
Ministro Grau y críticas oficialistas a ley de permisos: “No tuvieron una lectura correcta”
El ministro de Economía, Nicolás Grau, defendió la Ley de Permisos Sectoriales asegurando que reduce plazos sin afectar los estándares regulatorios ni intervenir el sistema ambiental. Afirmó que los cuestionamientos ambientales carecen de fundamento. [ACTUALIZADA]
Semanas movidas ha tenido el equipo del Ministerio de Economía, liderado por Nicolás Grau (FA). Desde junio en adelante, han logrado importantes hitos, como la Ley de Fraccionamiento pesquero, la ley de Más Mujeres en Directorios y la —quizá— más importante, la Ley de Permisos Sectoriales, conocida popularmente como “permisiología”. Esta última fue liderada por el propio ministro Grau, mientras que las otras iniciativas —Fraccionamiento y Más Mujeres en Directorios— fueron encabezadas por los subsecretarios de Pesca, Julio Salas, y de Economía, Javiera Petersen, respectivamente.
Su tramitación no estuvo lejos de ser dulce, sino más bien agraz, como dice el dicho, y lo fue hasta los últimos días, cuando el Tribunal Constitucional decidió no acoger a trámite el requerimiento de inconstitucionalidad presentado por el diputado socialista Daniel Melo, y otros parlamentarios socialistas, que si bien aprobaron varias de las normas de la ley, no estuvieron de acuerdo con algunos artículos que a juicio de los parlamentarios oficialistas significaban un retroceso ambiental.
Tras conocer la decisión del TC, el ministro Grau, valoró la decisión, señalando que es “una buena noticia para el país” y que permitirá reducir los tiempos de evaluación sectorial entre un 30% y un 70%, “sin afectar el estándar regulatorio”. Ahora, en conversación con El Mostrador, el ministro detalló lo difícil del proyecto y desmintió que signifique retroceso medioambiental.
-Quiero partir principalmente en los proyectos clave que el Gobierno ha sacado en el último tiempo, como la Ley de Permisos Sectoriales, y “Más Mujeres en Directorios”. ¿Está contento con lo logrado?
-Efectivamente, estos últimos meses han sido de logros importantes para el Ministerio de Economía y, a través de ello, para el país. Aprobamos la Ley de Fraccionamiento, que es un cambio histórico que va a beneficiar al sector artesanal, que implica más justicia en la pesca. A fin de escudar los empleos del sector industrial, logramos aprobar la Ley de Permisos Sectoriales, que va a permitir acelerar la inversión de manera muy sustantiva, sin por ello poner en riesgo ningún estándar regulatorio, mucho menos ambiental. Y ahora se aprobó el proyecto de Más mujeres en Directorios, que va a permitir aumentar la presencia de las mujeres en los directorios de las grandes empresas y así mejorar su gestión y también hacer un mejor país, porque no es razonable ni aceptable que el 40% de las empresas más grandes, las empresas que están sujetas a esta nueva ley, no tengan ninguna mujer en el directorio en la actualidad. Eso es algo que debemos abordar como país.
-Dentro de todas esas leyes, ¿la más complicada, en cuanto a tramitación, fue la de permisos sectoriales?
-Todas estas leyes han sido muy exigentes en su tramitación en el Congreso, y ha implicado que todo el equipo del Ministerio trabaje en esto. La subsecretaria Petersen lideró la de Más mujeres en Directorios, el subsecretario Salas lideró la Ley de Fraccionamiento, y a mí me tocó liderar la Ley de Permisos. La particularidad que sí tiene la Ley de Permisos respecto a las otras, es que es una ley que en términos de su articulado, efectivamente es muy compleja y demandante.
Es un proyecto de ley que son más de 150 artículos, que implicó cambiar, intervenir 46 leyes sectoriales. Por lo tanto, ha sido un esfuerzo muy amplio por efectivamente lograr un cambio estructural en materia de permisos sectoriales, de forma tal que podamos acelerar la inversión, cuidando, por supuesto, todos los estándares regulatorios que ha tenido nuestro sistema.
-Entonces, fue compleja la tramitación y por lo mismo, ¿lo indicado por el Tribunal Constitucional también lo considera un triunfo?
-La resolución que conocimos hace algunos días por parte del Tribunal Constitucional es una muy buena noticia para el país porque nos permite avanzar más rápido en la implementación de este proyecto de ley. Nosotros teníamos la convicción como Ejecutivo que el proyecto de ley no tenía ningún vicio de constitucionalidad. Por ende, estábamos convencidos que íbamos a poder avanzar de buena manera, pero el que se haya rechazado la admisibilidad, lo que permite es que avancemos aún más rápido. Así que eso, por supuesto, creo que es una buena noticia desde el punto de vista de los desafíos de implementación que implica un proyecto de esta naturaleza.
