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La lotería de Contraloría: Dorothy Pérez acumula fichas PAÍS

La lotería de Contraloría: Dorothy Pérez acumula fichas

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El Gobierno no da señales, por lo menos visibles, de movimientos para designar al nuevo/a contralor/a. Sondeos han habido, negociaciones también, pero todos están muy cómodos con Pérez a la que reconocen más fortalezas que debilidades, y como no hay plazo para su subrogancia, suma como favorita.


La contralora (s) Dorothy Pérez Gutiérrez viene llegando de Panamá. Acaba de participar en el LXXVIII Congreso de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS), donde Chile ocupa la presidencia de los organismos fiscalizadores de Sudamérica.

Días antes del viaje, y con motivo de la celebración del Día de los Patrimonios, inauguró el Museo de la Contraloría, también presentó un análisis de las finanzas públicas del país y el 21 de mayo asistió a la conmemoración de las Glorias Navales como lo hicieron otras autoridades. La abogada tiene una agenda nutrida y un empoderamiento que ha mostrado desde el primer día que asumió el cargo. Un cargo que al parecer le queda muy cómodo y no solo a ella, también al Gobierno. 

Y como, por ley, no existe un plazo de vencimiento para la subrogancia, hay un incentivo para mantenerla, sin ratificarla.

“Dicen que los ministros se sienten muy a gusto con ella porque está haciendo la pega y bien. Y desde el Senado la miran con buenos ojos desde los distintos partidos. Todo el mundo tiene prácticamente asumido que será Dorothy la elegida”, agrega un político.

Pérez asumió como contralora(s) el 18 de diciembre pasado y lo hizo estableciendo de inmediato su impronta. Realizó una reestructuración de varios departamentos internos, funciones, del trabajo, incluso traslados y estableció los énfasis que deseaba ponerle a su gestión. El ambiente interno se alteró y crispó, pero ella siguió adelante con un plan que tenía pensado hace meses. Tenía claro que ese día comenzaba a correr el tiempo para demostrar que era la mejor candidata para instalarse como la primera mujer al mando de la Contraloría General de la República. 

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“Nuestra institución se encamina a su centenario y nos demanda los esfuerzos que sean necesarios para responder a las crecientes necesidades de nuestros usuarios y en especial, de la ciudadanía. (…) Es por ello que, durante las próximas semanas se ejecutará un programa de fortalecimiento de los equipos de línea, a partir de la redistribución, ajuste y absorción en las dotaciones de las unidades de estudios, proyectos, datos y todas aquellas que desarrollan labores de apoyo a la gestión institucional. Asimismo, se han realizado algunos cambios en las jefaturas con el objetivo de fortalecer dichas labores”, señalaba el comunicado.

Camino a cumplir medio año en el puesto, las aguas que antes se movieron turbulentas al interior de Teatinos 56, se han aquietado. La web de la institución tiene a la vista auditorias y documentos a disposición pública. Y cada responsable de área, partiendo por la contralora (s), tiene publicada la agenda.“Es parte del sello Pérez. Todo a la vista. Ordenado, a tiempo, eficiente”, explica un colaborador. 

Y agrega: “Ella no solo sabe del tema y de cómo funciona cada parte del organismo, (lleva 20 años en la Contraloría) también sabe organizar y administrar, es buena en eso. Delega y confía en su equipo, pero sabe perfectamente cómo se mueve cada pieza”.

Dorothy Pérez (arriba izquierda) en el LXXVIII Congreso de la OLACEFS.

Paquete judicial

Los nombres para suceder a Jorge Bermúdez comenzaron a sonar a comienzos de 2023. Entre los candidatos se habló del secretario general de la Cámara de Diputadas y Diputados, Miguel Landeros, la subsecretaria de la Secretaría General de la Presidencia, Macarena Lobos, la secretaria general de la Contraloría, Nelly Salvo, el Fiscal Metropolitano Centro Norte, Xavier Armendáriz. 

Pero con la llegada de Pérez, se fueron silenciando los pronósticos, cayendo nombres y el Ejecutivo comenzó a considerarla como seria candidata. 

“Agarro vuelo rápido. Estaba lista, incluso los ministros Álvaro Elizalde (Secretaría General de la Presidencia) y Luis Cordero (Justicia), habían estado sondeando su nombre en los partidos políticos, pero en marzo pasado, cuando Ciper reveló que su nombre aparecía en los audios de Leonarda Villalobos, en el Caso Hermosilla, la puso de nuevo en la reserva”, cuenta un abogado.

Sin embargo, ese hecho no logró involucrarla en el tema. 

Entonces, ¿en qué está el proceso?

