
Cesar Valenzuela (PS) y crisis del socialismo democrático: “hay un problema de caras y de recambios”
“Pongas el candidato que pongas, si la apuesta del socialismo democrático iba a ser sentarse a interpretar a los pobres desde lugares donde va la élite como El Liguria, el resultado sería el mismo (…) Nos da cancha, tiro y lado el PC”, dice en su crítica el exvicepresidente del PS.
El exvicepresidente del PS, César Valenzuela, y exlíder de la revolución pingüina, comenzó a especializarse en criminología y fenómenos delictuales durante el segundo Gobierno de Bachelet. Como integrante de la corriente socialista de la Nueva Izquierda, la misma de la exmandataria, Valenzuela tuvo un rol protagónico en la campaña presidencial de ese entonces y presenta un diagnóstico sobre la derrota de su candidata en las primarias, quien además fue su jefa.
En 2022, con Carolina Tohá en el ministerio del Interior, Valenzuela regresó a la subsecretaría de prevención del delito como jefe de la División de Coordinación Nacional de Seguridad. En esa unidad trabajó materias como el programa de denuncia anónima, el plan de atención a víctimas, la medición de fenómenos delictuales y el estudio de la seguridad privada. Actualmente, César Valenzuela es candidato a diputado del PS por el distrito 9.
-¿Cuál es tu principal reflexión tras la derrota de su candidata en las primarias?
-Mi reflexión es que no se puede hacer política ni campaña desde el Liguria.
-¿Desde el Liguria y el Bar La Isla de las Torres de Tajamar?
-No conozco el Bar La Isla. Me refiero a un bar donde reúnen también los pitucos nuestros. Lo más fácil es echarle la culpa a la candidata y a la campaña. Obviamente, hay una cuota de responsabilidad ahí, pero aquí en el socialismo democrático hubo una apuesta política completamente errada. Esa apuesta política era de que había un mundo gigante, mayoritario, del centro, que lo que quería era volver a los años dorados de la Concertación. Y el resultado demostró que no podían estar más equivocados con eso. Eso pasa cuando se pierde la conexión absoluta con lo que pasa en la calle, cuando se confunde lo que tú quieres con la realidad. Y ese choque es brutal.
-¿Es correcto interpretar que la gente rechaza volver a los años de la Concertación y prefiere un modelo marxista-leninista cuando votó un 1,4 millones de personas?
-No. Yo no creo que la gente quiera el marxismo leninismo. Sí creo que hay una posición significativa del electorado que es anti-elitista y que no se siente representada por esta centroizquierda. El gran problema es que al mundillo de la centroizquierda se le percibe como un grupo de viejos cuicos concertacionistas que deciden desde lugares acomodados. Eso no quiere decir que la gente esté a favor del comunismo, pero sí hay una arrogancia de querer interpretar el sentido común de la gente.
-¿Eso explica por qué Tohá ganó en el sector oriente de la capital?
-Creo que ese detalle es complejo. El resultado, claramente, revela que el discurso de la centroizquierda no llegó a la gente. Pero donde menos llega fue a los sectores populares. Una base de apoyo clásica de la Concertación eran los sectores populares, por las políticas sociales, hoy día no cree en nosotros. Llevamos tres elecciones presidenciales perdiendo. En primarias y con candidatos, no damos en el tono. Es un problema sistemático. Y la respuesta que hoy dimos a ese problema es aún más equivocada, que fue creer que el futuro se construía mirando el pasado.
-¿Y quién es el responsable de hacer campaña en el Liguria?
-Yo digo eso para referirme al conjunto de personeros muy ilustrados, finos, altos gobernantes de la época de la Concertación, que con mucha soltura de lengua interpretaban en el sentir político del pueblo chileno del mundo popular.
-¿Pero quién es el responsable de no haber hecho campaña con o en el mundo popular? ¿Presidentes de los partidos, dirigentes históricos, el comando?
-No quisiera personalizar, pero creo que en gran parte son los dirigentes históricos de la Concertación. Qué son los que se tomaron la campaña finalmente.
-¿Crees que los partidos del socialismo democrático abandonaron los principales ejes de la concertación, como la lucha contra la pobreza?