-¿Cómo quedaron sus relaciones con parlamentarios oficialistas? Porque varios oficialistas, como Daniel Melo (PS), quien presentó el requerimiento al TC, estaban en contra de este proyecto de ley, acusando que el Gobierno se reunió a puertas cerradas con la derecha.
-Mi relación con los parlamentarios es muy buena, con los parlamentarios oficialistas por sobre todo, pero también con los parlamentarios de oposición. La tramitación de este proyecto, en particular, de permisos sectoriales en las comisiones, que es cuando uno trabaja, ve el detalle, fue muy buena con los parlamentarios oficialistas. Prácticamente todos apoyaron los distintos componentes del proyecto. Hay que pensar que este es un proyecto que se tramitó por más de un año y medio.
-¿Y las críticas de que existirá desregulación ambiental?
-Tal como nosotros hemos dicho de forma muy clara, y que si uno lee con atención el proyecto eso es aún más claro, este es un proyecto que no interviene el sistema de evaluación ambiental y por tanto la protección ambiental, que está garantizada justamente por lo que ocurre en el marco del Sistema de Evaluación Ambiental, es algo que no se ve cambiado a propósito de este proyecto. E incluso los ámbitos de los permisos que sí son cambiados por este proyecto, es decir, la parte sectorial, incluso en ese caso, también se cuida que no se baje por ningún motivo el estándar regulatorio o sectorial.
-Entonces, ¿niega estas criticas y llama a la calma?
-Lo que dice el proyecto de forma muy clara en su artículo 4 es que todo lo que ocurre en el marco del Sistema de Evaluación Ambiental está excluido de este proyecto. Y el Sistema de Evaluación Ambiental está pensado para que cualquier aspecto relevante que ponga en riesgo el medio ambiente, incluso que tenga en riesgo la salud del ser humano, en fin, todo eso debe ser revisado, y el permiso ambiental solo puede ser entregado en la medida que esos riesgos no sean relevantes o que estén debidamente tratados en el proyecto. Y todo lo que ocurre en ese sistema está excluido de este proyecto.
Por lo tanto, lo que yo diría es que la gran mayoría de los argumentos que se han dado en contra de este proyecto por razones ambientales en general no tienen, a mi juicio, una lectura correcta de lo que hace el proyecto de ley. Y esto fue discutido extensamente en las distintas comisiones que dieron este proyecto.
Ahora, respecto a cómo se tramitó este proyecto. Este proyecto en el primer trámite, cuando se votó por primera vez en la Cámara de Diputados, tuvo prácticamente un consenso. Hubo menos de 10 diputados que deben haber votado en contra. En el Senado, cuando se votó en general, más allá de que hubo discusiones en particular, en general fue 38 a 0. Y todas las sesiones en las que se trató este proyecto son sesiones televisadas. Por lo tanto, todos pueden haber seguido las discusiones que hubo. Y hubo diferencias. Por ejemplo, en el Senado, los senadores de oposición, de derecha, plantearon en sus indicaciones que todos los permisos tenían que pasar a silencio administrativo positivo y todos los permisos tenían que pasar a declaración jurada. Y lo que nosotros defendimos fue el diseño original del proyecto. Por lo tanto, las diferencias que también tuvimos con la oposición fueron transparentes. Y el proyecto final a ese respecto es bastante parecido al proyecto que ingresó al Congreso.
Pero por supuesto, como en todo proyecto, hubo cambios que hicimos a propósito de opiniones que dieron los parlamentarios de gobierno y también hubo cambios que hicimos a propósito de los comentarios y propuestas que hicieron los parlamentarios de oposición. Y yo diría que en general esos cambios permitieron mejorar el proyecto.
-¿Cómo vio la discusión? ¿Fue más fácil con oficialistas o de oposición?
-Las personas que siguieron la tramitación del proyecto saben que esta tramitación tuvo dificultades originadas por todos los sectores políticos. Porque un proyecto tan ambicioso que tiene más de 150 artículos, que cambia más de 40 leyes sectoriales, que tiene esta complejidad genera muchos debates. Entonces, por ejemplo, al principio en la Cámara de Diputados estuvimos meses porque la oposición no estaba de acuerdo con el diseño institucional del proyecto. Y aquí los que retrasaron el proyecto fueron parlamentarios de oposición.
Yo diría que ese fue el momento, de hecho, de toda la discusión que tuvimos, ese fue el tiempo más largo, la mayor cantidad de tiempo. El hecho de que el proyecto se demorara un año y medio de su tramitación es como la principal explicación. Y después, en la tramitación, en la Comisión de Economía del Senado, también el avance más difícil de lograr, el apoyo más difícil de lograr fue de la oposición.