Varias fuentes coinciden en que los tiempos están dentro de lo esperado —la última nominación (Jorge Bermúdez) demoró 8 meses y la anterior (Ramiro Mendoza) 9 meses, todo un parto— y que el tema se destrabará después de algunos hitos: la elección de la presidencia del Senado y de la Cámara, ya fueron superadas. Y también varios nombramientos judiciales que se mantenían standby.

“Lo que sucede es que desde el año pasado todo lo están negociando, haciendo canje y no solamente los nombramientos que pasan por el Senado, también las embajadas, se estaban repartiendo cuotas. Al final todo se enredó por eso”, señala una fuente.

Y explica que el “paquete judicial”, originalmente esperaba incluir a la Defensoría de la Niñez, el Tribunal Constitucional (TC) y la Contraloría. Hubo muchas críticas por esta fórmula. Senadores de derecha alegaban que se estaban mezclando peras con manzanas. Finalmente, se abandonó esa idea. Y se despejó el TC. Ahora está en marcha el proceso para elegir dos ministros de la Corte Suprema, aunque se mantienen en el limbo los reemplazos del exministro Guillermo Silva (el Ejecutivo propuso, en junio del año pasado, a la jueza de la Corte de Apelaciones de Santiago Jessica González; sin embargo, un mes después la “bajó” por falta de apoyos) y de la exfiscal judicial de la Corte Suprema, Lya Cabello (tras el debido procedimiento fue propuesto para llenar ese cupo el ministro de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt Jorge Pizarro Astudillo, pero una vez en el Senado el decreto presidencial, su nombre fue retirado).

Muchos aseguran que después de esto, podría haber noticias.

“Lo más aclaro es que nada está claro. Esto es como comprar un boleto de la lotería, es el nombramiento más improbable que pueda existir. Además, todavía pesa lo ocurrido con el Ministerio Público y todos andan con cuidado con eso. Puede salir cualquiera y cualquiera se puede caer. Y eso favorece a Dorothy Pérez, que ya está adentro, es mujer, no es política se ha mostrado razonable, no es de ninguna familia política conocida, no ha atendido clientes, ha sido funcionaria, es un buen gesto republicano en este momento que está todo tan patas pa arriba. Hace sentido que ella siga. Además, la derecha sabe que probablemente será gobierno y le importa mucho tener a alguien razonable ahí”, afirma un abogado. 

El ministro Luis Cordero ha ratificado que la designación de la nueva autoridad de la Contraloría será consensuada. “Todavía está en la memoria lo que pasó con el nombramiento del Fiscal Nacional y lo que pasa cuando se convierte (el proceso) en un escrutinio de las personas. Necesitamos que en estas instituciones estén las mejores personas. El criterio que tenemos con los senadores es que sea un nombre de consenso. Los procesos de nombramiento de un tránsito a otro de contralor demoran varios meses”, dijo hace unas semanas.

Sin conflicto de interés

Los nombres que han circulado últimamente por el ministerio de Justicia son el profesor de la UC y ex presidente del Consejo para la Transparencia, Francisco Leturia; el director general del Consejo para la Transparencia y profesor de la U de Chile, David Ibaceta y el abogado integrante de la Corte de Apelaciones de Santiago, académico y abogado en Ferrada y Asociados, Juan Carlos Ferrada.

Los tres podrían entrar en el criterio que —según una fuente— busca el ministro Luis Cordero: alguien sin conflicto de interés, no un abogado de la plaza, una persona sin clientes, que no responda llamados telefónicos de los bufetes. 

“Andan buscando alguien de la academia y con doctorado. Una exageración, quizá están pensando en alguien interno”, comenta una fuente académica.

“Un grupo de alcaldes y de Senadores de distintas sensibilidades políticas me lo han planteado. También algunas personas del Gobierno me han preguntado por mi disponibilidad”, responde Francisco Leturia.

Y añade:

“No lo descarto a priori, creo que hay mucho que modernizar y corregir en la Contraloría, pero el enfoque que ha mostrado Dorothy Pérez hasta ahora me ha gustado mucho, así que es normal que su nombre haya tomado peso en los últimos meses y si ella fuera, no tendría problema. Me gusta”, dice Leturia.

Sobre otros “nominados”, responde: “Sé de muchos que querrían, pero el tema de los votos es difícil. Hay que tener un apoyo muy transversal y eso es difícil”. 

Hay que recordar que el Ejecutivo debe proponer un nombre y el Senado tiene que ratificarlo con los 3/5 de los senadores en ejercicio, es decir, con 30 votos. El oficialismo cuenta con 20 parlamentarios, más 3 de la DC, por lo cual necesita conseguir el apoyo de 7 integrantes de la oposición para asegurar un(a) postulante.

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