
La difícil misión del oficialismo de reducir sus ambiciones para destrabar la unidad parlamentaria
Los presidentes de partidos se reunieron este jueves para tomar conocimiento del detalle trabajado por los equipos electorales. Hasta ahora, las pretensiones suman un total de 227 candidatos para diputados y 35 para senadores. Es decir, en el caso de la Cámara aún queda por reducir 44 nombres.
El próximo 16 de agosto vence el plazo para la inscripción de las candidaturas al Congreso y desde el oficialismo continúan con sesiones de negociación intensivas para lograr la ingeniería que permita que las aspiraciones de los 9 partidos de la centroizquierda confluyan en 183 cupos mediante lista única.
El objetivo principal es maximizar el rendimiento electoral del oficialismo más la Democracia Cristiana, para evitar que la derecha tenga mayoría parlamentaria en las elecciones de noviembre.
Con ese mandato, los presidentes de partidos se reunieron este jueves para tomar conocimiento del detalle trabajado por los equipos electorales en función de los criterios con los que se están definiendo los nombres por distrito. Hasta ahora las pretensiones que han trascendido suman un total de 227 candidatos para diputados y 35 para senadores. Es decir, en el caso de la Cámara aún se necesita reducir 44 nombres y en el Senado 5.
De acuerdo a lo señalado por fuentes que integran esta instancia, la colectividad con mayores aspiraciones es el Frente Amplio, partido que solicita 42 cupos. Seguido por el PC (30 cupos), el PS (30), el PPD (30), la DC (26), el Partido Radical (22), el Partido Liberal (18), la Federación Regionalista Verde Social (16) y, por último, Acción Humanista (13).
Más allá de las advertencias públicas que ha hecho, por ejemplo, la presidenta de la FREVS, Flavia Torrealba, quien afirmó –en conversación con La Segunda– que “es una ilusión que la izquierda tenga una sola lista”, la voluntad que transmiten los timoneles del sector apunta a concretar la elaboración de un pacto unitario y firmar el acuerdo lo más pronto posible.
“Todos somos conscientes de que a fines de la próxima semana vencen los plazos y a partir de ello hemos puesto el mayor esfuerzo en poder ir determinando, a través del diseño electoral, cada uno de los distritos y de las circunscripciones senatoriales. Esto, bajo el principio fundamental de condiciones de igualdad en participación y evitar el desincentivo, justamente para llegar al objetivo final que es la mayor efectividad de la lista”, dijo a El Mostrador el presidente del Partido Radical, Leonardo Cubillos.
Nudos por destrabar
“Las cartas están sobre la mesa y ahora viene la etapa de los ajustes”. Con esa frase resume los próximos pasos de la negociación un miembro de la mesa negociadora. El principal nudo a despejar en los próximos días es la reducción de las sobreexpectativas de algunos partidos, donde parte de las críticas apuntan particularmente a las pretensiones del Frente Amplio, de 42 cupos de 183.
La solicitud del FA responde a conflictos internos en algunos distritos donde aspiran a más de un espacio, por ejemplo, en la Región de Valparaíso, donde exigen espacio para levantar las candidaturas al Senado de los diputados Diego Ibáñez y Jorge Brito.
De todas formas, en términos de proporciones, la tasa de crecimiento a la que aspira el FA no es de las más altas respecto al tamaño del partido. En el caso de la DC, que hoy cuenta con una bancada de cinco parlamentarios, pide 26 cupos. Lo mismo el PS, que con 13 diputados pide más del doble, con 30 cupos. Asimismo, la Federación Regionalista Verde Social pide 16 espacios para competir, con solo dos representantes en el Congreso, es decir, ocho veces más.
En esa línea, el mayor desafío será diseñar una arquitectura electoral que deje conformes a las nueve colectividades, evitando los desincentivos en función de la efectividad de la lista. Trabajo inédito en comparación con los periodos electorales anteriores, donde por primera vez la centroizquierda busca competir en un solo pacto al Congreso.
Expectación ante el camino de humanistas y regionalistas
Más allá de la voluntad que han expresado transversalmente desde las colectividades por confluir en lista única, persiste la incertidumbre respecto a la decisión que tomarán la FRVS y Acción Humanista. Si bien han estado presentes en todas las instancias de negociación, en los últimos días representantes de ambos partidos han sido explícitos en no descartar la alternativa de dos listas.
“La negociación está muy trabada, fundamentalmente porque se está tratando de cuadrar con todas las legítimas aspiraciones de cada uno de los partidos de la lista oficialista. Y nosotros hemos sido muy claros en que no vamos a apoyar la firma de un acuerdo donde pongamos en riesgo nuestra legalidad. Y si eso no es posible, creemos que hay que desdramatizar una eventual segunda lista, sobre todo ahora que han surgido varios partidos extragobierno que están apoyando a Jeannette Jara”, afirmó el secretario general de AH, Efrén Osorio.
En ese sentido, agregó que el conformar una segunda lista “es muy relevante en términos de ampliación de la base de apoyo a la candidatura presidencial y que da cuenta de una nueva realidad política favorable”.
Sin embargo, otras colectividades que podrían estar convocadas a un pacto por separado –como radicales y liberales– se han manifestado contrarias a esta idea.
“Las negociaciones han ido avanzando bien, y eso queda demostrado en virtud de la sucesión de reuniones que hemos tenido. Cuando hay diálogo, siempre es una buena señal. Por lo mismo, como Partido Liberal no solo estamos activamente empujando que la lista única ocurra, sino que también estamos convencidos de que así será”, indicó el vicepresidente del Partido Liberal, Bartolomé Reus.
“Creo que adelantarse a otros escenarios, ya sea como un elemento de presión o como una alternativa de negociación, no es el camino adecuado, porque en definitiva esta es una negociación muy distinta a las tradicionales y existen otros elementos que priman sobre los mecanismos tradicionales”, agregó Cubillos (PR).