Los parlamentarios oficialistas apoyaron el proyecto, tanto en la Cámara de Diputados en general como también en el Senado. Por lo tanto, la idea que se instala de que este fue un proyecto que solo tuvo debate desde el oficialismo, no es cierto, fue un proyecto que tuvo debate de todos lados. En la votación final sí ocurrió que hubo algunos parlamentarios oficialistas que votaron en contra específicamente de algunos artículos.
Pero yo diría que en términos generales, este fue un proyecto complejo de tramitar por distintos puntos de vista que surgieron de todos los sectores políticos. Y en general, en las comisiones, los parlamentarios oficialistas fueron de gran ayuda para poder avanzar con el proyecto, tanto en las comisiones de Hacienda como en las comisiones de Economía.
-Cuando mire al futuro, cuando ya no sea parte del Gobierno, ¿será este uno de sus grandes proyectos?
-No lo veo como algo personal, lo que sí creo es que nosotros recibimos un país que tenía como capacidad de crecimiento estructural de 2%, y a propósito de este proyecto y de otras reformas, vamos a heredar un país a la siguiente administración, a la sociedad chilena, con una mayor capacidad de crecimiento. Y eso, por supuesto, que es una buena noticia. Y estamos haciendo todo ello simplemente modernizando, generando un sistema más racional de cómo entregar los permisos sectoriales sin poner en ningún caso en riesgo todos los elementos que busca proteger los permisos sectoriales.
Nosotros siempre hemos dicho en todas las sesiones, que los permisos sectoriales no están allí por ser un estorbo. Los permisos sectoriales existen para proteger a la sociedad de riesgos relevantes. Y lo importante, lo que logró este proyecto, y lo que va a lograr en su implementación, es que se van a poder reducir los tiempos sin aumentar los riesgos que busca proteger esta institucionalidad regulatoria. Entonces, creemos que es muy importante para el país. Y estamos contentos de haber logrado tramitar una reforma de esta complejidad en solo un año y medio.
Ahora, dicho eso, esta fue una reforma que nosotros empezamos a trabajar desde finales del 2022. Todo el 2023 lo dedicamos a trabajar con los cerca de 40 servicios sectoriales que entregan estos permisos, para definir técnicamente y con la gente experta de cada uno de estos servicios cuál era el mejor diseño. Ingresamos a comienzos del 2024 con ese diseño, que por ejemplo involucraba las 50 declaraciones juradas, que son las mismas con las que el proyecto terminó. Entonces, yo creo que ha sido un proceso muy desafiante y que nos ha permitido hacer esta transformación, pero por supuesto, insisto, no es solo un tema personal. De hecho, el equipo que nosotros tuvimos, el equipo del Ministerio, este fue un proyecto que firmaron más de 15 ministros, todos los equipos de los casi 40 servicios sectoriales que participaron en el codiseño del proyecto, los parlamentarios de las comisiones de Hacienda y Economía de ambas cámaras, los funcionarios públicos. Este es un proyecto que nosotros conversamos con la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) en su minuto. Entonces, ha sido un esfuerzo muy amplio y por supuesto que yo estoy contento de haber liderado los equipos y liderado lo que estamos logrando. Pero es un trabajo de equipo.
Los avances tan sustantivos que hemos tenido durante estos meses en materia legislativa, a Fraccionamiento, más Mujeres en Directorios y Permisos Sectoriales, ilustran todo el compromiso del Ministerio de Economía, sus distintos subsecretarios en lograr estos objetivos. Y además, ilustran claramente lo que nosotros buscamos promover en nuestra visión económica. Nosotros creemos que hay que crecer más y que ese crecimiento, esos ingresos y también las relaciones de poder que ocurren en la economía deben distribuirse de la mejor manera.
Necesitamos crecer más y que el desarrollo llegue a todas y todos. Cuando uno toma los distintos proyectos de ley que ha liderado nuestro ministerio, se da cuenta que tenemos muy presente ese equilibrio entre crecer y distribuir. Que eso está en la esencia de nuestro proyecto político.
Ahora, nos quedan otras cosas. Por ejemplo, queda el proyecto de la Agencia de Financiamiento e Inversión para el Desarrollo, el que es fundamental. Estamos tramitando también un proyecto de turismo que también es importante. Estamos tramitando un proyecto de ferias libres. Es decir, nos queda harto por avanzar. Pero todos estos proyectos, el común denominador que tienen es la visión de una sociedad que tiene que crecer más y distribuir mejor.