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SQM y Penta: la otra operación a favor del oficialismo en que participó Solange Huerta, ahora directora del Sename

SQM y Penta: la otra operación a favor del oficialismo en que participó Solange Huerta, ahora directora del Sename

En la segunda quincena de febrero de 2015 hubo una suerte de golpe blanco al interior de la Fiscalía Nacional en el que se trató de reducir el margen de acción y poder del persecutor, Carlos Gajardo. Esa semana de febrero, a pocos días de comenzar el Festival de Viña y con medio Chile de vacaciones, Huerta se encontraba subrogando a Sabas Chahuán a la cabeza de la Fiscalía Nacional.


Desde que el sábado 16 de julio se anunció la designación de Solange Huerta como nueva directora del SENAME, la ex fiscal quedó en el ojo del huracán de las críticas políticas, debido a que su pasado a cargo de la investigación por las negligencias ocurridas durante el terremoto del 27/F despertó las suspicacias por un posible conflicto de interés.

Fue tal el ruido que desató la nominación, que se comentó en el oficialismo que Huerta estaba molesta e incómoda con las críticas y cuestionamientos a su nombramiento.  La Moneda respaldó a la abogada, este lunes 18 la Presidenta Michelle Bachelet se reunió con la nueva directora del SENAME y en paralelo, en el comité político se subrayó la necesidad de alinearse tras la ex fiscal para respaldar su gestión.  

Asumir el cargo de directora del Sename es un enorme desafío. En mi carrera de 20 años es el más difícil y el más bello. Es un desafío país y agradezco que hayan considerado mi nombre (…) les pido que me den tiempo. Creo que puedo hacer la diferencia en pos de los niños de este país», dijo la abogada en el salón rojo de Palacio al concluir su cita con Bachelet.  

Pero esta no ha sido la única polémica que ha atravesado Huerta. En la segunda quincena de febrero de 2015 hubo una suerte de golpe blanco al interior de la Fiscalía Nacional en el que se trató de reducir el margen de acción y poder del persecutor, Carlos Gajardo, que entonces se encontraba como fiscal adjunto de las polémicas investigaciones relacionadas con financiamiento irregular de la política, pues era quien tomaba las decisiones claves, como a quienes citar a declarar y dónde poner el foco de la investigación.

Esa semana de febrero, a pocos días de comenzar el Festival de Viña y con medio Chile de vacaciones, Huerta se encontraba subrogando a Sabas Chahuán a la cabeza de la Fiscalía Nacional e informó a través de un comunicado la decisión de reordenar los casos Penta y SQM, sacar de estos a los fiscales Gajardo, Pablo Norambuena y Emiliano Arias e instalar, respectivamente en dichas causas, a los fiscales Alberto Ayala (Metropolitana Oriente) y Andrés Montes (Centro Norte).

No fue una decisión a la ligera ni casual. En el Ministerio Público era sabido que Ayala no tenía una buena relación con Gajardo, que no tenía ningún control sobre el fiscal que llevaba las riendas de la unidad de alta complejidad y que sin éxito, había intentado por meses tener una mayor injerencia en la injerencia en la investigación, que ha tenido contra la pared a distintos partidos, desde la UDI hasta el PS. 

En esos días, se dijo que la decisión de Huerta había sido previamente visada por Chahuán y que los altos mandos del Ministerio Público estaban informados. Pero a pesar de eso, la operación fue un fracaso, porque inmediatamente desató los cuestionamientos de los querellantes de los casos, debido a que el fiscal Ayala no daba las garantías necesarias por haber trabajado más de una década vinculado precisamente a SQM, al punto que públicamente se tuvo que corregir la decisión tomada.

Con posterioridad, en los círculos más informados del poder se comentaba del acuerdo al que habrían llegado para dicha operación Chahuán, Ayala y el entonces ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, que necesitaba con urgencia echar tierra a lo que ya sabía sería su sentencia de muerte política: las asesorías aún desconocidas a SQM.

Así, Chahuán y Huerta tuvieron que salir a aplacar el incendio público que fue visto como un intento por poner un corta fuego a la investigación del Ministerio Público, que ha tenido bajo sospecha permanente a la clase política. Ambos salieron a dar una conferencia de prensa en la que el Fiscal Nacional asumió la conducción del equipo que continuaría la investigación de todos los casos de platas políticas y Gajardo, manteniendo su papel clave en la causa.

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