-No. Yo creo que hay un problema de caras y de recambios. Nos da cancha, tiro y lado lo que ha hecho el PC. Mire su candidata presidencial. Mire el Frente Amplio. Nosotros seguimos representados por los mismos. El elenco que se presentó en esta campaña como la gran novedad, como Oscar Landerretche, eran los mismos de siempre. ¿Cómo no vamos a ser capaces de variar? Es decir, intentamos llegar a un electorado nuevo, con recetas que fueron del pasado y que son extremadamente pitucos para la gente.
-El socialismo también tiene figuras jóvenes que no vienen de sectores pitucos, como Daniel Melo, Daniel Manouchehri, Daniella Cicardini, Alvaro Elizalde o Juan Santana. ¿Por qué ninguno de ellos pudo ser?
-Porque no existe una política sistemática de promoción de liderazgos jóvenes. Cada una de esas personas, que menciona usted, llegó donde está producto de su propio esfuerzo. Si tuviésemos una política sistemática de promoción, el escenario sería distinto. Es un problema histórico.
-¿En qué momento se dejó de promover a los cuadros de la juventud socialista?
-No creo que esto sea un problema de cuando se dejó de promover. Es una de las características del partido socialista. No se piensa estratégicamente en la promoción de liderazgos.
– ¿Y en esta primaria, Vodanovic o Bachelet habrían sido incapaces de derrotar a Jara?
-Creo que el resultado hubiese podido ser distinto. Pero pongas el candidato que pongas, si la apuesta del socialismo democrático iba a ser sentarse a interpretar a los pobres desde lugares donde va la élite como El Liguria, el resultado sería el mismo.
-¿Que faltó en la campaña para llegar a los sectores populares?
-Las personas esperan que los candidatos escuchen y se hagan cargo de necesidades particulares. A veces, la política pasa por alto particularidades que influyen en la calidad de vida de las personas. Esta izquierda elitista siente un desprecio por esos temas, que son importantes para la gente más humilde.
-¿Como cuáles temas?
-Por ejemplo, una deuda histórica en materia de seguridad. Las políticas más duras en materia de seguridad han sido de los gobiernos de izquierda. Sin embargo, no podemos sacar ese estigma porque durante mucho tiempo dijimos que no era tan complejo. Sin embargo, no nos podemos sacar ese estigma, porque durante mucho tiempo dijimos, “no, mira, en realidad si la cosa no es tan compleja como en otros países”. Eso porque desde la comodidad de sus casas, las élites, con una buena mesa, no tenían soldados fuera de sus casas, sentían que las cifras no era tan alarmantes. Pero para el que tiene afuera al narco, para los padres que tienen un niño en un barrio donde potencialmente el narco lo va a capturar, para que sea su soldado, evidentemente vive con miedo.
-¿Es un problema de sensación?
-Pero si las sensaciones se construyen sobre la base del elemento objetivo. Si yo vivo en un lugar donde tengo sujetos armados por los tipos que le cuidan el negocio al narco, aunque no sea víctima de un delito directamente, pero es razonable que tenga miedo. Ahora cuando se va a comer a un restaurante rico en Vitacura, claro que la elite no siente ese temor, pero no anula el temor de los otros barrios.
-¿La lectura del electorado que participó es que Jara puede hacer un buen trabajo de seguridad en los sectores populares o que está cansada de las élites que representaba Tohá?
-Yo creo que hay un voto antiélite. Primero que todo, esta fue una elección de nicho, aquí votó la gente que se sentía convocada por la izquierda. Y la apuesta frente a ese escenario, equivocada, era querer convocar al centro. Esto es una elección del centro y la centro izquierda. Y la gente votó no por el centro.
-¿Y tú crees que el resultado de la elección va a tener un impacto en las listas parlamentarias?
-Creo que sí. Ha quedado en evidencia que esta confusión entre querer un centro que nos convoca ha quedado en el suelo. Es momento de darse cuenta.
-¿Con este resultado, el socialismo democrático va a ser mayoría o minoría en el Congreso?
-Dependerá de la composición de las listas. Creo que nuestro resultado parlamentario será superior al rendimiento que tuvimos en esta candidatura.