile. Fuentes del sector energético me han reiterado en cuanta conversación he tenido sobre el tema, que la reluctancia del sector privado a asumir el riesgo de inversiones a largo plazo en energías limpias representa una de las barreras más significativas para el desarrollo de la industria del hidrógeno verde.

Con un obstáculo de tal magnitud enfrente, el informe -que no escatima entusiasmo- remarca que los fondos de la OMI podrían proporcionar los recursos necesarios para garantizar que el país pueda llevar a cabo los proyectos de hidrógeno limpio, que serán indispensables para que el transporte marítimo cumpla sus metas de descarbonización.

Suena bien, pero habrá que ver -y este es el gran temor que reconoce el informe- si la mayor parte del dinero recaudado por la OMI no termina siendo dirigido al propio sector marítimo como un mecanismo de recompensa para las compañías navieras que hayan modernizado sus flotas.

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