
Delegación chilena aboga por medidas ambiciosas en el Tratado Global contra los Plásticos
La Alianza Basura Cero Chile, junto con más de 40 organizaciones de Latinoamérica, está participando activamente en las negociaciones del Tratado Global sobre Plásticos que se lleva a cabo en Ginebra. Aunque se respira tensión el ambiente, existe confianza en alcanzar un acuerdo global.
La Alianza Basura Cero Chile, junto con más de 40 organizaciones de Latinoamérica, está participando en la quinta ronda de negociaciones del Tratado Global sobre Plásticos que se lleva a cabo en Ginebra, Suiza. Aunque el panorama se ve incierto por el lobby empresarial ligado a los hidrocarburos, el objetivo de estas organizaciones es influir en el proceso de elaboración del tratado global para frenar la contaminación por plásticos.
En esta ronda de negociaciones, la delegación de Chile ha subrayado la necesidad de que las medidas del Tratado sean legalmente vinculantes. Chile ha señalado que el ciclo de vida de los plásticos, desde su producción hasta su disposición final, genera contaminación en todas sus fases, y que es urgente implementar regulaciones estrictas para abordar este problema. En este contexto, el país ha propuesto medidas regulatorias para reducir la producción de plásticos, que incluyen el fortalecimiento de artículos que regulen productos plásticos problemáticos, sustancias químicas y el diseño de estos materiales.
Chile, junto con otros países latinoamericanos como Panamá, Colombia, Perú y México, ha encabezado una postura para reducir la producción de plásticos a nivel regional. Estas propuestas cuentan con el apoyo de países como Reino Unido y Suiza. Sin embargo, países como Brasil y Argentina han mostrado diferencias en las posiciones clave para el éxito del Tratado, y han expresado una postura más conservadora, acercándose a la de países con economías basadas en la producción de petróleo.
Posiciones en la gestión de residuos
En las negociaciones también se ha planteado la opción de basar el Tratado en la gestión de residuos plásticos, propuesta que es apoyada por países como Venezuela y Cuba. Sin embargo, diversas organizaciones y delegaciones, incluido Chile, han señalado que esta aproximación sería insuficiente. La gestión de residuos no abordaría adecuadamente la producción masiva de plásticos y su impacto ambiental. La evidencia demuestra que el reciclaje y la economía circular por sí solos no resolverán el problema de la contaminación por plásticos.
Los recicladores de base, un sector que agrupa a 40 millones de personas en el mundo, han destacado la importancia de ser incluidos en las negociaciones del Tratado. En este sentido, Chile ha apoyado que se reconozca y se incluya a los recicladores de base en las soluciones que se propongan, y que se garanticen condiciones justas para este sector. Soledad Mella, presidenta de la Asociación Nacional de Recicladores de Chile (ANARCH), participa activamente en las discusiones en representación de los recicladores de base.
El aporte de la ciencia
La ciencia juega un papel crucial en el proceso de negociación. La Coalición de Científicos ha destacado la necesidad de un monitoreo y evaluación efectivos del Tratado, para garantizar su éxito en la protección de la salud humana y el medio ambiente. Chile tiene una representación destacada en este ámbito, con científicos nacionales como la Dra. Karla Pozo, quien también forma parte de la Alianza Científica de Chile para la Contaminación Plástica (SPLACH).
El consenso general es que el Tratado Global contra la Contaminación por Plásticos debe ofrecer herramientas estructurales que permitan a todos los países reducir la contaminación en toda la cadena de producción, consumo y desecho de plásticos. El resultado de estas negociaciones -de ser favorable- tendrá un impacto importante en la forma en que se aborden los problemas ambientales y de salud derivados del plástico en el futuro.