
Ley del vaso de agua: garantizando el acceso gratuito a agua potable en restaurantes
El Proyecto de Ley Vaso de Agua es una iniciativa legislativa que busca garantizar que en todos los restaurantes, cafés, bares y establecimientos similares se ofrezca agua potable de forma gratuita a los clientes que lo soliciten, al menos en un vaso.
Por décadas, en muchas partes del mundo ha sido común que al sentarse en un restaurante uno pueda pedir un vaso de agua del grifo sin costo. En Chile, eso aún no es obligatorio, pero un proyecto de ley que avanza en el Congreso busca cambiarlo. Se trata de la denominada “Ley del Vaso de Agua”, que propone que todos los establecimientos que venden alimentos —como restaurantes, bares y cafeterías— deban ofrecer, de forma gratuita, un vaso de agua potable a quien lo solicite.
El proyecto, que fue aprobado recientemente por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputadas y Diputados y ahora pasa a la Comisión de Economía, apunta a reconocer el acceso al agua como un derecho básico en la vida cotidiana. En concreto, el texto legal establece que estos locales “deberán disponer de forma gratuita de agua potable, en al menos un vaso, a los consumidores que lo requieran”, independientemente de que realicen otra compra.
Según sus impulsores, esta medida busca reducir el consumo de bebidas azucaradas ante los niveles de obesidad del país. Sin embargo, medias como esta también promueven una cultura del consumo responsable y evitan el uso innecesario de plásticos, al prescindir de botellas individuales.
Aunque para muchos podría parecer una medida menor, este proyecto de ley se centra en el trato al consumidor, el derecho al agua y la salud pública. En un país donde el agua embotellada es habitual, el acceso gratuito a un vaso de agua potable podría marcar un cambio cultural relevante.
Una medida internacional
Esta iniciativa no es nueva a nivel global. Países como Francia, España, Reino Unido y Argentina ya cuentan con leyes u ordenanzas que obligan a los locales a proporcionar agua potable gratuita. En Francia, por ejemplo, esto es obligatorio desde 1967 y hoy debe incluso estar anunciado visiblemente en las cartas de los restaurantes. En España, desde 2022, la medida es parte de la Ley de Residuos, con el fin de combatir la proliferación de plásticos de un solo uso. En Reino Unido, cualquier local con licencia para vender alcohol está obligado a entregar agua potable gratuita a los clientes.
En Latinoamérica, sin embargo, el escenario es distinto. Solo Chile y Costa Rica cuentan con agua potable 100% segura desde la llave, lo que representa una ventaja comparativa para la implementación de medidas como esta. Así lo destacó la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), que salió en apoyo del proyecto legislativo.
“Es muy importante que todos sepamos que tomar agua potable en Chile es seguro y sano para la salud”, afirmó Andess en un comunicado. Según datos de la asociación, la calidad del agua en Chile está regulada por la norma chilena 409, la cual es fiscalizada con más de un millón de controles al año. Esto ha permitido que, a pesar de las condiciones adversas provocadas por la sequía y el cambio climático, el país mantenga una cobertura continua y de calidad en sus ciudades.
Además, el costo del agua potable en Chile no es tan alto, con un precio promedio de 1,6 pesos por litro, lo que refuerza la viabilidad económica de este proyecto para los locales comerciales. “Hablar del acceso al agua potable es también un reconocimiento a su calidad y a su valor como derecho básico”, agregó la asociación.
¿Beneficio o carga para los restaurantes?
Aunque la iniciativa ha sido bien recibida por el público y sectores sanitarios, no todos están convencidos. Algunos representantes del rubro gastronómico han manifestado preocupaciones logísticas y económicas respecto a la implementación obligatoria del vaso de agua gratuito.
Temen que esta medida, aunque sea justa, sume nuevas exigencias a un sector que aún se recupera de los efectos de la pandemia y enfrenta aumentos en los costos operativos. Desde la vereda crítica, el debate gira en torno a si el Estado debe legislar sobre aspectos que tradicionalmente han sido parte del servicio voluntario al cliente, o si se trata de un avance necesario en derechos básicos en espacios comerciales.
Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga)., detalla que hoy en día se sirve agua de la llave a sus clientes, “solo que el cliente debe solicitarla y será entregada de forma gratuita”.
Sin embargo, la ley plantea que el agua debe ser entregada sí o sí cuando lleguen los clientes, lo que incurriría en más gastos, ya que “no todos tomarán agua”. “Vamos a botar muchos litros de agua, no nos parece razonable. Todo eso tiene un costo, no es gratuito”, asegura.
A la espera de su tramitación en la Comisión de Economía, la Ley del Vaso de Agua sigue ganando apoyo tanto en el Congreso como en la ciudadanía, posicionándose no solo como una medida sanitaria o de servicio, sino como un símbolo del acceso equitativo a los recursos básicos.